La hidatidosis: una enfermedad parasitaria que tiende a resurgir

Algunas enfermedades parasitarias son especialmente relevantes dada la dificultad a la hora de controlarlas, sobre todo si se trata de parásitos que pueden transmitirse entre los animales y el hombre.
La hidatidosis: una enfermedad parasitaria que tiende a resurgir
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 27 noviembre, 2020

La hidatidosis es una enfermedad de origen parasitario provocada por gusanos planos conocidos como cestodos. Es una patología que afecta a numerosas especies de mamíferos, entre ellos el hombre.

Esta patología tiene un carácter zoonótico derivado de la relación estrecha entre los hospedadores naturales —gran parte de los animales domésticos— y el ser humano. Por lo tanto, para evitar que se convierta en un problema de salud pública, es necesario controlar su incidencia en los animales.

Generalidades sobre la hidatidosis y su efecto en los animales

El agente causal de esta enfermedad es un parásito del género Echinococcusun pariente cercano de las quizá más conocidas tenias. La especie más importante en medicina veterinaria es Echinococcus granulosus, que se mantiene en la naturaleza gracias al ciclo de transmisión perro-oveja.

Esta especie parásita también es muy importante en la medicina humana, puesto que causa la mayor parte de los casos de hidatidosis en personas.

Ciclo biológico

Como casi todos los parásitos complejos, los equinococos utilizan un ciclo biológico indirecto. Esto significa que necesitan a más de un hospedador para poder completar todas su fases vitales y cerrar el ciclo. Los parásitos tienen como hospedadores definitivos a algunos carnívoros durante su fase adulta y a una gran variedad de herbívoros y omnívoros durante la fase larvaria.

Los gusanos adultos viven en el intestino delgado del carnívoro en cuestión. Cuando se reproducen, liberan sus huevos al medio ambiente con las heces del animal hospedador. Estos huevos contaminan todo tipo de superficies y pastos y pueden sobrevivir hasta un año en condiciones de frío y humedad.

Más tarde, los hospedadores intermediarios ingieren esos huevos al comer pastos u otros alimentos o agua contaminados. Los huevos del parásito eclosionan al llegar al estómago y las larvas atraviesan las paredes del intestino.

Así llegan las fases larvarias al torrente sanguíneo, que las transporta a los distintos órganos diana. En esos órganos es donde se formarán los denominados quistes hidatídicos, culpables de los síntomas más graves en el hospedador.

Ciclo de vida del parásito causante de la hidatidosis.

¿Qué es un quiste hidatídico?

Se trata de una forma intermedia entre la larva y el adulto de algunos parásitos, donde las larvas se ocultan por un tiempo, antes de volverse sexualmente maduras. Es decir, en estos quistes se están formando, de alguna forma, los futuros parásitos. Esta fase de quiste hidatídico ocasiona lo que se llama hidatidosis quística.

El ciclo biológico terminará cuando un carnívoro hospedador definitivo ingiera un quiste, hecho que permite la liberación de las larvas en su intestino. Allí darán lugar a los nuevos adultos que, en unos días, volverán a ser capaces de liberar una nueva generación de huevos al medio ambiente.

Síntomas de la hidatidosis

En los hospedadores intermediarios los síntomas se deben al crecimiento de los quistes, que desplazan los tejidos normales y generan atrofia por presión. En este punto es donde aparece la verdadera enfermedad de la hidatidosis.

Lo habitual es que los síntomas dependan del número, tamaño y tipo de órgano en el que se desarrollan los quistes. Cuando E. granulosus, por ejemplo, se localiza en cerebro, riñones, huesos o testículos, provoca signos clínicos de mayor gravedad.

Las ovejas son una de las especies domésticas más afectadas por la fase larvaria del gusano en cuestión. Sus síntomas suelen incluir retraso del crecimiento y una clara disminución de la producción de leche y lana. Aun así, como los quistes crecen lentamente, muy pocos animales infectados mueren a causa de la enfermedad.

En los perros y demás hospedadores definitivos, los parásitos adultos no suelen provocar apenas síntomas. Como mucho un ligero malestar digestivo.

La hidatidosis como zoonosis

La hidatidosis es una zoonosis grave. Las tasas del quiste hidatídico en seres humanos a lo largo del mundo son bastante elevadas, sobre todo en poblaciones rurales de países en desarrollo. Además, las personas que trabajan con animales, los veterinarios y los propietarios de perros corren el riesgo de contraer la infección.

Como los huevos del gusano contaminan el medio ambiente, estos pueden infestar todo tipo de las alimentos vegetales o el agua de bebida. Asimismo, pueden adherirse al pelo de un animal doméstico y así llegar a las casas de los tutores.

Los síntomas de la hidatidosis en humanos son importantes al alojarse en el hígado, los pulmones, los huesos o incluso el cerebro.

Cuando los quistes formados dentro del individuo se rompen, se liberan de forma repentina un montón de larvas en el organismo. Esto genera una respuesta exagerada del sistema inmune y puede provocar la muerte del paciente por shock anafiláctico.

Control y prevención

La mejor medida de control frente a la hidatidosis consiste en interrumpir el ciclo biológico del parasito. En el caso de E.granulosus será preciso tomar las siguientes medidas para ello:

  • Impedir que los perros se acerquen a los cadáveres y vísceras del ganado en las granjas, hogares, mataderos y carnicerías.
  • Administrar un antiparasitario adecuado a los perros para eliminar los gusanos adultos.
  • Detectar quistes en los animales en las inspecciones sanitarias.
  • Vacunar a las especies domésticas más susceptibles —por ejemplo, las ovejas— para impedir el desarrollo de las larvas.
Un rebaño de ovejas en una puesta de sol.

En cuanto a la fauna silvestre transmisora, no es fácil controlar el ciclo del equinococo, pero sí se les puede impedir a los animales salvajes el acceso a los desechos que puedan estar contaminados, hecho que va ligado a la prevención en los propios ambientes ganaderos. Todas estas medidas previenen la hidatidosis en humanos.


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