Salmonelosis en aves: causas, síntomas y tratamiento

La salmonelosis es una infección de tipo bacteriano que afecta tanto a aves como a mamíferos. Puede ser un problema para los pájaros domésticos, pero sobre todo para aquellas especies que se crían para el consumo.

Seguro que el término Salmonella te suena de algo, más si has padecido una infección gastrointestinal provocada por la ingesta de huevos u otros productos animales en algún momento de tu vida. Aunque la salmonelosis es una condición famosa por afectar a los seres humanos, cabe destacar que las aves y otros muchos mamíferos pueden llegar a padecerla.

Las infecciones bacterianas son relativamente comunes en aves, sobre todo en aquellas que se mantienen en las granjas de producción intensiva hacinadas en espacios pequeños. Sigue leyendo, pues en las siguientes líneas te contamos qué es esta condición, cómo se manifiesta de forma sintomática y cuál es su tratamiento. ¡No te lo pierdas!

¿Qué es la salmonelosis aviar?

El término salmonelosis hace referencia a cualquier infección bacteriana provocada por el complejo Salmonella spp. , independientemente de la especie que se vea afectada y de la intensidad del cuadro clínico. En aves, los microorganismos que se suelen barajar como sospechosos causales son Salmonella gallinarum y Salmonella pullorum.

Todas las especies de aves son susceptibles de contagiarse por Salmonella. De todas formas, fuentes profesionales indican que la prevalencia de la condición es mayor en invierno, sobre todo en especies gregarias que se alimentan de semillas (Passeriformes). La vulnerabilidad de cada ejemplar dependerá de su salud general, su fortaleza inmunitaria y la potencia del serotipo causante.

La salmonelosis es una enfermedad zoonótica, es decir, puede transmitirse de aves a humanos sin mucha dificultad. La mayoría de veces el contagio se produce por la ingesta de carne, huevos o agua contaminados, pero la manipulación directa de pájaros enfermos o muertos también es una importante vía de entrada de los patógenos al organismo.

Causas

La salmonelosis en aves es causada por una serie de bacterias del género Salmonella. Entender su etiología es sencillo, pero lo más importante es tener claro cuáles son las vías de transmisión. Estas se recogen en la siguiente lista:

• Infestación de pequeños mamíferos: los roedores, por ejemplo, pueden enfermar y liberar la bacteria con sus heces. Si un ratón enfermo defeca en la fuente de agua de los pájaros puede infectar a una población entera.
• Transmisión vertical: una hembra infectada puede transmitir el patógeno a los huevos antes de que estos eclosionen. Los pollitos nacerán enfermos y, por ende, tendrán potencial infeccioso.
• Acumulación de basura: tal y como indican fuentes profesionales, las moscas son transmisoras de la enfermedad. La acumulación de desechos atraerá a estos y otros invertebrados vectores de las bacterias, lo cual favorecerá mucho que los pájaros domésticos terminen infectándose.
• Acumulación de aves: las bacterias pueden ser inhaladas mediante la respiración de micropartículas y aguantan bien fuera de su hospedador por un tiempo limitado. Cuantas más aves se encuentren en un espacio reducido, más probable será que la enfermedad se expanda.
• Estrés: el estrés deprime el sistema inmunitario de los pájaros, lo cual facilita que se produzcan infecciones.

La causalidad de la salmonelosis en aves se asocia en casi todos los casos a un mal cuidado de los animales. Hacinar ejemplares, no darles de comer lo que deben, mantener las instalaciones sucias o exponerlos a un estrés extremo son predisponentes claros a la hora de expandir esta condición.

Síntomas

La infección suele manifestarse a nivel faríngeo y gástrico, pero tampoco es extraño que las bacterias colonicen el hígado y el bazo. Por esta razón, los signos clínicos suelen ser generales y compartidos con otros muchos padecimientos. Estos son los síntomas más llamativos de la salmonelosis en aves:

• Diarrea de color verde-amarillento que mancha las plumas de la región cloacal.
• Apatía generalizada.
• Falta de apetito y pérdida de peso.
• Sed excesiva y constante derivada de la pérdida de agua por la diarrea. 
• Plumaje erizado.

Además, cabe destacar que esta infección se considera muy grave. La tasa de mortalidad sin tratamiento en los ejemplares adultos ronda un 50 %, pero en los pollos de nido la fatalidad aumenta a un 95 %. Los pájaros más frágiles morirán entre 1 y 3 días después de mostrar los primeros síntomas.

Diagnóstico de la salmonelosis aviar

Los síntomas de la salmonelosis aviar son muy similares a los presentados en otras condiciones, por lo que la simple manifestación de signos clínicos no sirve de mucho a la hora de realizar el diagnóstico. De todas formas, la sospecha comenzará en cuanto el tutor haga hincapié en el cuadro de diarrea y deshidratación del pájaro enfermo.

El diagnóstico es bastante sencillo, pues basta con analizar una muestra de las heces en el laboratorio (coprocultivo) y aislar a la bacteria causal. De todas formas, es probable que el tratamiento antibiótico comience antes de la llegada de los resultados, pues si se espera de más el pájaro terminará por morir.

Tratamiento

Portales veterinarios indican que el tratamiento de elección en casi todos los casos es el antibiótico enrofloxacina (producto comercial Seriflox), a razón de 10 gotas por cada 40 mililitros de agua presente en el bebedero de la instalación. Este fármaco también sirve para tratar otras infecciones concomitantes. La duración total es de 19 días: 7 de antibióticos, 5 de descanso y otros 7 de antibióticos.

Otra alternativa es la administración de cloranfenicol directamente en el pico, sobre todo si el pájaro es doméstico y vive solo. La framicetina, la sulfaquinoxalina y las vitaminas del complejo B se pueden aplicar bajo atención veterinaria si otros de los abordajes no funcionan.

La salmonelosis en aves es una condición relativamente común, sobre todo en las infraestructuras de producción avícola con gallinas. De todas formas, el mejor tratamiento siempre es la prevención: mantén las instalaciones de los pájaros limpias, llévalos a chequeos veterinarios rutinarios y busca ayuda profesional en cuanto detectes el más mínimo síntoma en ellos.