Aïdi o perro de las montañas del Atlas: todo sobre esta raza

El aïdi o perro de las montañas del Atlas es un can que se confunde a menudo con el mastín, ya que ambos pertenecen al grupo de los molosoides y han sido seleccionados a lo largo de muchos años para guardar fincas y pastorear. Sin embargo, esta raza es originaria del norte de África.

Si te interesa saber más acerca del can que nos atañe, aquí encontrarás toda la información que necesitas: su aspecto, carácter, cuidados y salud. No te pierdas nada, pues con perros tan grandes se necesita una extensa preparación previa a su acogida.

Características físicas

El aïdi es un can de gran tamaño, cuya altura está en 52-62 centímetros y que pesa alrededor de 33-45 kilogramos. Su esperanza de vida suele ser de unos 14 años si sus cuidados son buenos, por lo que se considera una variante longeva.

Este perro tiene un cuerpo musculoso y equilibrado en cuanto al tamaño de la cabeza, al contrario que otros molosoides de cráneo más grande. Su característica más distintiva respecto a su grupo es la forma triangular de su cabeza y sus orejas caídas con punta redondeada.

El pelaje del aïdi es espeso y algo más largo de lo normal en relación con su tamaño y su peso. Además, porta más cantidad en la cola y el cuello. Puede presentar varias tonalidades reconocidas en la Federación Cinológica Internacional (FCI): blanco, arena, leonado, rojizo, ati­grado, blanco y negro, blanco y leonado, y tricolor.

Historia de la raza

El perro de montaña del Atlas, como su nombre indica, es originario de los montes y mesetas de África del Norte, especialmente en Marruecos. Son canes que se han criado para ser pastores y defender al rebaño de los depredadores. También es fácil verlos como guardianes de fincas.

Se reconoció de forma oficial al aïdi como raza en 2003, pero su origen natural se remonta a cientos de años atrás.

Carácter del aïdi

Puesto que se han buscado características de guardián en él, el aïdi es un perro muy fiel a sus tutores. También es un can que siempre se mantiene alerta ante cualquier indicio de peligro, pues tiene el instinto de proteger a su familia.

Son perros valientes y arrojados que no dudan en enfrentarse a amenazas mayores que ellos para defender a sus tutores. Por otro lado, esta virtud puede convertirse en un problema si no se les enseña a socializar correctamente, pues podrían volverse sobreprotectores y no ser capaces de tolerar a los extraños.

Necesidades especiales de estos perros

Puesto que son perros con un gran nivel de energía y criados para desenvolverse en el campo, necesitan una gran cantidad de ejercicio. Debido a esto y a su gran tamaño, no son canes aptos para pisos pequeños o para pasar muchas horas solos. Necesitan una extensión de terreno en la que poder moverse y jugar a su antojo.

Por otro lado, son perros bastante glotones y que tienden a engordar. El sobrepeso es una condición que les provoca problemas articulares con el tiempo, además del resto de patologías asociadas a ello: diabetes, problemas cardiovasculares, etcétera.

Su pelaje también requiere una atención especial: al ser tan espeso y de mayor longitud que el de otros caninos, será habitual que suelte mucho pelo y necesitará cepillados semanales. En época de muda es posible que se le hagan nudos y enredos, así que tendrás que aumentar la frecuencia del peinado.

Necesidades psicológicas y de educación

Como se decía más arriba, son canes que tienden a sobreproteger a sus tutores y a la territorialidad por su herencia de pastoreo. Por otro lado, también son animales obstinados con los que cuesta conseguir que abandonen malas costumbres.

No obstante, el aïdi es un perro inteligente y muy predispuesto a la acción, por lo que te será muy fácil educarlo mediante el refuerzo positivo. Su carácter equilibrado y calmado es una gran ayuda para este proceso, pues tiene una gran capacidad de atención.

Por tanto, el perro de las montañas del Atlas debería ser un animal psicológicamente estable con la correcta socialización de cachorro y una buena educación en positivo. Aunque sea desconfiado con los desconocidos, es capaz de relacionarse adecuadamente con ellos, así que no tires la toalla.

Salud del aïdi o perro de las montañas del Atlas

Se trata de una raza que goza de una buena salud general. No obstante, su tamaño y su herencia lo hace propenso a ciertas afecciones. Las más comunes de encontrar son las siguientes:

• Displasia de cadera: suele hacerse patente con el avance de la edad del can. En ella, el fémur se desplaza del hueco de la articulación en la cadera, el acetábulo.
• Luxación de codo o rodilla: al igual que lo anterior, está relacionado con el desgaste de las articulaciones y el gran tamaño del aïdi.
• Síndrome de torsión-dilatación gástrica: debido a una dilatación previa del estómago, este órgano se gira sobre sí mismo, impidiendo el paso de los alimentos y la correcta irrigación sanguínea. Es una urgencia veterinaria que puede ocasionar la muerte del animal.
• Otitis: en general, los oídos de los perros que tienen orejas caídas son propensos a acumular suciedad, ya que no ventilan bien. Si no se mantiene una higiene regular de los mismos, existe riesgo de infección.

Un último consejo es que conviene que te apoyes en profesionales para el cuidado del aïdi, pues un can de tal tamaño e impetuosidad puede causar problemas y accidentes sin querer. Por eso, mantén siempre su calendario de vacunas, desparasitaciones y revisiones al día y no dudes en contactar con un educador para que te ayude con cualquier problema de comportamiento que pueda surgir.