Extraño pez gelatinoso extraído de las profundidades heladas en Alaska

Las profundidades del océano no dejan nunca de sorprender. Ven a ver un nuevo descubrimiento hecho en las aguas sin luz.
Extraño pez gelatinoso extraído de las profundidades heladas en Alaska
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 02 agosto, 2022

Allá donde no llega la luz del sol se esconden las criaturas más increíbles que pueda imaginar nuestra especie. Desde que los humanos desarrollamos la tecnología necesaria para adentrarnos en los abismos oceánicos, no hemos encontrado sino sorpresas dignas de las imaginaciones más disparatadas: es el caso del pequeño pez gelatinoso que se ha encontrado en Alaska.

Este descubrimiento se anunció este mismo año y ha revolucionado las redes. No te pierdas nada de este espacio, pues, aunque aún se sabe poco sobre este animal, encontrarás información de lo más curiosa sobre él. Comenzamos.

Peces abisales: cómo vivir sin luz

Algunas zonas del océano son tan profundas que la luz del sol no alcanza a iluminar el fondo. Como en una cueva, llega un punto en el que la oscuridad es absoluta. Esta zona, llamada afótica, comienza en los 200 metros de profundidad y recibe menos del 1 % de luz solar.

Los animales que viven en esta zona, por tanto, reunirán una serie de características que les permiten adaptarse a esta falta de luz y sobrevivir. Vamos a ver algunas de ellas:

  • Muchos carecen de esqueleto óseo: la mayoría presentan uno cartilaginoso o ausencia del mismo. Al no haber corrientes fuertes en aguas abisales ni llegar la luz, los peces no necesitan una estructura ósea sólida ni de la síntesis de calcio a partir de la vitamina D. De esta forma tampoco sufren por las grandes presiones de los fondos marinos.
  • No presentan colores llamativos: puesto que viven en completa oscuridad, los peces abisales no necesitan llamar la atención (o disuadir a los depredadores) mediante su aspecto.
  • Carecen de vejiga natatoria: de esta forma, la presión externa y la de su propio cuerpo se equiparan. Estos peces no se mueven del fondo marino, por lo que han perdido este mecanismo de flotación.
  • Algunas especies poseen bioluminiscencia: estos retazos de luz son lo único que se ilumina a estas profundidades. La presencia de órganos bioluminiscentes en estos animales responde a estrategias de caza o de reproducción.
  • Sus bocas son muy grandes respecto a su cuerpo: es común ver peces cuya boca ocupa un gran porcentaje de su tamaño total, o que incluso la expanden o dilatan el estómago. Esta adaptación es útil a la hora de capturar presas grandes, ya que la comida escasea en el fondo marino.
  • Ojos grandes o inexistentes: la ausencia de luz en la zona afótica da lugar a dos adaptaciones radicales. Una de ellas son los ojos más grandes de lo normal, que permiten aumentar la sensibilidad a la luz al máximo. La otra es la pérdida del órgano visual por el desuso a lo largo de la evolución de la especie.

El extraño pez gelatinoso de las profundidades de Alaska

Las aguas abisales del Pacífico Norte, además de oscuras, son extremadamente frías. Allí, en una expedición cercana a las Islas Aleutianas, el equipo de investigación de Sarah Friedman descubrió un pez gelatinoso en las heladas aguas de Alaska.

Este animal pertenece a la especie Crystallichthys cyclospilus, un pez que se clasifica dentro de la familia de los lipáridos y del orden de los escorpeniformes. Por lo general, se trata de peces de cuerpo alargado y gelatinoso, que carecen de escamas y vejiga natatoria. La mayor parte de estas especies son bentónicas, pero algunas, como la especie que nos ocupa, son capaces de vivir a más de 7 000 metros de profundidad.

De hecho, el Crystallichthys cyclospilus, descubierto el 19 de junio de 2022 en estas aguas, vive exclusivamente en el Pacífico Norte a una profundidad mínima de 830 metros. Su cuerpo tiene una textura similar a la gelatina para mantener una flotabilidad neutra al tiempo que soporta las grandes presiones de esa profundidad.

Peculiaridades del pez gelatinoso de Alaska, el Crystallichthys cyclospilus

Además de este tacto gelatinoso, el Crystallichthys cyclospilus reúne otras muchas características que le hacen especial. Por ejemplo, su cuerpo es prácticamente translúcido, lo que le permite fusionarse con el entorno (y más en escenarios con luz escasa).

Por otro lado, sus aletas ventrales están modificadas de forma que toman el aspecto de una ventosa. Esto, según las investigadoras, le permite adherirse a superficies del fondo marino para no tener que luchar contra las corrientes. Es una curiosa adaptación para ahorrar energía.

Lo que el fondo del mar nos oculta

Si la tierra firme te parece inmensa y crees que aún quedan rincones por descubrir, debes saber que el océano es un misterio aún más grande. De hecho, apenas se conoce un 30 % de la vida que se estima que podría haber en él.

Los océanos contienen información que bien podría tirar por tierra muchas de las teorías aceptadas hasta el momento sobre la evolución, la ecología marina y el futuro del planeta. Y es que el agua es la cuna de la vida y un misterio que, desgraciadamente, puede que muchos no vivamos para ver desentrañado. Aun así, el camino siempre será más fascinante que la meta.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Burke, V. (1930). Revision of the fishes of the family Liparidae. Bulletin of the United States National Museum.
  • Hernández-Urcera, J. & Guerra, Á. (2014). La vida en las grandes profundidades. Dendra médica. Revista de humanidades, 13(1), 34-48.
  • Napazakov, V. V., & Chuchukalo, V. I. (2005). Feeding of liparids (Liparidae) in the western Bering Sea. Journal of Ichthyology45(4), 313-317.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.