Alergias cutáneas en perros

Alergias cutáneas en perros
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 28 noviembre, 2017

¿Es frecuente que tu perro se rasque o se muerda sin cesar? No es extraño que, debido a factores ambientales o alimentarios, sufra algún tipo de alergia. Las alergias cutáneas en perros surgen como respuesta de su sistema inmune a algún agente extraño.

¿Qué son las alergias cutáneas en perros?

Las alergias son más frecuentes de lo que imaginamos. El hecho de que el animal se rasque continuamente, es uno de los síntomas más comunes y se debe a la presencia de alérgenos.

Estas sustancias se mueven en la mayor parte de los ambientes. Igual que ocurre con los humanos, sólo algunos perros son sensibles a su presencia. Y manifiestan alergias como respuesta del sistema inmune que se defiende.

Las alergias cutáneas en perros son una inflamación que causa molestia y enrojecimiento en ciertas zonas de su cuerpo. En ocasiones, incluso, hay pérdida de pelo.

Los alérgenos pueden ser inhalados, ingeridos o estar en contacto con la piel del animal. Algunos de los más usuales son: las pulgas, el polen, las hierbas, algunos alimentos que ingiere, los ácaros, la picadura de insectos, etc.

¿A qué debemos prestar atención?

Tal como hemos dicho, el síntoma principal es el picor y comezón. Si nuestro perro se lame o muerde continuamente, es momento de llevarlo a hacer un control.

Los síntomas habituales son:

  • El enrojecimiento de la piel, especialmente entre los dedos, las almohadillas de las patas y detrás de las orejas, suele ser habitual.
  • La piel reseca y escamosa. O la presencia de erupciones cutáneas.
  • Los estornudos frecuentes o sacudidas excesivas deben considerarse también como signos de posibles alergias.

Muchos de estos síntomas, de hecho, son causados por la conducta del animal ante la molestia percibida. No es difícil, por lo tanto, estar alerta a la aparición de las señales.

¿Qué hacer ante estos síntomas?

Lo primero es acudir al veterinario. El profesional, tras diagnosticar el problema, prescribirá la administración de inyecciones, champús tópicos, una dieta equilibrada o medicamentos orales, entre otros posibles tratamientos.

Para determinar el camino a seguir, el veterinario podrá realizar un raspado y posterior biopsia o análisis de sangre. Ello, para determinar con exactitud el tipo de alergia, su gravedad y la dosis de medicación adecuada según el caso.

Posibles tratamientos

Todas las vías de tratamiento estarán dirigidas a eliminar el alérgeno.

En el caso de la administración de antihistamínicos, que en su mayoría son inyectables, son de efecto prolongado. Deben usarse con precaución y según lo prescripto.

Cuando las causas de la alergia cutánea vienen de la alimentación, la dieta será especial y libre de potenciales alérgenos. Es importante, en este caso, seguirla al pie de la letra por el tiempo recomendado.

Si se trata de un problema causado por factores externos como el polen o el polvo, será importante cuidar que la mascota se mueva en ambientes libres de estas sustancias.

En todos los casos, es fundamental mantener una higiene adecuada. Tanto en los ambientes donde el perro se encuentra, como en la piel del animal. Para ello, los baños con productos especiales son importantes y mantenerlo libre de pulgas es esencial. Recordemos que en muchos casos son las causantes principales de la alergia.

Si aparecen pulgas, es preciso llevar un control en momentos en que es más propicia la aparición de esta plaga. Especialmente en las épocas de calor. Ayuda mucho aspirar frecuentemente la casa y el sitio donde la mascota duerme. De esta manera se eliminan, no sólo las pulgas, sino los huevos. Y con ello se previene una futura proliferación.

De igual manera, es importante consultar al profesional antes de utilizar cualquier tipo de producto contra las alergias. Es el caso de champús o detergentes.

¿Un problema de por vida?

Será un problema para la vida del animal, dependiendo del alérgeno al que sea sensible. En el caso de alergia a los ácaros, el polen, etc., ésta puede ser continuada y el animal requerir medicación por un largo período de tiempo.

Prevención: el camino más eficaz

Más allá de las particularidades de cada caso, lo cierto es que, ante la presencia de alergias cutáneas, el cuidado deberá darse con perseverancia. Hay que prestar atención a los efectos secundarios.

Siempre es fundamental la prevención y mantener a la mascota en ambientes limpios y libres de posibles bacterias. Así se cuidan las alergias cutáneas en perros.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.