¿Tu perro apesta? 9 posibles motivos
Cierto es que algunas personas toleran peor los olores de los no humanos que otras. Es normal, pues para ellos es una forma de comunicación y nosotros solemos tratar de anularlos. Sin embargo, en ocasiones puedes encontrar que tu perro apesta de verdad y no saber por qué.
En estos casos no tiene por qué deberse al propio olor corporal del cánido. En ocasiones, un mal olor no es más que un signo de alguna condición veterinaria que debe ser atendida. Vamos a repasar los principales motivos por los que un perro puede empezar a oler realmente mal.
¿Cómo saber si un mal olor es patológico?
Hay perros que huelen peor que otros, y eso es un hecho. Al igual que existen humanos con un olor corporal más fuerte que otros, en el resto de los animales ocurre así también. ¿Cuándo, entonces, se trata de un olor atípicamente malo? Hay que tener en cuenta lo siguiente:
- El perro comienza a oler mal y antes no era así.
- El olor es nauseabundo, es decir, característicamente patológico (por ejemplo, el can huele igual que cuando se infecta una herida).
- Aparición de otras señales al mismo tiempo, como heridas, encías retraídas, adelgazamiento, vómitos, etcétera.
- El perro apesta aunque se le aplique un correcto cuidado de higiene.
¿Por qué mi perro apesta?
Como podrás imaginar, las señales que has leído en el apartado anterior indican que algo no va bien con la salud de tu can. Aparte de estos motivos, aquí encontrarás algunas otras razones para los malos olores en perros, así que no te pierdas nada.
1. Tu perro apesta porque se ha revolcado sobre algo maloliente
Una conducta natural de los canes es revolcarse en olores fuertes, ya que de esta forma camuflarían su propio olor a la hora de cazar si viviesen en libertad. El problema viene cuando estos revolcones se realizan en heces, animales muertos, orina y otros ejemplos similares. Si tu perro se restriega contra el suelo y llega oliendo fatal, toca darle un baño.
2. Problemas en las glándulas perianales
Algunos cánidos tienden a sufrir inflamaciones de las glándulas perianales o a que se les llenen demasiado. Cuando esto ocurre, puede pasar que las vacíen, dejando un olor ácido y similar al del pescado, que es bastante penetrante. En otros casos se pueden haber desarrollado otras patologías, como tumores o infecciones.
3. Infecciones de piel
Las úlceras, alergias, dermatitis y otras afecciones cutáneas suelen cursar con prurito, de forma que el perro se rasca de forma excesiva. Este rascado puede ocasionar infecciones oportunistas con su correspondiente mal olor, de forma que se trata de otro motivo que requiere de una visita al veterinario.
4. Seborrea
La seborrea es una afección que hace que la piel del can segregue más grasa de lo normal. Esto da como resultado un olor rancio, caspa, pelo apelmazado y es posible que dermatitis u otras consecuencias para la salud del animal.
5. A tu perro le huelen los pies
Como sabrás, las almohadillas y la trufa son las únicas partes del cuerpo de tu can capaces de sudar. La concentración de glándulas sudoríparas en las almohadillas, unido al hecho de que están en contacto con la suciedad del suelo y de la calle, puede ocasionar que su olor se vuelva penetrante. Una buena higiene debería solucionar el problema; de lo contrario, lo mejor es acudir al veterinario.
6. Otitis o mala higiene de los oídos
Algunos perros tienden a producir más cera que otros (al igual que pasa en humanos), por lo que sus oídos pueden llegar a despedir aromas fuertes y desagradables si no se les proporciona una adecuada higiene. Un exceso de cerumen, por otra parte, también puede ser la causa de una infección que, a su vez, acrecienta el mal olor.
7. Mala higiene en general
Si bien es cierto que no conviene lavar demasiado a menudo a los canes para evitar problemas de piel, la ausencia de higiene es una causa lógica cuando un perro apesta. La acumulación de pelo muerto, la caspa o la suciedad en el pelaje son una llamada a las bacterias que causan olores desagradables.
8. Alteraciones gastrointestinales
En ocasiones, las flatulencias de los perros huelen especialmente mal debido a alteraciones de su aparato digestivo. Un ejemplo de ello son los desequilibrios nutricionales de dietas con exceso de grasa o de fibra o las intolerancias alimenticias. Estas alteraciones vendrán acompañadas de más síntomas digestivos, como los vómitos o las diarreas, por lo que conviene acudir al veterinario.
9. Problemas bucales
El aliento de los perros suele ser algo desagradable de por sí, pero este puede llegar a ser preocupante cuando aparecen patologías bucales como la gingivitis o las placas de sarro. Además, cuando el can se acicale, extenderá ese mal olor al resto de su cuerpo.
Un mal olor de boca también puede estar causado por problemas gástricos, de ahí la importancia de la visita al veterinario.
Como ves, cuando un perro apesta de manera importante, suele haber un motivo detrás. Existen muchas estrategias para solucionarlo, como los desodorantes o los enjuagues bucales, pero lo primero debe ser siempre el chequeo de su salud. No dudes nunca en pedir consejo a los expertos.
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