Animales robots: más cerca de la realidad

Los sueños más inverosímiles de la imaginación humana son cada vez más palpables. Los animales robots son el ejemplo físico y tangible de ello.
Animales robots: más cerca de la realidad
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 18 octubre, 2022

Los robots son una figura casi omnipresente a la hora de imaginar un futuro lejano. La literatura, el cine y ahora la propia ciencia han impulsado la robótica hasta límites dignos de las obras de Isaac Asimov. Pero ¿qué pasa con los animales robots?

Cuando la robótica se acerca al campo de la biología, las posibilidades se ramifican y se extienden hacia miles de campos, desde modelos animales para inteligencia artificial hasta animatronics que realizan maravillas como escalar por una pared. Si con este breve prefacio te ha picado la curiosidad, sigue leyendo.

Actualidad de los animales robots

Los animales robots —o al menos capaces de reproducir algunas de las cualidades de los animales— son una evolución natural de la tendencia del ser humano a imitar a otros seres vivos para mejorar algunos aspectos de su vida. Aquí te contamos brevemente algunos casos que te sorprenderán:

  • El robot que vuela como un murciélago: este robot no solo es capaz de volar alternando el batir de las alas con el planeo —como haría un murciélago—, sino que tiene incorporado un sistema de infrarrojos que crea un mapa tridimensional de la estancia, como haría el propio animal con la ecolocalización.
  • Las hormigas robot que cooperan: para seguir desarrollando los algoritmos de optimización de tareas, se han construido modelos de hormigas que son capaces de comunicarse y cooperar entre ellas para hallar soluciones a problemas. De esta forma se estudia cómo funcionan los sistemas autoorganizados, como los enjambres.
  • Robots geckos: los geckos tienen la increíble capacidad de adherirse a cualquier superficie, por lisa que sea, gracias a las microespátulas de sus dedos —que además controlan a voluntad—. Imitando estas estructuras se ha conseguido que diferentes modelos de robots suban por superficies de cualquier tipo.
Diseño de un animal robot.

Robots para los dilemas morales

Recientemente, una empresa californiana ha creado un delfín robótico y lo ha introducido en un zoo. Este es tan realista que la sorpresa de los visitantes ha sido generalizada; la mayoría no fueron capaces de distinguirlo de un delfín real a primera vista.

Esta empresa planteaba así una solución a uno de los dilemas más vigentes de la actualidad: ¿es ético mantener animales en los zoos para el conocimiento y disfrute de los humanos? La posibilidad de crear seres vivos robots tan creíbles que se confunden con los reales ponen en entredicho la necesidad de ciertas prácticas actuales.

Además, se plantea que esta propuesta no solo se podría reducir a los zoos: ¿te imaginas a un elefante mecánico paseando por un parque? Las posibilidades son tales que incluso se podrían reproducir animales extintos. No comen ni beben, no necesitan espacio para correr y son virtualmente inmortales. 

Un mundo de posibilidades, pero con reservas

Un escenario utópico donde los animales robots sustituyen a los reales suena bien a nivel logístico, pero también ha despertado críticas. Hay quien argumenta que se resolvería el problema del enclaustramiento, pero podría arraigarse la concepción de que los animales son una mera herramienta de uso humano.

Por otro lado, se cuestiona el impacto medioambiental que tendría esto. Soltar robots en espacios abiertos supone una serie de desventajas para la naturaleza que, si no se resuelven, son un pobre sustituto de la realidad. Además, los componentes electrónicos rara vez son biodegradables y su impacto visual es importante.

Una mantis robot.

Son muchas las ideas que nacen de este planteamiento. Tanto favorables como en contra, todas estas corrientes no son más que el reflejo del comienzo de una nueva etapa, donde los animales y la robótica nunca habían estado tan cerca de solucionar problemas largamente discutidos.

¿Nos devolverá la ciencia los días dorados en los que los mamuts y los dodos caminaban sobre la Tierra o se convertirán estos animales mecánicos en un monumento a nuestra decadencia? Solo queda esperar y tratar de hacerlo lo mejor posible.


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