Cachorros de osos polares fueron abandonados por su madre y ahora se preparan para vivir en libertad

Estos polares cachorros quedaron a la deriva, pero fueron auxiliados cuando más lo necesitaban. Mira esto.

Es una realidad que algunas madres animales abandonan a sus crías a los pocos días de nacer. Esto ya que no los ven igual de vigorosos que a los otros que hacen parte de la camada.

Debido a esto, esos seres quedan indefensos y con altas probabilidades de tener un desenlace fatídico. Sin embargo, por fortuna, muchos de ellos son ayudados a tiempo por personas de buen corazón.

Tal como ocurrió con 2 osos polares cachorros que fueron dejados a su suerte, pero pudieron ser salvados. Por eso, en este artículo te compartimos todos los detalles de esta historia.

La situación adversa que tuvieron que vivir 2 osos polares bebés

Mark y Aurora, unos tiernos polares cachorritos, fueron abandonados por su madre a las pocas semanas de nacidos. Pues, entre todos los dados a luz, eran los más débiles.

Y, aunque es compleja, los expertos han indicado que esa es una regla muy común en el mundo salvaje. Esto ya que, algunas especies consideran que las crías que padecen debilidad no podrán llegar con vida a la adultez.

Por lo mismo, su instinto las lleva a no estar tan pendientes de ellas. Tanto así que, por lo general, omiten cualquier tipo de interacción desde el principio.

De ese modo, los dos polares bebés estaban a la deriva y expuestos a una gran cantidad de peligros. Pues, no se encontraban preparados para explorar el hábitat por su propia cuenta.

Además, les era imposible recibir el alimento materno. A raíz de esa situación, podían enfermarse y llegar a sufrir una desnutrición severa si no recibían un auxilio inminente.

No obstante, Anastasia y Olesya Sakhatskaya, dos hermanas gemelas que trabajan en el zoológico de Gelendzhik, ubicado en Rusia, se dieron cuenta de todo desde el principio. Por consiguiente, decidieron interceder para mejorar la calidad de vida de estos animales.

El rescate

En el instante en el que las hermanas se enteraron de que Seryozhka, la osa polar de 7 años, iba a entrar en trabajo de parto, estuvieron pendientes. Debido a esto, se percataron de que, con el pasar de los días, esa madre empezó a ignorar a dos de sus hijos.

Por tal razón, se acercaron con mucho cuidado y trasladaron a los polares bebés a las instalaciones del zoológico. Sin embargo, en un principio, las invadían muchos temores.

Pues, eran conscientes de que, a nivel mundial, solo 5 osos polares habían sido criados en cautiverio. Pero, también sabían que si no hacían nada, los animales iban a perder la vida.

De esa manera, iniciaron tibiando leche y proporcionándosela por intermedio de unos biberones. En consecuencia de ello, los polares bebés se fueron nutriendo y sintiendo mejor.

Así mismo, les acomodaron un entorno lo más parecido posible a su hábitat natural. Y, por otra parte, se encargaron de realizarles baños y masajes periódicos.

En ese orden de ideas, los osos ya llevan un año completo estando rodeados de los mejores cuidados. Por ende, han podido llegar a la adultez sin ningún problema de salud o desarrollo.

Tanto así que, hoy en día, los están preparando para que se vuelvan a juntar con su madre y empiecen a disfrutar de una vida normal. Esto ya que los especialistas coinciden en que ya se pueden valer por sí solos y no van a experimentar ningún tipo de rechazo.

Mira en este vídeo la evolución de los polares bebés:

Características de los osos polares

Los polares, en compañía del Kodiak, se reconocen como las especies de osos más grandes de todo el planeta. Además, tiene unos rasgos bien particulares.

Pues, a diferencia de los otros osos, sus patas son más desarrolladas. Por tal razón, son los que mejor pueden caminar sobre el hielo.

Así mismo, su pelaje posee una capa adicional de grasa. Y, sumado a esto, su pelaje es blanco para pasar desapercibidos en la nieve y evitar peligros.

Como factor adicional, son excelentes nadadores. Tanto así que pasan una gran parte de todas sus vidas sumergidos en el agua.

En cuanto a la alimentación, son netamente carnívoros y pueden comer hasta 30 kilos de alimento al día. De igual manera, las focas son sus presas más cazadas.

Y, para finalizar, son solitarios hasta tal punto que los machos y las hembras tienen un comportamiento hostil entre ellos. De ese modo, solo se soportan durante las épocas de celo.