Cauquén colorado: en defensa de una especie en peligro de extinción

El cauquén colorado es un anseriforme cada vez menos presente en la Patagonia y el norte de Argentina. Año tras año, su población se merma y se fragmenta a pesar de los esfuerzos de las personas que tratan de recuperarlo. Si esto no se remedia, es posible que esté abocado a la extinción.

Por eso, y porque el primer paso para preocuparse es conocer la existencia de aquello que podría desaparecer, aquí encontrarás una ficha sobre la biología básica de esta ave y las amenazas que podrían acabar con ella. Vamos con ello.

Biología del cauquén colorado

El cauquén colorado (Chloephaga rubidiceps) es una especie de ave anseriforme de la familia Anatidae y del género Chloephaga. Corre mayor peligro en la zona continental de América del Sur, pero es más numeroso en las Malvinas.

Como buena especie de anseriforme, se mueve tanto en hábitats terrestres como acuáticos. Suele necesitar una superficie de suelo desnudo con entre el 20 % y el 60 % de su superficie con vegetación. En cuanto al agua, esta debe reunir ciertos requisitos de calidad para que la salud del cauquén no se vea deteriorada. Por tanto, donde más probabilidades hay de avistarlo es en pastizales y prados costeros.

Su dieta es herbívora, se alimenta de brotes tiernos de hierba en pastizales y zonas de humedales.

Se trata de una especie migratoria que anida desde finales de septiembre hasta enero en las Malvinas y en Tierra de Fuego. Después, cuando comienza el invierno, se desplaza hasta el norte, a los alrededores de Buenos Aires.

Construye su nido en el suelo, entre las hierbas altas cercanas a cuerpos de agua. Lo tapiza con pasto y lo cubre con sus propios plumones. La hembra no suele poner más de 6 huevos y ella se encarga de empollarlos, pero el macho se queda cerca y la protege. El cauquén colorado es un ave territorial, pero gregaria en épocas fuera de la reproducción.

Amenazas que ponen en peligro al cauquén colorado

En 1960, el gobierno de Argentina declaró a esta ave como plaga, puesto que los ganaderos se quejaban de que se comían los cultivos destinados a la alimentación de las reses. Aunque esto se demostró después como falso, en el momento se inició una persecución y una masacre del cauquén tanto en los campos como en sus lugares de anidamiento. En las Malvinas se siguen matando considerables cifras de ejemplares cada año.

En la actualidad, la especie se considera en peligro crítico de extinción según la Convención de Especies Migratorias (CMS), la SAyDS (Aves Argentinas y Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable) y el MADS y AA (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y Aves Argentinas). La IUCN, sin embargo, la clasifica como preocupación menor (LC).

La razón de esta diferencia en la clasificación es la división taxonómica de la especie. En la actualidad existen 2 grandes poblaciones, una en las Malvinas y otra en la zona continental. Sin embargo, al estar aisladas entre sí, algunos expertos consideran que son especies que han divergido en su evolución y que deben recibir diferente nombre. De ser así, se consideraría que el grupo continental está en peligro crítico de extinción, pero no quieren darle esa clasificación de momento.

Otros factores de su declive

Antes de considerarla oficialmente como plaga, esta especie ya se perseguía por parte de los ganaderos y agricultores. En la década de los 50 se introdujeron 2 especies foráneas para que lo depredaran: el zorro chilla (Lycalopex griseus) y el visón (Neovison vison). El impacto de estos animales fue duro, ya que también cazaban a las crías y se comían los huevos.

Por otro lado, un problema frecuente para estas especies es la pérdida y degradación de su hábitat para colocar pastoreo ovino y bovino en su lugar. Los cambios en el clima, por su parte, también han afectado a su comportamiento migratorio y a los hábitats que frecuenta, en especial con las sequías, dañando también el éxito reproductivo de la especie.

Medidas de conservación

Las acciones por la conservación del cauquén colorado se centran, sobre todo, en proteger las zonas de nidificación y en controlar la caza furtiva. De esta manera se busca incentivar el éxito reproductivo de la especie sin recurrir a programas de cría ex situ. 

Por otro lado, se le retiró el estatus de plaga y se le incluyó en el apéndice I de la CMS y se creó el Plan de Acción Binacional para la Conservación del Cauquén colorado en el 2013, firmado por Argentina y Chile. Se realizan monitoreos anuales, trabajos de difusión y educación y se trabaja juntamente con las autoridades responsables de perseguir la caza furtiva y controlar la deportiva.

No obstante, los números de esta anátida siguen bajando año tras año. Por eso, la única solución que queda es una que implica a todo el globo, el cuidar del medio ambiente. El planeta es un solo ecosistema que debe protegerse desde todos los frentes. No perdamos las ganas de cuidar al cauquén colorado, vivamos donde vivamos.