Desde el inicio de los tiempos, la humanidad ha tenido la idea de que los animales solo aprenden del hombre. Sin embargo, se han omitido los comportamientos o cualidades que pueden enseñarles el resto de seres vivos a los humanos. Existen algunos valores que puedes aprender de los animales y ponerlos en práctica en familia.
A pesar que el hombre se cree superior a los animales por su capacidad de raciocinio, hay animales que logran transmitir valores o aptitudes humanas que son de admirar y estas pueden aprenderse por niños y adultos. A continuación, encontrarás algunos de estos valores en animales.
1. Lealtad
Las mascotas tienen muy claro quienes conforman su familia desde que llegan a tu hogar. En este momento, empieza a forjarse su lealtad con todos los integrantes del núcleo familiar. Un ejemplo muy claro de ello serían los perros: estos animales siempre estarán pendientes del bienestar de sus tutores.
Los caninos cuidan de una manera muy maternal a los pequeños de la casa y, en algunas ocasiones, se ha evidenciado que se percatan de las discusiones en el seno familiar. Cuando esto ocurre, hacen algunos movimientos o sonidos con los que intentan terminar el inconveniente llamando la atención, además de ponerse del lado de la persona más débil.
Por otro lado, su lealtad queda evidenciada cuando los amos regañan a sus mascotas por un comportamiento o acción inadecuada y estos siguen fieles a su lado. Los llamados de atención no son un obstáculo para que los perros o gatos cambien su comportamiento, por el contrario, buscan la manera de acabar con el enojo de sus amos, a quienes acompañan incondicionalmente.
2. Comunicación
Como bien sabes, los animales no pueden hablar y comunicarse directamente con los humanos. Sin embargo, esto no es impedimento para que los seres vivos establezcan mecanismos de comunicación para transmitir sus sentimientos o estados de ánimo al entorno que los rodea.
La comunicación no verbal es otro de los valores que puedes aprender de los animales, pues a través de gestos, expresiones o el lenguaje corporal puedes transmitir tus ideas o pensamientos, al igual que tu mascota lo hace contigo. Asimismo, se ha demostrado con estudios científicos que las mascotas mejoran la comunicación entre padres e hijos.
3. Respeto
Como cualquier otro ser vivo, los animales merecen respeto y también te enseñan a potenciar este valor. Sin importar tu edad o la de los miembros de tu familia, es importante respetar el espacio, hábitat y seguridad de tu mascota.
Cuando los niños y adultos asimilan que el animal también tiene sentimientos y un valor significativo para la familia, podrás apreciar que te será más fácil empatizar con otras personas o animales y ponerte en el lugar de otros. A razón de esto, los animales ayudan a ser más sensibles con lo que puede estar viviendo otro individuo.
4. Generosidad
La generosidad es uno de los valores que puedes aprender de los animales, en la medida en que no esperan nada a cambio cuando te transmiten su cariño y atención. De igual forma, este no es un acto exclusivo con los humanos, pues también son capaces de ser generosos con otros animales.
Los simios son uno de los seres vivos que mejor reflejan este valor, pues recurren a adoptar crías cuando quedan huérfanas, al igual que otros padres animales. Su instinto los provee de una simpatía a veces mayor que la de los humanos y los cataloga en general como individuos que —dependiendo de la especie— buscan el bienestar de sus semejantes.
5. Responsabilidad
Una mascota es una buena forma de inculcar el valor de la responsabilidad a los niños pequeños. El asignarles tareas relacionadas con el cuidado y bienestar de los animales les permite adquirir esta habilidad y comprender su importancia.
Sin embargo, es importante que un adulto supervise el desempeño del menor en las responsabilidades que se le asignen. El cuidado, la alimentación y el aseo de las mascotas permitirán a los niños comprender que hay otras responsabilidades que deben asumir en sus vidas y les facilitará el proceso de aprendizaje.
Los animales no discriminan ni rechazan a otros por su forma de actuar o pensar. Por el contrario, son seres que tratan siempre de dar cariño incondicional y estar para sus amos cuando los necesiten. Tampoco buscan herir a sus semejantes con intención, por lo que estos valores pueden ayudarte a mejorar ciertos aspectos personales.
Bibliografía
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