¿Qué es la extinción masiva del Holoceno?

La Tierra está sufriendo la que es considerada la sexta extinción masiva de su historia. Conocer sus causas es importante para evitar la desaparición de más especies.
¿Qué es la extinción masiva del Holoceno?
Miguel Mata Gallego

Escrito y verificado por el biólogo Miguel Mata Gallego.

Última actualización: 13 octubre, 2020

Desde hace años, una gran cantidad de animales están desapareciendo de la faz de la Tierra, pues se calcula que unas 150 especies de seres vivos desaparecen cada 24 horas. Sin duda, esto evidencia que la extinción masiva del Holoceno es imparable. Las causas son variadas, pero casi todas tienen que ver con las actividades humanas.

¿Qué está provocando la extinción masiva del Holoceno? ¿Qué especies están afectadas por ella? ¿Qué podemos hacer los humanos para frenarla? Si quieres saber más acerca de esta peligrosa situación, continúa leyendo.

La sexta gran extinción terrestre

Los datos científicos no mienten: la Tierra se halla inmersa en la que ya es considerada la sexta extinción masiva de su historia. Este no es el primer episodio catastrófico en lo que a pérdida de diversidad se refiere, pues las especies terrestres han sufrido multitud de extinciones masivas y algunas de ellas llegaron a amenazar seriamente la propia existencia de la vida.

En la extinción del Pérmico-Triásico (hace 250 millones de años) desaparecieron el 95 % de las especies marinas, incluidos los famosos trilobites. En la de finales del Cretácico, hace 65 millones de años, desaparecieron para siempre todos los los taxones de dinosaurios.

Todas estas extinciones han sido un punto de inflexión en la vida en la Tierra y cambiaron para siempre el planeta. ¿En qué punto nos encontramos ahora con la extinción masiva del Holoceno?

El koala es una especie en peligro de extinción.

¿En qué consiste esta nueva extinción?

Se conoce como extinción masiva del Holoceno a la más reciente desaparición masiva de especies. Debe su nombre al periodo geológico en el que ocurre, el Holoceno, era en la que nos encontramos desde hace unos 12 000 años aproximadamente.

Su principal causa es, sin ninguna duda, la actividad humana. Desde la expansión del Homo Sapiens por el mundo —hace 40 000 años— las especies de la tierra han sufrido y sufren una serie de factores que las amenazan:

  • La caza masiva de grandes animales que provoca su extinción. Con el inicio de la expansión de los humanos por todo el mundo, nuestra especie comenzó a cazar para la alimentación. Esto provocó declives poblacionales en muchos animales, que a la larga han desembocado en la desaparición de especies como el mamut o el uro.
  • La desaparición de hábitats provocada por las actividades humanas: agricultura, minería, construcción, tala de árboles y otras muchas actividades perjudiciales para los ecosistemas.
  • El cambio climático que lleva aconteciendo desde finales del siglo XIX, debido a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera terrestre.

Como se puede ver, aunque los factores en sí son variados, todos tienen que ver con la intervención humana. Nuestra especie se ha expandido por el globo de forma irrefrenable a lo largo de los siglos, y desde luego, los ecosistemas naturales se han visto gravemente perjudicados por ello.

Miles de especies amenazadas

Según numerosos estudios, la actual tasa de extinción es de 100 a 1000 veces mayor del promedio natural, lo que nos refleja cuán dramática puede ser la pérdida de especies.

La voz de alarma está más que justificada: la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), tal y como se muestra en este artículo periodístico, considera que una de cada ocho especies de aves, una de cada cuatro de mamíferos y una de cada tres de anfibios están en peligro.

Muchas de estas especies se ven amenazadas por los efectos del cambio climático. El calentamiento global provoca variaciones drásticas de temperatura y precipitaciones, frente a las cuales muchos animales no están preparados. Existen casos tan conocidos como el del oso polar, que pierde su hábitat ante la desaparición de la banquisa ártica.

Como se puede ver, el cambio climático y la pérdida de hábitats son los principales desafíos a los que se enfrentan los animales. La desaparición del ecosistema más diverso que existe, la selva tropical, puede provocar la pérdida de miles de especies, algunas tan icónicas como el orangután.

La extinción del Holoceno: un proceso antiguo

Cuando hablamos del sexta gran extinción, solemos pensar en eventos relativamente recientes por culpa de los seres humanos. Tal es el caso del dodo —que desapareció en siglo XVII— o el delfín del río Yangtsé, considerado extinto en una fecha tan cercana como 2008.

Sin embargo, no debemos olvidar que las extinciones en realidad llevan ocurriendo desde hace miles de años. Tal es el caso de la gran extinción americana prehistórica, donde 33 géneros de grandes mamíferos de los 45 presentes perecieron por causas climáticas.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Ante el dramatismo de las cifras dadas, es normal que cunda entre nosotros la sensación de que nada podemos hacer ante un evento de extinción de esta magnitud. Sin embargo, esto no es así: estamos a tiempo, como humanidad, de evitar la extinción de numerosas especies.

Para hacerlo, debemos cambiar ciertos patrones socioeconómicos, pero no es un proceso fácil. Las medidas necesarias se dividen en los siguientes pilares:

  • Priorizar una gestión sostenible del medio natural: evitar la sobreexplotación de recursos. Con ello podemos atajar la continua desaparición de los hábitats de los cuales no solo dependen las especies en peligro, sino también nosotros.
  • Luchar contra el cambio climático: esto se consigue mediante la reducción paulatina —y finalmente desaparición— de las emisiones de gases de efecto invernadero. Al hacerlo protegeremos a las especies de los efectos adversos del calentamiento global.
  • Intensificar la protección del medio natural: mediante espacios naturales protegidos y reservas, para tener lugares donde la naturaleza pueda seguir su curso sin intervención humana.
Un árbol sufriendo los efectos del cambio climático.

En conclusión, pese a la enorme dificultad que acarrea, debemos reconocer que siempre es posible evitar la extinción masiva de especies si se aplican las políticas adecuadas para ello. Todos juntos aún podemos revertir esta crítica situación.

 


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