Los desiertos son unos de los hábitats con las condiciones más severas que existen, pues el exceso de calor y la escasez de agua crean espacios complicados para vivir. Aunado a ello, la variación de su temperatura es exagerada, con un fuerte calor durante las tardes y un frío asolador por las noches. Todas estas características provocan que los animales del desierto desarrollen mecanismos peligrosos para hacerle frente a su medio.
A pesar de que el ambiente desértico es complejo, hay una gran cantidad de especies que logran sobrevivir en él. Sin embargo, encontrarte con algunas de ellas puede resultar fatal. Sigue leyendo y conoce a los 10 animales del desierto más peligrosos.
1. Víbora gariba (Echis carinatus)
Es una víbora venenosa que se encuentra en Asia central y Oriente Medio y que forma parte del grupo de las “4 grandes serpientes”, famosas por sus peligrosos venenos. La mordida de esta especie es capaz de matar a su víctima, pero no todos los ejemplares inyectan la cantidad de veneno suficiente para lograrlo.
Esta es una de las especies de ofidios terrestres más letales que se conocen. Aun así, el uso de antivenenos ha reducido en gran medida los resultados fatales provocados por la mordedura de esta especie.
2. Monstruo de Gila (Heloderma suspectum)
El monstruo de Gila forma parte del único género de lagartos venenosos que existe. Contrario a lo que se suele pensar, este reptil no usa el veneno para matar a sus víctimas, pues sus toxinas solo producen un dolor intenso y parálisis. Sin embargo, el peligro de esta especie no radica en su letalidad, sino en la pésima experiencia que puede hacerte pasar.
3. Escorpiones
A pesar de su tamaño, los invertebrados también pueden representar un peligro mortal para los humanos. La mayoría de los escorpiones son temidos por la sociedad, pues sus venenos han sido los responsables de varios decesos. Debido a su naturaleza, los ambientes áridos y calurosos son excelentes para que se desarrollen, por lo que el desierto es uno de sus hábitats más recurrentes.
4. Araña violinista californiana (Loxosceles deserta)
La araña violinista californiana forma parte de los arácnidos más peligrosos que se encuentran en ambientes desérticos. Esto se debe a que su veneno contiene componentes necróticos que pueden ocasionar serías complicaciones (o la muerte) cuando no se atiende la lesión con el suficiente cuidado.
5. Abeja africanizada (Apis mellifera scutellata)
La abeja africanizada no es más que una variación de la abeja común, por lo que su toxina es igual de peligrosa que la de esta última. Como podrás imaginar, su picadura no es letal por sí misma, sino que el riesgo se encuentra en la gran cantidad de ejemplares que atacan al mismo tiempo a un objetivo.
Aunado a ello, el veneno que inyectan puede desencadenar una reacción alérgica capaz de amenazar la vida de la víctima. Cabe aclarar que las abejas europeas no son tan agresivas como las africanizadas.
6. Puma (Puma concolor)
Aunque cueste creerlo, los pumas son animales peligrosos y adaptados a diversos ambientes, por lo que se les puede ver en ciertas áreas del desierto montañoso. Este felino es el segundo más grande de América y es un cazador innato que no dudará en aprovechar cualquier tipo de presa. Su fuerza, su velocidad, sus garras y sus colmillos lo convierten en una especie temible.
7. Hormigas de fuego (género Solenopsis)
Las hormigas de fuego abarcan una gran cantidad de especies, dentro de las cuales existen ejemplares adaptados al clima árido del desierto. Por si fuera poco, el veneno que producen estos insectos provoca una seria irritación en el cuerpo cuya sensación es similar a la de una quemadura. Estas mismas toxinas suelen ocasionar reacciones alérgicas que llegan a ser letales para la víctima.
Las hormigas de fuego dividen su colonia en castas compuestas por una reina, obreras y machos reproductores.
8. Avestruz (Struthio camelus)
Es probable que no esperases ver al avestruz en esta lista, pues suelen ser aves con comportamientos bastante dóciles. Sin embargo, las piernas características de esta especie en concreto le dotan de una habilidad extra para escapar de sus depredadores. Debido a su gran fuerza y densidad ósea, una patada de este animal puede matar hasta a un león.
9. Dingo (Canis lupus dingo)
El dingo es un descendiente cercano de los lobos que también tiene algunos rasgos físicos de los perros modernos. Estos cánidos son cazadores innatos en su hábitat y no suelen ser agresivos hacia los humanos. Sin embargo, la escasez de alimentos puede modificar su comportamiento e incitar que ataquen a cualquier ser vivo que encuentren en su camino.
Es más, existe un triste suceso (ubicado hace 40 años) en la que una posible manada de dingos atacó de manera fatal a un bebé de apenas 2 meses de edad. Este evento fue tan impactante que incluso se realizó una película en torno a los acontecimientos. A pesar de ello, no hay evidencia certera de que estos cánidos fueran los culpables, pero sí que hay casos de agresiones no letales a otros humanos.
10. Canguro rojo (Macropus rufus)
A pesar de que estos marsupiales son bastante conocidos y queridos por la sociedad, no muchas veces se piensa en el peligro potencial que representan. Esto no significa que sean agresivos por naturaleza, sino que su reacción a nuestra presencia puede ocasionarles incomodidad. Recuerda que se habla de un animal con piernas bien desarrolladas capaces de ocasionar serías heridas si no se tiene cuidado.
La patada de un canguro rojo puede provocar fracturas severas en el esqueleto humano.
Cada uno de los animales anteriores es capaz de ocasionarte graves lesiones (o hasta la muerte). A pesar de esto, la mayoría no atacarán a menos que sean molestados. En consecuencia, muchos accidentes fatales son provocados por la manipulación indebida de los animales: considera que todo ser vivo merece su respeto, no juegues con su vida y mucho menos con la tuya.
Bibliografía
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