Perrita sin hogar y con sarna, tenía sus esperanzas perdidas, ahora luce radiante
Algunos perritos abandonados y, especialmente, aquellos que nacen directamente en las calles bajo la protección de su propia madre, logran adaptarse y sobrevivir.
Sin embargo, cada día que pasan a su propia suerte, es un día en el que deben enfrentarse a nuevos problemas. Y es que no solo se trata de conseguir alimento, deben exponerse a los cambios climáticos, encontrar refugio, esquivar vehículos e incluso enfrentar maltratos de algunas personas.
Quieras o no, con el tiempo este estilo de vida va dejando huellas en cada animalito callejero. El estar constantemente expuesto a la suciedad, la intemperie y consumir desperdicios termina por acarrearles muchas complicaciones en su salud. Es por eso por lo que muchos perritos terminan por volverse desconfiados, miedosos y su mirada triste nos hiela el alma.
Afortunadamente existen personas que se dedican a rescatar y reubicar estos perritos para que puedan tener una segunda oportunidad al lado de una familia que los ame. A pesar de que cada rescate es una historia conmovedora, hubo un caso en especial que nos dejó a todos con el corazón enternecido.
Lydia, la perrita que se robó el corazón de sus rescatistas
Cuando nos encontramos con perritos callejeros, podemos deducir tan solo con su apariencia el tiempo que llevan vagando por las calles. Existen varias afecciones típicas como las pulgas, la suciedad y la sarna que nos hablan de una constante exposición a la suciedad.
Por eso, cuando encontraron a Lydia, una cachorrita de apenas 8 meses de edad, no podían creer el mal estado en el que se encontraba. Tenía la piel muy lastimada y casi no tenía pelaje. Sus rescatistas incluso llegaron a creer que se trataba de una perrita anciana.
La organización de rescate animal This is Houston de Texas, Estados Unidos, fue la encargada de atender a su llamado para poder ayudarla. Cuando la encontraron, la pobre perrita estaba muy deshidratada, anémica y con un terror en su mirada.
Un nuevo comienzo
Al llevarla al veterinario, sabían que Lydia debería enfrentar un largo proceso hasta lograr su recuperación. Los estudios revelaron que Lydia tenía gusanos en el corazón y otras afecciones en la piel.
A pesar de estar muy lastimada, Lydia respondió muy amablemente ante las muestras de afecto. Parecía estar agradecida y enseguida se dejó tumbar en los brazos de sus nuevos amigos.
Con el tiempo, sus medicamentos y una buena alimentación, la hermosa cachorrita comenzaba a transformarse. Su pelaje había crecido de nuevo y su actitud era de una perrita totalmente feliz. Todos en el refugio se habían encariñado mucho con ella y sabían que ya estaba lista para iniciar la búsqueda de una familia adoptiva.
Esperamos pronto oír noticias de esta hermosa cachorrita, ¡enhorabuena Lydia!