¿Sabes interpretar las señales corporales de tu gato?

Aunque aún existen muchas incógnitas sobre cómo interpretar el lenguaje corporal del gato, saber un poco sobre ellas mejora bastante la convivencia con el felino. Por ello, es casi una obligación que los tutores aprendan a
¿Sabes interpretar las señales corporales de tu gato?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 05 abril, 2022

Los gatos a través de señales corporales tratan de comunicarse con sus dueños. Por ejemplo, observando la posición de la cola de un gato es una manera de descifrar cómo un gato se siente. Si su cola se encuentra hacia arriba significa que está feliz o alegre, mientras que si su cola está hacia abajo puede indicar que tiene miedo o se siente amenazado.

En cambio, si el gato mueve su cola rápidamente hacia atrás y adelante, es una señal que se siente agitado y, por lo tanto, es mejor dejarlo solo. Si la cola del gato está en posición vertical o esponjada, es señal de que se siente amenazado. Y cuando se combina con la espalda arqueada y las garras desenvainadas, mejor retrocede. Decididamente está enojado. A continuación, te presentamos las señales corporales de tu gato.

Comunicación del gato

Contrario a los perros, el gato tiene un lenguaje corporal más sutil que pocos tutores saben cómo interpretar correctamente. Además, son menos tolerante a las incomodidades, de manera que atacarán al menor indicio de peligro inminente.

A pesar de esto, el gato doméstico tiene algunas señales corporales evidentes de su estado emocional. Claro está, necesitas estar atento a los cambios sutiles en su comportamiento, pero con el tiempo es posible interpretar bien el lenguaje no hablado de tu querido felino.

Los movimientos más perceptibles tienen relación con las extremidades de la mascota. Por esta razón, los ojos, las orejas, la cola, el pelaje y la posición de su cuerpo es lo primero que debes revisar para comprender lo que intenta decir tu compañero. A continuación, se muestran algunas de las señales corporales más comunes del gato y su significado.

1. Movimientos de orejas y ojos

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A menudo, un gato puede usar varias formas de lenguaje corporal para mostrar sus sentimientos. Puede ser difícil de creer, pero las orejas de un gato pueden contener más de dos docenas de músculos, lo que les permite poder girarlas de formas diferentes.

Las orejas de un gato y su cola son una parte vital de su lenguaje corporal, y la interpretación adecuada puede ayudar a entender mejor sus estados de ánimo y, en algunos casos, los ayuda a mantenerse a salvo de lesiones.

Tómate el tiempo para entender sus modos de comunicación y podrás descifrar mejor su estado de ánimo y necesidades. En ese sentido, otra buena manera de medir el estado de ánimo de tu gato es prestar atención a la posición de sus orejas. Por ejemplo, orejas hacia adelante significa que el gato quizás quiera jugar.

Las orejas hacia arriba, en cambio, es señal que está en alerta. Si las orejas se volvieron, él podría sentirse irritado o sobreestimulado. Así que lo mejor es dejarlo solo. En caso de que las orejas se movieran hacia los lados o hacia atrás, este gato se siente nervioso o ansioso. Ten cuidado si un gato tiene las orejas en esa posición.

Las orejas hacia atrás y planas contra la cabeza es un signo de que el gato tiene miedo y se encuentra a la defensiva. Orejas planas contra la cabeza también pueden indicar un gato enojado o agresivo.

Los ojos de los gatos son hermosos y fascinantes, ya que pueden ofrecer todo tipo de pistas sobre cómo se siente con el mundo que le rodea. Las pupilas dilatadas, es señal de un gato sorprendido, asustado o estimulado. El parpadeo lento indica que tu mascota se siente segura, cómoda y confía en ti. Los ojos entrecerrados indican un gatito relajado y confiado.

2. Maullidos y ronroneos

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Los gatos pueden utilizar sus maullidos para manipular a la gente con el fin de obtener satisfacción de sus necesidades. El maullido de un gato es un dispositivo para llamar la atención, para expresar saludos, aprobación o demanda de alimentos.

Aprender los matices de vocabulario de un gato para que puedas detectar la diferencia entre una súplica para la cena y un grito urgente de ayuda, no es tan sencillo como se piensa. Por ejemplo, cuando el gato se encuentra ronroneando suele indicar alegría, pero también puede ser la búsqueda de comodidad cuando se está recuperando de una enfermedad.

El ronroneo agudo indica amabilidad, mientras que los silbidos son advertencias de que te mantengas alejado, al menos hasta que el gato se haya calmado.

El maullido es un sonido muy fuerte, especialmente en los machos que no han sido castrados, sobre todo se puede oír este particular sonido cuando se sienten amenazados por otros gatos. La fuerte intensidad de este sonido también es común en aquellos gatos que son sordos.

3. Señales corporales del gato

A pesar de que las extremidades juegan un papel fundamental en la comunicación, la posición del cuerpo también manca ciertos mensajes. Por ejemplo, cuando un felino se pone boca arriba y expone su vientre mientras tú estás cerca, significa que confía mucho en ti. Sin embargo, no te confundas, dicha postura no siempre indica que el gato te dejará tocarle la panza, así que ten cuidado.

Si, por el contrario, su cuerpo se encuentra acostado sobre un costado, arqueado y con el pelo erizado, indica que se siente amenazado y se prepara para atacar si es necesario. En este punto, también es posible que comience a vocalizar con bufidos o gruñidos, pues trata de advertirte que no debes acercarte más a él.

4. Comportamientos de acecho

Por otro lado, un gato activamente curioso, por lo general se centra en el objeto de su curiosidad y tratará de llegar a él. Todos sus sentidos están en sintonía con el objetivo: ojos bien abiertos, pupilas dilatadas, orejas hacia adelante y en picada y bigotes con visión de apuntamiento y propagación.

Este comportamiento de acecho, con el que se concentra demasiado en su objetivo, proviene de sus instintos naturales de cazador. Por ello, se mueven con gran destreza y con sumo cuidado de no causar ruido innecesario.

Los gatos no pueden mantener esa tensión de forma indefinida, por lo que pueden llegar a darse por vencidos y resignarse a soportar la frustración. Sin embargo, esto no siempre es bueno, pues la constante frustración podría ocasionar un estado de depresión. Además, puede interpretarse erróneamente como la calma, así que en caso de duda, busca ayuda y llévalo a su veterinario.


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