Buitre real: hábitat y características

El buitre real es una ave majestuosa de América del sur, de la cual aún se desconoce gran parte de su comportamiento en la naturaleza. Sigue leyendo para conocer todas las curiosidades sobre este magnífico animal.

El buitre real (Sarcoramphus papa) es uno de los buitres del Nuevo Mundo, que engloban a 7 especies americanas, y pertenece a la familia Cathartidae. Dependiendo de la zona donde se encuentre recibe varios nombres: “jote real”, “cóndor real”, “zopilote real” y “gallinazo rey” son algunos de los más usados. Aunque es una ave icónica, se desconoce mucho sobre su comportamiento.

Esta ave se distingue del resto de buitres por su plumaje blanco y su bello colorido cefálico. Si quieres saber más sobre esta fantástica y bella especie, te animamos a seguir leyendo.

Hábitat de buitre real

El buitre real se distribuye por el continente americano, desde México hasta el norte de Argentina. Suele habitar en los bosques de tierras bajas tropicales o, en su defecto, en sabanas y pastizales cercanos a estos bosques.

Son aves muy ligadas a los cursos de agua, ya que a diferencia de otros buitres, necesitan beber en abundancia y la utilizan para acicalarse las plumas. Por esta razón, siempre suelen estar cerca de cauces de ríos o lagos. Realizan sus actividades en zonas de hasta de 1200 metros de altitud sobre el nivel del mar, y aunque se desconoce exactamente su hábitat, se cree que usan las copas de los árboles para descansar.

Características físicas

El buitre real se diferencia de los demás por su espectacular colorido. Posee un plumaje blanco (cuando es adulto) en su mayor parte, con la punta de las alas y la cola negras. Los ejemplares maduros pueden llegar a presentar hasta 200 centímetros de envergadura con las alas abiertas y una longitud de 70 a 80 centímetros totales.

La cabeza está desprovista de plumas y es calva (lo que permite que no se manche el plumaje con restos de alimentos, evitando así enfermedades) y destaca también por su abundante colorido. Esta ave posee carúnculas y papilas carnosas rojas y naranjas al rededor del pico y un iris es de tonalidad blanca, con un anillo orbital rojo.

Dentro del grupo de los Cathartiformes destaca por su pico, que es más fuerte que el de otros buitres. Las patas son negras y con garras no muy desarrolladas. Los juveniles presentan plumas de color pardo y es en el sexto año cuando adquieren el plumaje adulto.

Comportamiento de la especie

No se conoce mucho sobre el comportamiento del buitre real en la naturaleza. Se sabe que son animales solitarios y no se congregan en grandes grupos. Por otro lado, no son aves migratorias y permanecen en el mismo territorio durante todo el año.

Los ejemplares adultos suelen pasar la mayor parte del tiempo desapercibidos en lo alto de las copas de los árboles o volando buscando alimento. Al ser aves de gran envergadura, necesitan de las corrientes de aire para planear y prácticamente no mueven las alas mientras vuelan.

Son buitres poco agresivos, ya que en caso de posible pelea suelen retroceder. Además, cabe destacar que estas aves necesitan estar cerca de cursos de agua para realizar la urohidrosis, un mecanismo consistente en defecar en las patas y que les sirve para refrescarse y termorregular de forma activa. Este mecanismo es similar al sudor de los mamíferos, ya que utilizan la capacidad de evaporación de los fluidos.

Alimentación del buitre real

A diferencia de la mayoría de sus familiares, el buitre real no tiene un buen sentido del olfato. Para buscar el alimento se guía por la vista, buscando a otros carroñeros que le indiquen la localización del algún cadáver. Muchas de estas aves más pequeñas poseen plumas que brillan con el sol para que sean más fáciles de detectar.

Cuando encuentran un cadáver, las demás aves se apartan, ya que el buitre real presenta un pico mucho más fuerte que le permite abrir la dura piel de los animales. Suele comerse las partes más duras, como la carcasa y las áreas más duras de tejido, por lo que son aves fundamentales en los procesos de descomposición.

Además, hay artículos que demuestran que, aunque presentan una dieta casi exclusivamente carroñera, se los ha visto cazar alguna presa viva y alimentarse de frutos. Estas aves se nutren de forma esporádica de las frutas de la palma moriche (Mauritia flexuosa) y del guarumo (C. insignis).

Reproducción del buitre real

Se conoce poco sobre el comportamiento reproductor del buitre real en la naturaleza. Por ahora, lo poco que se sabe es que estos animales anidan en huecos de árboles, paredes rocosas o arbustos a nivel del suelo y que no fabrican un nido per sé. Suelen poner un solo huevo y la incubación la realizan ambos progenitores.

Por otro lado, se cree que son animales monógamos y en cautividad realizan un elaborado cortejo, en el que la hembra y el macho realizan sonidos, jadeos y resoplidos conjuntos. El huevo suele tener un periodo de incubación de 60 días, y una vez nace el pollo, es alimentado por ambos padres.

El polluelo nace recubierto de plumón y a los 3 meses ya está completamente emplumado. Según van creciendo, los pollos se van alejando cada vez más del nido y comienzan a desarrollar su plumaje de adultos a los 18 meses. Suelen estar cerca de sus padres hasta que completan su crecimiento.

Estado de conservación

Según la Lista Roja de las especies evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el buitre real se encuentra en un estado de preocupación menor. Ahora bien, dependiendo de la zona geográfica, puede estar en peligro de extinción, como ocurre en la región de México.

Las principales amenazas de esta especie son la degradación y fragmentación del hábitat, la intoxicación con sustancias tóxicas o venenosas (ya sea por cebos, por ingesta de balas o por agroquímicos) y las colisiones contra tendidos eléctricos y parques eólicos. Es necesario conservarlo a toda costa, ya que su tendencia poblacional general es decreciente.

Ahora que conocemos un poco más a estas aves, es importante recordar el papel que presentan en los ecosistemas, ya que al eliminar cadáveres evitan la propagación de enfermedades y permiten la recirculación de la materia orgánica a los ambientes. Es necesario saber más sobre esta especie para poder establecer planes de conservación férreos en un futuro.