Podenco andaluz: todo sobre esta raza

El podenco andaluz tiene un origen antiguo y a día de hoy conserva sus excelentes habilidades de cazador. Descubre más sobre su carácter y cuidados.

El podenco andaluz es un perro distinguido por su figura, elegante y orgulloso a partes iguales. No obstante, y pese a las coincidencias, no debe confundirse con otros podencos como el español o el ibérico.

Precisamente, en las siguientes líneas vamos a contarte un poco más sobre el origen de esta raza, sus características, su temperamento, sus cuidados y otros detalles que la hacen única. ¿Te interesa saber más? Continúa leyendo.

Características del podenco andaluz

De acuerdo con la Sociedad Canina Costa del Sol, los antepasados del podenco andaluz proceden del antiguo Egipto y fueron introducidos en la península ibérica hace más de 3000 años por los comerciantes fenicios. Su linaje es muy antiguo.

Pese a que comparte este mismo origen con otros podencos, cada variedad tiene sus características, propias de los cambios evolutivos y del manejo de los criadores. Aunque esta es una raza antigua, no fue reconocida hasta 1992 por parte de la Real Sociedad Canina de España (RSCE). No obstante, la Federation Cynologique Internationale (FCI) no la ha aceptado hasta el momento.

Cuerpo y cabeza

El podenco andaluz tiene un cuerpo muy estilizado y elegante y un lomo corto y ancho, así como una musculatura muy marcada y bien desarrollada. Según el estándar de la RSCE, presenta una cruz poco prominente y con amplia inserción en el cuello, mientras que su cola es de implantación baja, arqueada y de grosor medio.

Por su parte, la cabeza tiene una forma alargada y cuadrada, cuyo hocico es un poco subconvexo, recto y con una trufa color miel y redonda. Los ojos son pequeños, redondos y de tono meloso o avellana y las orejas son triangulares, de inserción media y con una terminación en punta.

Pelaje y color

El podenco andaluz se presenta en 3 variedades según el pelaje: de pelo liso o corto (que es duro al tacto y asentado); de pelo duro o cerdeño (que es recio al tocarlo) y de pelo largo o sedeño (que se siente sedoso).

Los canes de pelo cerdeño y sedeño están provistos de un manto abundante en la mayoría del cuerpo, exceptuando la cabeza y las extremidades, donde es un poco más corto. En cuanto al color, encontramos que el podenco andaluz es de tono canela (en un tono claro o encendido) o blanco (marfil, mate o plateado). Otros colores no son aceptados por el estándar de la RSCE.

Tamaño y peso

Hay tres tamaños diferentes para el podenco andaluz. Te los mostramos en la siguiente lista:

1. Tamaño grande: los podencos andaluces grandes pesan entre 6 y 27 kilogramos. Las hembras tienen una altura entre los 53 y los 61 centímetros y los machos entre los 54 y los 64.
2. Mediano: estos ejemplares tienen un peso que oscila entre los 6 y 16 kilogramos y una estatura para las hembras de 42 a 52 centímetros y para los machos de 43 a 53.
3. Tamaño pequeño: son canes cuyo peso está entre los 3 y los 8 kilogramos y una altura que oscila entre los 32 y los 41 centímetros para las hembras y de 42 y 45 centímetros para los machos.

Carácter del podenco andaluz

Esta raza se distingue por ser sociable e inteligente, así como afectuosa y muy equilibrada. Debido a que el podenco andaluz ha sido un perro de caza, se mantiene siempre alerta y listo para reaccionar según instrucciones de su tutor.

Hay que decir que los podencos son perros muy fieles y leales a su familia. Por esta misma razón se muestran desconfiados ante la presencia de extraños, aunque no son agresivos si no hay claras señales de un ataque.

Adiestramiento

Cuando son cachorros, los podencos andaluces necesitan un buen proceso de socialización con su manada, incluyendo madre y hermanos. Se recomienda que este periodo se extienda por unos dos meses y medio con el fin de evitar que el adulto se torne inseguro o miedoso.

Una vez pase este periodo, el tutor deberá enseñarle a seguir reglas básicas en referencia al control de esfínteres y el respeto por los objetos de la casa, entre otras cosas. Por otro lado, hay que establecer jornadas de adiestramiento y de juego con el objetivo de enfocar la energía del cánido en el exterior y promover un estado más tranquilo dentro de casa.

Cuidados y condiciones de salud del podenco andaluz

El podenco andaluz requiere los cuidados básicos que se deben tener con cualquier mascota: alimentación de calidad, paseos, un espacio cómodo y mucho cariño por parte del cuidador. Además, hay que brindarles atenciones especiales según su tipo de pelaje, como el cepillado y el baño. Es necesario retirar su pelo muerto una vez a la semana, mientras que los baños se pueden esparcir cada mes o cada dos meses.

Al ser una raza cazadora e inteligente, hay que estimularla con juguetes olfativos e interactivos. A ello se suma que son canes muy sociables, por lo que el tutor deberá procurar que el peludo no pase más de 6 a 8 horas en soledad.

Respecto a las condiciones de salud, encontramos que el podenco andaluz es muy saludable. La raza no reporta enfermedades congénitas y no es susceptible de desarrollar problemas que amenacen su vida. Solo requiere los cuidados de su tutor y que este sea responsable al seguir el calendario de vacunas y desparasitación.

De todas maneras, si el cánido en cuestión desempeña labores de caza puede llegar a sufrir de luxaciones de rodilla o codo, distensiones y desgaste articular. Realizar chequeos continuos puede prevenir estos padecimientos.

¿Conocías todo esto sobre el podenco andaluz?

El podenco andaluz es un perro hermoso, muy leal y activo. Sin duda alguna, vale la pena adoptar uno de estos ejemplares y brindarle el cariño que sabe retribuir muy bien. Cuéntanos, ¿conocías esta raza y las características que te compartimos?