No quiere comer por miedo a que sea un truco para después ser castigado nuevamente

El maltrato en los animales no es ninguna novedad y en muchos casos trae consigo una gran desconfianza de los perros hacia los humanos.
No quiere comer por miedo a que sea un truco para después ser castigado nuevamente

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 octubre, 2022

Benji es un perro que, como muchos otros, vivió una trágica historia; pero hoy su vida es totalmente diferente. Por mucho tiempo, este can lo único que experimentó fue maltrato y cuando unos rescatistas lo estaban intentando alimentar, se veía bastante desconfiado. 

Sus antiguos dueños aseguraron que se les olvidaba darle de comer y Benji estaba, literalmente, en los huesos. Debido a esto, lo llevaron a una fundación donde pudo recuperarse y encontrar una familia que hoy lo ama como nunca había experimentado. 

La historia de Benji

Benji pasó sus primeros años en unas condiciones terribles. Vivía atado en un reducido espacio donde pasaba hambre y frío. Todo esto sucedió en Sudáfrica, donde además las personas que vivían cerca de Benji le tiraban piedras o cualquier objeto. 

Sin embargo, alguien que se dio cuenta de esto e informó al grupo de rescatistas de Sidewalk Specials que este animal estaba en grave peligro. Así fue como conocieron a Benji. En todos sus años de rescate nunca había visto a un perro tan afectado y asustado. 

Con mucha razón, Benji se mostraba desconfiado ante cualquier humano, pues creía que todo el que se acercara a él le iba a hacer daño. Para ganarse su confianza, los rescatistas le ofrecieron comida y a pesar de toda el hambre que tenía, el perro tenía miedo de comer porque pensaba que lo iban a lastimar apenas agachara la cabeza. 

Sin embargo, era tanta el hambre, que Benji al final no se pudo resistir y se acercó a los rescatistas para alimentarse. El perro por fin conoció humanos que lo único que querían era su bienestar. 

Comenzando a mejorar

Debido a su estado de desnutrición, Benji caminaba con mucha dificultad y temblaba todo el tiempo. Por supuesto lo primero que hicieron fue llevarlo al veterinario y se dieron cuenta de que su proceso sería difícil por el lado de la confianza en los humanos. 

A Benji le encontraron un hogar temporal donde pudo recibir su tratamiento al pie de la letra y después de una semana, se veía cada vez mejor. Incluso consiguió en el mismo hogar un nuevo amigo con el que se mantenía jugando de un lado a otro. 

Varios meses después, Benji ya estaba más que listo para encontrar un hogar definitivo y lleno de amor para él. El perro estaba tan bien que no parecía el Benji del comienzo de esta historia. 

Por fortuna, Benji no tardó en encontrar un hogar indicado. Ahora vive con una mujer y otros perros con los que es feliz y se siente protegido. Este can por fin pudo volver a confiar en los humanos y hoy goza de ese privilegio. 


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