Mi perro ladra mucho, ¿qué hago?

Un punto que también se tiene que considerar es que ciertas razas de perros tienden a ladrar más que otras, por lo que esta conducta no siempre es resultado de algún problema de comportamiento.
Mi perro ladra mucho, ¿qué hago?
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 03 agosto, 2022

Los canes utilizan su ladrido para comunicarse con sus congéneres y para expresar sus emociones, por lo que este acto es una parte esencial en su vida diaria. No obstante, cuando un perro ladra mucho, se convierte en un problema que perjudica la convivencia familiar y reduce la calidad de vida.

Aunque parezca extraño, el exceso de vocalizaciones suele ser de los conflictos más habituales entre los tutores. Por lo tanto, existe diferentes estrategias y trucos que pueden ayudar a solucionar este tipo de problemas. Sigue leyendo este espacio y descubre qué hacer cuando tu perro ladra mucho.

¿Por qué ladran los perros?

Como se mencionaba, los perros emplean sus ladridos como un medio de comunicación y de expresión, por lo que su significado varía según el contexto y el evento que lo desencadene. Entre las razones principales por las que un perro ladra se encuentran las siguientes.

1. Defensa de territorio

Cuando un extraño entra a su hogar, los canes lo detectan como una posible amenaza e intentan ahuyentarlo por medio de sus ladridos. Estos casos pueden llegar a ser peligrosos porque incentivan la conducta agresiva de la mascota, así que es crucial corregirlos a la brevedad.

2. Exigencia de atención

Los perros tienen cierta dependencia emocional por sus tutores, por lo que es normal que intenten buscar su atención por medio de sus vocalizaciones. Si a pesar de esto no logran su cometido (obtener atención), es probable que su conducta escale a un comportamiento destructivo.

Los perros con ansiedad presentan problemas de comportamiento.

3. Detección de peligro

Los caninos son animales bastante receptivos, por lo que pueden detectar cualquier situación peligrosa para él o para su familia. En cuanto se sienta amenazado, ladrará hasta que el peligro cese o se aleje. Es posible que en algunos casos el perro detecte una situación inofensiva como amenazante, lo cual significa que tiene un problema conductual serio que necesita resolverse.

4. Aburrimiento

Aunque parezca difícil de creer, los perros también pueden llegar a sentirse aburridos, de manera que podrían comenzar a ladrar solo para entretenerse o pasar el rato. Esto suele suceder cuando no se estimula la mente de la mascota, lo que lo lleva a experimentar con sus vocalizaciones.

5. Ansiedad o estrés

El estrés es una condición que provoca un estado de alerta constante que desgasta el cuerpo y provoca ansiedad. Dicha situación genera una inestabilidad emocional y propicia que la mascota sea incapaz de regular su conducta, por lo que comienza a ladrar en situaciones inofensivas.

6. Exceso de alegría

Los canes experimentan las emociones casi de la misma forma que las experimentaría un niño. Por esta razón, si se sienten felices es posible que ladren para expresar sus sentimientos y su gran entusiasmo. Eso sí, se debe ser cuidadoso de no malinterpretar el exceso de alegría con la ansiedad. Mientras que la alegría es ocasional, la ansiedad aparece siempre con las mismas situaciones y de manera crónica.

7. Frustración

La inteligencia emocional de los caninos es tan compleja que pueden demostrar signos de frustración ante ciertos eventos. Al igual que sucede en los humanos, si son incapaces de realizar o completar ciertas actividades, sus emociones se descontrolan y podrían comenzar a ladrar para liberar su frustración.

¿Qué puedo hacer si mi perro ladra en exceso?

Es importante señalar que nunca se le debe impedir al perro ladrar, ya que esto podría ocasionarle estrés y derivar en problemas de salud. Sin embargo, si los ladridos son excesivos o se presentan en momentos inadecuados, es posible utilizar diferentes estrategias para controlarlos. Entre los mejores consejos que existen para evitar estos escenarios se encuentran los siguientes.

1. No castigues ni regañes a tu perro

Aunque el enojo es una de las primeras emociones que los tutores sienten al no poder controlar a su mascota, se debe evitar a toda costa castigar o regañar al can. Este tipo de acciones propician que se les genere estrés, lo que a futuro producirá más problemas de comportamiento.

2. Utiliza órdenes sencillas para distraerlo

Prueba darle una orden sencilla como sentarse o tumbarse para que el can pierda el enfoque y se tranquilice un poco. Recuerda darle un premio cuando consiga calmarse, pues así reforzarás este comportamiento y te costará menos controlarlo en las siguientes ocasiones.

Ladrido del perro

3. No fuerces las situaciones que le disguste

Cada can tiene su propia personalidad y no siempre se encuentran receptivos para enfrentar ciertas situaciones. Así que no los fuerces a interactuar ni a estar en zonas que les disgusten, pues esto les ocasionará estrés y serán más propenso a ladrar en exceso.

4. No lo acaricies mientras ladra

Si acaricias a tu perro mientras ladra, es probable que lo interprete como una señal de que su comportamiento es correcto. Por ello, la mejor recomendación en estos casos es dar órdenes directas sin ningún tipo de recompensa hasta que no controle sus ladridos.

5. Transmítele seguridad

Es preciso recordar que los perros son capaces de interpretar el lenguaje corporal y detectan cualquier nerviosismo en sus tutores. Si perciben que tienes miedo o estás inseguro, el can tratará de defenderte a toda costa y tenderá a ladrar sin control. Por esta razón, antes de intentar corregirlo o darle alguna orden, cálmate a ti mismo e intenta transmitirle seguridad.

6. Ejercítalo y juega diario con tu perro

Como se mencionaba más arriba, algunos perros tienen la mala costumbre de ladrar para llamar la atención o por aburrimiento. Así que, si quieres evitar que esto suceda, debes ofrecerle un buen régimen de ejercicio y juegos que agoten su energía y satisfagan su curiosidad. De esta forma, reducirás la cantidad de ladridos.

7. Desensibilízalo

Algunos perros reaccionan de manera excesiva a situaciones que le generan miedo o pavor, como el sonido de los fuegos artificiales o la ansiedad por separación. Para eliminar este tipo de problemas, se puede intentar realizar un proceso de desensibilización sistemática. Este consiste en exponer al can de manera gradual a aquellas condiciones que es incapaz de gestionar con el objetivo de que se acostumbre.

Eso sí, se debe ser cuidadoso y constante con este proceso para lograr la desensibilización. Si no te crees capaz de lograrlo, acude con un especialista para que te oriente de manera adecuada. Ten en cuenta que cualquier error podría ocasionar más complicaciones en la conducta de la mascota, así que no lo tomes a la ligera.

8. Acude con un profesional calificado

En caso de que los consejos anteriores no te sirvan para evitar que tu perro ladre mucho, es recomendable que asistas con un etólogo para que te ayude a solucionar el problema. Estos especialistas están enfocados en identificar y tratar los posibles trastornos en la conducta de los canes, además de que te guían para entender mejor a tu mascota.

También, considera tener la asistencia de un veterinario que supervise el trabajo y el avance del can. De esta manera, en caso de que sea necesario, tu perro tendrá a su disposición el tratamiento farmacológico adecuado que le ayude a lidiar mejor con sus emociones.

Recuerda que cualquier conflicto con el comportamiento de tu perro debe resolverse a la brevedad, ya que se pone en riesgo la calidad de vida tanto del tutor como de la mascota. Asimismo, no dudes en buscar ayuda lo más pronto posible, pues si el conflicto empeora, es probable que se vuelva agresivo y ponga en riesgo la integridad de la familia.  Así que no descuides a tu can y ofrécele la atención que merece.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Mentzel, R. E. (2006). Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la ansiedad por separación en el perro. Clínica veterinaria de pequeños animales, 26(4), 0329-334.
  • Elgier, Á. M., Jakovcevic, A., Mustaca, A. E., Bentosela, M., & Barrera, G. (2009). Problemas de comportamiento en los perros domésticos (canis familiaris): aportes de la psicología del aprendizaje. Revista de Psicología, 18(2), ág-123.
  • Desachy, F. (2016). Los trastornos del comportamiento en el perro. Parkstone International.
  • Bentosela, M., & Mustaca, A. E. (2007). Comunicación entre perros domésticos (Canis familiaris) y hombres. Revista Latinoamericana de Psicología, 39(2), 375-387.
  • Castillo Simón, I., & Muñoz González, S. (2011). ¿Perros potencialmente peligrosos?: el papel del veterinario en la agresividad canina. (Tesis de grado. Universidad Autónoma de Barcelona).

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.