Un perro acude en auxilio de otro can que había sido atropellado

Esta noticia nos demuestra, una vez más, que los sentimientos complejos no son exclusivos de los seres humanos.

La noticia que hoy te traemos ha hecho eco en los medios de comunicación: un perro acude en auxilio de otro can que había sido atropellado y no se separa de él en ningún momento. Más allá de la bondad de estos animales y sus características casi humanas, este tipo de comportamientos abren un abanico de preguntas a nivel etológico.

¿Son los perros realmente conscientes del sufrimiento de los de otros canes? ¿Pueden empatizar con animales no humanos? ¿Son conscientes de la muerte y el peligro al igual que nosotros? En base a esta curiosa noticia, tratamos de responder todas estas cuestiones y muchas más en las siguientes líneas. No te lo pierdas.

La noticia

Tal y como indica el periódico nacional 20 minutos, el día 18 de febrero del 2021, en una de las principales avenidas de Ceará (Brasil), un perro fue atropellado. Por desgracia, este tipo de sucesos son muy comunes, pues en países como España se calcula que hasta 10 millones de animales mueren atropellados anualmente en las carreteras de la región.

De todas formas, este caso tiene algo de especial: otro cachorro callejero acudió a asistir a su compañero malherido y no se separó de él hasta que llegaron al lugar miembros de una ONG local. Marina Assunção, enfermera que atendió en la calle a ambos canes, relata que el cachorro se mostró alterado y no quería que nadie se acercara al can herido.

El perro que no fue atropellado estuvo toda la noche protegiendo a su compañero en medio de la carretera. Además, los vídeos grabados muestran cómo este trataba de lamer las heridas y frotar las patas del animal accidentado, como si tratase de revivirlo. Una imagen desgarradora que, sin duda, nos muestra hasta dónde llega la empatía animal.

Una vez localizados, poco a poco los profesionales se ganaron la confianza de ambos perros y el herido pudo ser trasladado a una clínica veterinaria. Incansable y heroico, el cachorro que lo atendió siguió al coche hasta la clínica y a día de hoy espera con paciencia a que su compañero se recupere.

El can atropellado está siendo tratado y evaluado, con el fin de que pueda ser trasladado a un nuevo hogar en tiempos futuros. Eso sí: la ONG ha esclarecido que solo se podrán adoptar a ambos perros juntos. El vínculo que han demostrado es verdaderamente fuerte, así que separarlos sería un acto de falta de empatía humana.

¿Son los perros capaces de sentir empatía con otros perros?

Se ha demostrado en múltiples ocasiones que los canes perciben nuestras emociones y responden a ellas. Por ejemplo, un perro nota cuando su tutor está triste y trata de alegrarlo. Lo mismo sucede ante sentimientos negativos, pues, cuanto más nervioso y agresivo es un tutor, más proclive será el animal a sufrir ansiedad.

¿Qué pasa, de todas formas, entre canes? Un estudio publicado en el año 2017 nos da las respuesta. En él, se mostraron imágenes y sonidos positivos y negativos de perros y humanos a un grupo muestral aleatorio formado por diversos canes. Estos prestaron mucha más atención a los tonos negativos, independientemente de que fueran emitidos por perros o humanos.

La cosa se pone interesante, en cambio, cuando se estudia la respuesta de los perros a los sonidos de sufrimiento emitidos por compañeros. En estos casos, los canes del experimento mostraron una respuesta y nivel de estrés mucho mayor cuando el emisor del quejido era un perro que reconocían.

Así pues, aunque es difícil cuantificar el nivel de empatía en canes, está claro que estos reconocen a sus compañeros y sufren por ellos. Quién sabe, ¿quizás el perro que acudió al auxilio del atropellado había compartido una vida con él? En este punto solo queda especular, pero claramente todo indica que estos animales empatizan con nosotros y entre ellos.

El perro que acudió al auxilio de su compañero

Esta noticia nos demuestra, una vez más, que los canes son capaces de sentir amor, cariño, pena, empatía y otras muchas emociones complejas. Aunque no se puedan cuantificar estos sentimientos de manera numérica, pocas explicaciones biológicas más nos quedan para justificar estos comportamientos más allá de ellos.

Por esta razón, debemos tratar al resto de animales siempre operando en base a su consciencia, esté o no presente en la especie con la que se interactúe. Si asumimos que un ser vivo es capaz de sufrir y lamentar una pérdida, la especie humana comenzará a tratar dignamente a todas las formas de vida de una vez por todas.