¿Por qué mi gato no usa correctamente el arenero?
Los gatos tienen fama de ser animales sumamente limpios y, de hecho, lo son. Adquieren la buena costumbre de utilizar el lugar adecuado para hacer sus necesidades habitualmente. Sin embargo, hay algunos a los que les cuesta más. Es un asunto serio ya que, si no le ponemos remedio, puede poner en juego nuestra convivencia con la mascota. Por eso te vamos a explicar en este artículo cuáles pueden ser las razones por las que tu gato no utiliza de la manera adecuada el arenero.
Tengo un problema: mi gato no usa el arenero
Decíamos que es fundamental encontrar solución para que nuestro gato vuelva a usar de nuevo el arenero porque, de lo contrario, la convivencia podría estar en riesgo. Sería muy estresante tener que estar constantemente detrás de nuestro gato limpiando sus deposiciones. Acabaríamos enfadándonos con él y hasta regalándolo. Quizás te parezca imposible, dado el vínculo que tienes con tu animalito, pero mejor no ponerse a prueba. Si te sirve de consuelo, según un estudio de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), el mal uso del arenero por parte del gato es el problema más frecuente que tienen los dueños de este animal.
Cuestiones físicas para que el gato no quiera el arenero
Otra posibilidad es que padezca diabetes, lo que le lleva a tener una mayor frecuencia de micción. Tampoco podemos descartar que nuestro gato tenga artritis y por ello le resulte más cómodo no tener que subir al arenero.
Razones psicológicas por las que el gato no quiere usar el arenero
Más motivos por los que el gato no emplea el arenero
La situación del arenero puede llevarle a no querer usarlo. Por ejemplo, si lo colocamos en una zona apartada de la casa, como el sótano, para evitar los olores, o en el cuarto de la lavadora, con todos sus ruidos. El animal puede sentir miedo. Lo notaremos si busca lugares guarecidos para hacer sus necesidades, como debajo de la cama o en el interior de un armario. Lo mejor es poner el arenero en un lugar donde se sienta más cómodo.
Como son animales muy limpios, tampoco utilizarán el sitio adecuado si la arena huele mal. Saber cómo limpiar el arenero de tu gato es fundamental para evitarlo. Si tú eres capaz de percibir el mal olor, imagina tu gato. Así que, cambia la arena, al menos, cada dos días o cuando desprenda un aroma desagradable. Te damos Los mejores trucos contra el mal olor del arenero.
Es importante no cambiar el tipo de arena que utilizas, ya que se dan cuenta. Este artículo te ayudará, Arena para gatos: escoge la más adecuada. Si tienes más de uno, cada gato debe tener su propio arenero. Asimismo, te puede resultar de utilidad colocar su comida en el sitio que ha elegido utilizar para orinar o defecar, o incluso el propio arenero.
Consulta con su veterinario y sé paciente. Verás cómo pronto tu gato usa correctamente el arenero.