Piometra en gatas: causas, síntomas y tratamiento

Cuando se habla de enfermedades en las gatas, la piometra es considerada como una de las más peligrosas. ¿Quieres saber cuales son los motivos?
Piometra en gatas: causas, síntomas y tratamiento
Daniel Aguilar

Escrito y verificado por el veterinario Daniel Aguilar.

Última actualización: 02 agosto, 2022

Estamos seguros que el tener un gato como mascota es maravilloso. La peculiar manera de demostrar su cariño resulta gratificante. Sin embargo, para que puedan expresarse de la mejor manera, es necesario preservar su salud. En los felinos existen diversas enfermedades que pueden comprometer su vida, tal como la piometra en gatas, una situación alarmante en hembras no esterilizadas.

Como encargado del bienestar de tu mascota, es importante que conozcas la manera correcta de actuar ante una patología de este tipo y así evitar el surgimiento de complicaciones que terminen con un trágico desenlace. En las próximas líneas te daremos las herramientas necesarias para conseguirlo, no dejes de leer.

¿Qué es la piometra?

También conocida como hiperplasia endometrial quística, la piometra en gatas es una patología infecciosa uterina causada por un desbalance hormonal. Durante el transcurso de la enfermedad, se acumulan distintas secreciones, bacterias y contenido purulento dentro del útero.

Las gatas de edad avanzada (superior a los 8 años), hembras multíparas o bien, ejemplares jóvenes que previamente hayan pasado por terapias hormonales, son las más afectadas. Debido al riesgo que esto conlleva, de no actuar de manera oportuna, las repercusiones podrían ser fatales.

Causas de la enfermedad

Todas las hembras presentan una serie de cambios producidos por la acción de las hormonas durante el ciclo estral. En el caso de la piometra en gatas, al momento que se alcanza el pico máximo de los niveles de progesterona, su organismo puede reaccionar inadecuadamente, provocando un engrosamiento del endometrio (la capa más interna del útero) y dando pie al surgimiento de numerosos quistes.

Una vez que se han producido estos cambios dentro del cuerpo uterino de tu mascota, los quistes comienzan a producir abundantes fluidos que se liberan y acumulan en el interior del útero. Este caldo resulta tener las condiciones ideales para la proliferación de bacterias.

Normalmente, los agentes bacterianos causantes de la piometra en gatas consiguen entrar vía vaginal durante una mota no exitosa. Algunos casos suelen darse en consecuencia a una infección urinaria o a una contaminación fecal. Los microorganismos presentes en la sangre e intestinos también pueden participar, siendo E. coli uno de los agentes más comunes que se han observado.

Un gato tortoiseshell.

Clasificación de las piometras

Por la manera física en la cual se manifiesta la enfermedad y considerando la apertura del cuello uterino, la piometra en gatas puede clasificarse de la siguiente manera:

  • Abierta: El cuello uterino permanece abierto, permitiendo que el contenido purulento uterino pueda salir o ser retirado de manera más sencilla.
  • Cerrada: Aquí, el cuello del cérvix permanece cerrado, por lo tanto las sustancias infecciosas presentes en el útero no podrán salir y continuarán acumulándose. De no tratarse a tiempo, podría presentarse una fuga del material purulento a la cavidad abdominal y complicar gravemente la salud de tu mascota.

¿Qué signos presentan las gatas?

A pesar de considerarse una afección del aparato reproductor, debido a la gravedad que conlleva un cuadro de piometra en gatas, las manifestaciones clínicas no se limitan a esta región. Pon mucha atención, que tu minina podría presentar lo siguiente:

  • Descarga vaginal maloliente, (en piometras abiertas) purulento y mucohemorrágico.
  • Distensión abdominal (vientre hinchado).
  • Pérdida de apetito.
  • Tu gata se lame constantemente el área genital.
  • Polidipsia (incremento del consumo de agua).
  • Poliuria (aumento de la frecuencia para orinar).
  • Letargia y depresión.
  • Fiebre.

Diagnóstico y medidas terapéuticas

El organismo de cada felino puede responder con uno o varios signos ante una intoxicación causada por la piometra en gatas. El éxito de un tratamiento efectivo radicará en la velocidad con el que este comience. Para su diagnóstico, el médico veterinario comenzará por realizar una exploración física a tu mascota. Además, podrá optar por la toma de una placa radiográfica y un análisis del contenido vaginal.

Una vez que se ha establecido un diagnóstico definitivo, es necesario estabilizar a la gata. Se le administrará un antibiótico de amplio espectro acompañado de prostaglandinas F2, las cuales permiten una relajación del cuello uterino, mayor contractibilidad del útero y además, promueven la inhibición de la progesterona. Los profesionales aplicarán una dosis de 0.1 a 0.25 mg/kg cada 12 a 24 horas por un período de 3 a 5 días.

Para obtener una mejor respuesta, será conveniente mantener a tu mascota con una fluidoterapia constante. No obstante, en busca de erradicar por completo la enfermedad, será conveniente realizar una intervención quirúrgica conocida como ovariohistrectomía, en la cual se extirpan los ovarios y el útero en su totalidad. Este procedimiento es sin duda el tratamiento médico de elección ante una piometra.

¿Cómo prevenir la piometra?

La principal acción preventiva empleada para evitar que tu gata sufra esta patología, es la esterilización. Las hembras que fueron esterilizadas a temprana edad y posteriormente han conservado un buen estado de salud, mantendrán un sistema inmunológico muy fuerte, capaz de defenderse ante el arribo de microrganismos extraños.

Es importante mantener una comunicación constante con los profesionales. Recuerda, en la mayoría de casos de piometra en gatas, el pronóstico resulta menos complicado cuando se comienza un tratamiento correctivo a tiempo. Desde el primer signo anormal que logres detectar en su comportamiento, visita al médico veterinario para que realice una valoración de su estado de salud.


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