Cómo lograr que tu perro deje de ladrar por todo

Los perros que ladran por todo suelen tener un motivo o problema oculto detrás de su comportamiento. Por esta razón, los regaños y el uso de la fuerza nunca es una buena opción, pues solo le provocan más ansiedad a la mascota.
Cómo lograr que tu perro deje de ladrar por todo
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 07 julio, 2022

Los ladridos son la forma en que nuestro perro se comunica, ante cualquier situación. Unas veces con alegría y otras como alerta ante situaciones de peligro. ¿Sabes lograr que deje de ladrar por todo?

Si la educación del perro no ha sido la adecuada, es posible que comience a generar problemas de comportamiento y ladre en exceso. Para evitar que el perro pueda ladrar por todo, primero tenemos que conocer las causas que lo provocan. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo hacerlo.

Situaciones que provocan ladrar por todo al perro

Este tipo de hábitos, si están muy asentados en un perro, no son fáciles de cambiar. En primer lugar, hay que tener mucha paciencia y comprensión.

1. Estrés

Nuestro perro tiene necesidades básicas, más allá de la alimentación. La compañía, sus paseos cotidianos, un espacio suficiente en casa, y muchas otras. Si alguna de sus necesidades básicas no está siendo cubierta, puede que nuestro can esté tratando de liberar el estrés acumulado.

En situaciones de estrés muy extremas, malos tratos, excesiva soledad, poco espacio o frustración, puede que utilice el ladrido como su única vía de escape para expresar su tensión.

2. Un exceso de soledad

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El perro es un animal social. Tiene la necesidad de e interactuar constantemente con su entorno y más si se trata de animales muy activos.

Si viviese con libertad en la naturaleza, un perro viviría junto a su manada las 24 horas del día y aunque se encontrara relajado, siempre tendría alguien a quien mirar, mordisquear y jugar. Si estamos mucho tiempo fuera de casa, posiblemente la solución ideal será buscar un compañero a nuestro amigo.

3. Ansiedad tras la separación

Este problema se relaciona con el anterior, la soledad. Si nuestra mascota se queda sola en casa sin control ni supervisión, es posible que canalice la ansiedad por separación mordiendo los muebles o ladrando.

Visto de otra forma, el can sufre de un descontrol emocional cuando ve que su tutor se marcha, por lo que es incapaz de controlarse y presenta conductas inadecuadas. En estos casos, la solución es tratar esta ansiedad aportando al perro bienestar, tranquilidad y confort.

4. Dificultades de socialización

Hasta los perros que están continuamente entretenidos pueden a veces ladrar a objetos concretos, vehículos y personas. Esto puede suceder, entre otras cosas, porque no hayan desarrollado desde cachorros la capacidad de socializarse. Tal vez sigan teniendo miedo ante estímulos del día a día, ruidos, niños, bicicletas, etc. En caso de ser preciso, hay que tratar el problema con un profesional.

5. Exceso de excitación

Hay perros muy juguetones y excitables, y más si son cachorros y no pueden evitar ladrar ante algunos estímulos. Normalmente sucede cuando juegan con otros animales, descubren cosas nuevas, hacen algo que les gusta, se excitan y se emocionan. Incluso esta emoción puede llevarles a hacer sus necesidades sin control.

En estos supuestos lo más adecuado es premiar actitudes “tranquilas” en el animal y evitar regañarle por algo que no hace de forma voluntaria. De lo contrario, solo le provocarás inseguridad y estrés, lo que agravará la situación.

6. Situaciones frustrantes

Hay algunas actitudes, y también algunos juegos, que pueden llegar a frustrar al perro. Por ejemplo, jugar con luces tipo láser que perseguirá, pero no alcanzará nunca, nos puede parecer divertido a nosotros. Sin embargo, el animal se frustra por ello y lo podría demostrar al ladrar en exceso.

7. Ansiedad por salud, vejez e incluso sordera

Algunos perros, con el paso de la edad, van perdiendo capacidades auditivas o de visión. Al no tener ser capaces de percibir las cosas de la misma manera que antes, podrían comenzar a generar ansiedad y desesperación. Esto puede tener como consecuencia que ladren mucho en la vejez.

Estos animales necesitan un cariño y confort especial debido a su condición. La vejez cambia por completo su capacidad de comunicación y de interacción, por lo que es necesario ser comprensivos y respetuosos con el perro anciano.

8. Miedos

Las experiencias duras y traumáticas pueden generar miedos en los perros a situaciones, personas y objetos. En consecuencia, el perro podría comenzar a ladrar en exceso si se enfrenta de nuevo a un evento similar y estresante. Es importante saber tratar con paciencia estos casos y comprender que el animal solo está ladrando para protegerse de aquello que considera “peligroso”.

Algunos trucos para evitar que el perro pueda ladrar por todo

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Para que nuestro amigo deje de ladrar por todo hay algunos consejos que podemos tener en cuenta:

  • Hay que potenciar la relajación y la tranquilidad en el animal, en casa y en el exterior. Caricias, masajes, aromas relajantes y premios son excelentes incentivos.
  • No hay que regañar ni pegar cuando veamos ladrar por todo. Este comportamiento lo único que conseguirá es empeorar el problema.
  • Los perros que tienden a ladrar por todo necesitan ejercicio físico. Es poco probable que un can ladre sin motivo si se encuentra agotado, por lo que la actividad física ayuda a controlar la situación.
  • Si el perro ladra por la calle cuando se cruza con otros peludos, lo ideal es intentar no recoger la correa (ya que el can nota la tensión). Sigue con el paseo como si nada ocurriese.
  • Hay que tener una actitud tranquila y firme para que el perro la note también. Eso sí, siempre vigilando su seguridad y bienestar. Recuerda que los canes perciben el estado emocional de sus tutores, por lo que si detecta inseguridad o miedo, ladrará para “protegerte” y perderás el control de la situación.
  • Corrige con un estímulo. Cada vez que ladre en exceso, interrúmpelo con un sonido, una mirada o un ligero toque. En los primeros intentos el perro solo ignorará la señal y seguirá con sus vocalizaciones. Sin embargo, con el tiempo comprenderá el significado.
  • Busca ayuda con un etólogo canino. Si has probado todos los consejos y aún no logras reformar el comportamiento de tu mascota, lo mejor será buscar la ayuda de un profesional. Eliminar esta conducta no solo mejorará su relación, sino también su calidad de vida.

Como te podrás dar cuenta, los perros que ladran en exceso siempre suelen tener una razón de por medio. Antes de emplear la fuerza o los regaños, considera buscar y solucionar la causa detrás de su comportamiento. Si no te sientes preparado o dudas de que seas capaz de corregirlo, es mejor que acudas con un profesional para que te oriente.


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