Fallan los planes de recuperación de las vaquitas

Fallan los planes de recuperación de las vaquitas
Laura Huelin

Escrito y verificado por la educadora canina Laura Huelin.

Última actualización: 03 diciembre, 2017

La vaquita es un cetáceo parecido al delfín que vive en el golfo de California (México). Hace tiempo se alertaba de que cada vez su población era más pequeña, y hace 40 años empezaron los planes para la recuperación de las vaquitas. Estos no han dado los resultados esperados y la vaquita se encuentra en peligro crítico de extinción.

Características de la vaquita

La vaquita es un mamífero marino, un cetáceo ododento que vive únicamente en el golfo de California, en México. Concretamente, vive en las aguas menos profundas y rara vez se aleja de la costa.

Se trata de uno de los cetáceos más pequeños del mundo, cuyos ejemplares suelen medir sobre 150 centímetros de largo y pesar como mucho 50 kilogramos. Podemos decir que los animales más grandes que pueblan nuestro planeta son cetáceos como las ballenas azules, si bien podemos apreciar lo sorprendentemente pequeñas que son las vaquitas, muy parecidas en este sentido a los delfines.

En cuanto a su aspecto, hay que indicar que son de color gris oscuro por la parte superior del cuerpo, que se va clareando hasta llegar a la barriga blanca. Además, tienen las aletas proporcionalmente más grandes que el resto de cetáceos y sus labios tienen una forma muy característica.

Con respecto a su comportamiento, es muy difícil verlas en libertad: apenas salen un momento a la superficie a respirar y vuelven a sumergirse. Si atendemos a su alimentación las vaquitas son depredadoras: su dieta se basa en pescado y calamares, y a sus presas las localiza gracias a sus sistemas de ecolocación.

La historia de la recuperación de la vaquita

Hace 40 años se alertó por primera vez del peligro que corrían y se pusieron en marcha los primeros planes de recuperación de las vaquitas. Sin embargo, fue durante la década de 1990 cuando se declaró la especie en peligro de extinción y los esfuerzos de todo el mundo se sumaron para evitar la tragedia.

Como son tímidas y pasan casi todo su tiempo sumergidas resulta complicado estudiar a este cetáceo. El tamaño de la población siempre se ha estimado: en 1997 se decía que había 560 vaquitas, mientras que en el 2000 se apuntaba a que solo vivían entre 100 y 300.

Por otra parte y, en primer lugar, se ha calificado el golfo de California como Reserva de la biosfera, para posteriormente nombrarlo Área de refugio de la vaquita. Desde 2013 se han llevado a cabo muchas otras acciones para salvarla: cambiar las profesiones de los pescadores que provocan las muertes de muchas vaquitas, intentar fomentar el turismo de observación, etc.

Ya en 2017 se puso en marcha el plan de recuperación de la vaquita más desesperado, pues se decía que solo quedaban 30 con vida, con la idea de capturar a todas las vaquitas que quedan y protegerlas en cautividad . De esta manera, intentarían que se reprodujesen y, cuando aumentase la población, volverían a liberarlas, aunque esta alternativa también ha fracasado.

Los fallos del plan de recuperación de las vaquitas

Sin embargo, ninguno de los planes han funcionado. Los pescadores locales que han cambiado de trabajo han fracasado y se han arruinado; mientras que, por su parte, el turismo de observación no ha tenido éxito, con unos ingresos por debajo de lo previsto.

La cuestión es que se sabe muy poco acerca de las vaquitas. De hecho se desconocía el nivel de docilidad de estos animales y si soportarían estar en contacto con humanos, y es que la puesta en marcha del plan fue una medida desesperada que tuvo que hacerse casi a ciegas.

Las dos primeras que fueron rescatadas para llevar a cautividad nos han demostrado que no podrían sobrevivir: la primera era una cría que moriría sin los cuidados de su madre. La segunda ha fallecido durante el traslado a las instalaciones; se supone que por el estrés causado durante la captura.

Vaquitas en el mar
Fuente: Paula Olson

Los científicos no encuentran otra solución para evitar su extinción. Muchos ya se han resignado a ver desaparecer las vaquitas, pues no sabemos lo suficiente de ellas para ayudarlas en su reproducción, además de que su hábitat no se puede proteger más.

Causas de su peligro de extinción

Como en todos los casos de extinción, hay muchas causas que han causado este problema:

La mayor causa de muerte en las vaquitas es quedarse atrapadas en redes de pesca ilegales para la captura del pez totoaba. La captura de este pez también es ilegal, puesto que está en peligro de extinción y protegido, aunque se encuentra muy cotizado en ciertas partes de Asia.

Otras causas del declive de la vaquita se pueden encontrar en la bajada de la calidad del alimento que ingieren: el represamiento del río Colorado ha afectado a la cantidad y la calidad de sus presas.

Las vaquitas no viven en grupos sociales, si no que son seres independientes, y es por ello que cuántas menos haya más difícil es que se encuentren para poder reproducirse. Adicionalmente, los embarazos de esta especie solo ocurren una vez al año y solo nace una cría por embarazo, por lo que su capacidad de reproducción es muy pequeña.

Finalmente, algunos científicos se han resignado a que los planes de recuperación de las vaquitas funcionen, y así asistamos a la extinción de la especie. Otros intentan, como un último esfuerzo, conseguir algún logro que las ayude, pero por lo que parece que pronto las vaquitas serán una raza extinta más.

Fuente de las imágenes: Paula Olson


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