Los castores reubicados ayudaron a mitigar algunos efectos del cambio climático
Varios sitios alrededor del mundo ya han experimentado los efectos del cambio climático. Las inundaciones, las sequías, las olas de calor intensas y el calentamiento de las masas de agua son solo algunos de los ejemplos más conocidos en la actualidad. Entre todas estas malas noticias, un estudio reciente ha descubierto que algunos castores recién reubicados han ayudado a mitigar los efectos del cambio climático.
Los castores son catalogados como ingenieros ecosistémicos, ya que tienen la habilidad de modificar el hábitat y causar diferentes cambios fisicoquímicos en su entorno. Por esta razón, no es de extrañar que los castores sean capaces de mitigar los efectos del cambio climático. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo es que logran hacerlo.
Los castores y el ambiente
El castor (Castor canadensis) es un roedor originario de Norteamérica, el cual es capaz de cortar árboles maduros para alimentarse y construir su hogar. De hecho, también se encarga de crear un tipo de presas naturales conocidas como diques. Dicho comportamiento es lo que le ha valido el título de ingeniero ecosistémico.
Aunque pueden parecer poco importantes, los diques ocasionan que el nivel del agua del río aumente de manera progresiva. Asimismo, la tierra se vuelve más húmeda y se infiltra más agua en las capas terrestres, lo que en conjunto evitan la erosión del suelo e incluso retienen ciertos contaminantes.
Gracias a todos los cambios que generan los castores con sus construcciones, diferentes especies vegetales y animales se benefician de su presencia. Por un lado, varios peces, insectos y anfibios aprovechan el aumento del nivel del agua, mientras que la vegetación utiliza la humedad extra para crecer y dispersarse.
No siempre ayudan al ecosistema
A pesar de que es cierto que los castores generan una gran cantidad de beneficios ecosistémicos, esto solo ocurre si se encuentran en sus hábitats naturales. Si se les introduce en áreas nuevas para la especie, el efecto en el ambiente puede ser negativo e incluso podrían ocasionar un desequilibrio ecológico peligroso.
Un ejemplo de esto es el efecto que han tenido los castores al ser introducidos en el archipiélago de Tierra del Fuego. En estas islas han destruido los bosques riparios, han cambiado la estructura y la población de las especies acuáticas e incluso han modificado la temperatura y los nutrientes del río.
La reintroducción de castores en el río Skykomish
La mayoría de los castores que se distribuían por el territorio de Estados Unidos fueron eliminados en el siglo 20, ya que su pelaje era empleado como materia prima para vestimentas. Debido a esto, muchos ecosistemas de esta nación fueron afectados y comenzaron a tener diferentes problemas ecológicos.
Por si fuera poco, el cambio climático comenzó a potenciar los estragos en diferentes ríos y terminó por transformar toda la hidrología de los ecosistemas. En el caso del río Skykomish, la temperatura del agua aumentó, las tormentas de nieve se volvieron lluvias intensas y los recubrimientos de las nevadas se redujeron cada vez más.
Gracias a que en la actualidad se conoce la importancia y el impacto que tienen los castores en el ambiente, desde el 2014 se comenzaron a generar diversos programas de reintroducción. Uno de estos proyectos se llevó a cabo en el río Skykomish, en el cual se reubicaron 69 ejemplares en 13 puntos estratégicos para intentar corregir los estragos del ecosistema.
Los beneficios de la reintroducción de castores
En el 2022, un estudio publicado en la revista Ecosphere analizaba cuáles habían sido los efectos de los programas de reintroducción en el río Skykomish. En primer lugar, la creación de los diques propició el incremento del nivel del agua y disminuyó más de 2 grados Celsius su temperatura. Asimismo, incrementó la humedad y mejoró la disponibilidad del recurso hídrico para las especies vegetales.
Los cambios en el ecosistema beneficiaron también a otros animales tan icónicos como los salmones, quienes comenzaban a sufrir por el calentamiento del agua. Esto significa que la simple reintroducción de los castores ayudó a mitigar un poco los efectos del cambio climático y el desequilibrio ecológico.
Otro punto importante que se debe remarcar es que estos cambios sucedieron un año después de la reintroducción. En consecuencia, los beneficios actuales son solo el principio de la historia, pues aún falta tiempo para que los castores se establezcan por completo.
Como te puedes dar cuenta, este es otro maravilloso ejemplo de lo que una sola especie es capaz de hacer en un ecosistema. Al igual que ocurrió en el famoso caso del parque Yellowstone, la reintroducción ha sido y será un arma clave para la restauración del ambiente. Claro está, aún falta un poco para establecer bien estas estrategias, pero el rumbo de estos proyectos es muy prometedor.
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