Nueva York prohíbe a las tiendas de mascotas vender gatos, perros y conejos

En Nueva York se ha dado un paso más en la protección de perros, gatos y conejos con una nueva ley. Vamos a ver en qué consiste.
Nueva York prohíbe a las tiendas de mascotas vender gatos, perros y conejos
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 28 enero, 2023

Desde Norteamérica nos llega una buena noticia para los amantes de los animales. Nueva York prohíbe a las tiendas de mascotas vender perros, gatos y conejos, obligándolas a colaborar con refugios para fomentar la adopción. A partir de 2024, esta ley será efectiva y los establecimientos deberán cesar en esta actividad.

¿Qué hay detrás de esta ley? ¿Qué debates suscita? ¿Es sostenible a nivel económico? Vamos a ver en detalle el origen de esta directriz, así como su implantación y el debate que hay a su alrededor. No te pierdas nada.

Nueva York prohíbe vender 3 especies en tiendas minoristas

Un gato selkirk rex.

En diciembre de 2022 se aprobó la ley S.1130/A.4283, la cual prohíbe la venta de perros, gatos y conejos en las tiendas de animales de compañía. Si bien se pretendía hacerla efectiva para el 2023, se ha retrasado hasta 2024 para dar tiempo a las tiendas que se dedicaban exclusivamente a esta actividad.

Nueva York es el segundo estado en aplicar esta ley, detrás de California.

Sin embargo, no se incluye aquí la prohibición de exhibirlos tras los cristales de las tiendas. Al haber sustituido esta práctica por el permiso para colaborar con refugios de animales, se podrá cobrar a las protectoras por utilizar esos escaparates para fomentar la adopción de sus refugiados.

Esta ley tampoco regula la venta de las conocidas como puppy millso granjas de cachorros, los grandes criaderos de perros y otros animales destinados a la venta en el pequeño comercio. Estos negocios mueven alrededor de 100 000 millones de dólares al año.

El pensamiento detrás de esta ley

La gobernadora que firmó esta ley, Kathy Hochul, afirmó que los perros, gatos y conejos de Nueva York merecen un hogar amoroso y un trato humano. El objetivo tras ella, afirma con su equipo, es la de evitar el tráfico de animales dentro del estado de Nueva York, pues se sabe que estos macrocriaderos envían animales con severos problemas de salud y de comportamiento por las malas condiciones en las que viven.

Esto, además de considerarse una afrenta contra los propios animales, suele costarles a los compradores desembolsos extra en veterinarios y educadores.

También se afirma que, aunque no se establece ningún control sobre dichas macrogranjas de cría, sí se quiere controlar qué hay en las tiendas del estado. Además, de esta manera, se da una oportunidad extra a las protectoras para fomentar la adopción, pues el contraste entre la producción de las granjas y el abarrotamiento de los refugios es más que llamativo.

El debate: criadores versus activistas

Esta ley no está exenta de debate, pues son muchas personas diferentes implicadas en sus raíces. Por un lado, obviamente están los criadores particulares, dueños de tiendas y propietarios de las puppy mills, que afirman que su negocio se irá a la quiebra con esta nueva ley. También aluden a la responsabilidad del comprador, que según ellos, es quien dicta las tendencias estéticas de las razas de perros, gatos y conejos con su demanda.

Por otro están las asociaciones animalistas, que basan su defensa de la ley en varios puntos. A continuación tienes un resumen de los mismos:

  • Nueva York prohíbe la venta de perros, gatos y conejos en sus tiendas, pero no la actividad de los criaderos.
  • Las condiciones de vida de los animales en estos lugares son sinónimo de maltrato, y no se trata de casos aislados. Son muchas las investigaciones que muestran madres obligadas a parir hasta que su cuerpo se consume, cachorros separados antes de destetarse, montañas de suciedad y un largo etcétera.
  • Mientras la población gasta dinero en comprar animales, otros nunca salen del refugio y estos siempre están abarrotados.
  • Otras especies de animales, como las aves, los peces o los insectos, no están recogidos en esta ley y también merecen protección.
  • La mayoría de los proveedores de cachorros y gazapos provienen de otros estados, por lo que estas granjas no van a quebrar mientras existan otros lugares que sigan comprándoles.

El lento avance de los derechos animales

¿Cómo debe ser la jaula de un conejo?

Esta ley supone un pequeño avance para frenar la compraventa de animales en Estados Unidos. No obstante, al ser tan restringida, no provoca un impacto real en el tráfico de vidas no humanas, si bien es útil para continuar con las tareas de concienciación de la población.

Sin embargo, con cada medida animalista viene una respuesta opuesta. No se puede dejar de trabajar, pues en un ámbito que se introduce tan lentamente dentro de las conciencias y con un maltrato animal tan arraigado en la cultura humana, siempre existe la posibilidad de volver a los inicios.

Por eso, no perdamos de vista la capacidad que nos une a todos, la empatía. El amor que sientes al mirar a tu animal a los ojos es real, y el sufrimiento de todos los seres sintientes también. Celebra, protege y disfruta de compartir el planeta con unos seres tan maravillosos.


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