Entropión en perros: causas, síntomas y tratamiento

Como todos sabemos, el olfato es el sentido más agudo de los perros. De todas formas la vista no se queda atrás, pues gracias a ella los caninos son capaces de percibir el entorno, moverse de forma adecuada y sentirse seguros en nuevos espacios. El entropión en perros es una de esas condiciones que, de no atenderse, puede arrebatarle la visión a tu mascota y empeorar mucho su calidad de vida.

En las siguientes líneas te contamos qué es el entropión en perros, cuáles son sus síntomas principales y cómo tratarlo. No dejes de leer, pues es una condición más seria de lo que su etiología sugiere en primera instancia.

¿Qué es el entropión en perros?

Los ojos de los perros son órganos que están ajustándose constantemente para recibir la cantidad de luz adecuada del entorno. Los globos oculares se encuentran contenidos en las órbitas craneales, las cuales están revestidas por nervios, músculos, vasos sanguíneos y estructuras que permiten el drenaje de los líquidos.

La parte blanca del ojo de los perros es la esclerótica, que a su vez está cubierta por una membrana mucosa conocida como conjuntiva. El iris es la sección circular coloreada en el centro del globo y la pupila el núcleo negro. Según la contracción o dilatación de los esfínteres pupilares, la pupila se dilata para dejar entrar más luz o se contrae para limitar el estímulo lumínico.

La córnea es una de las partes más importantes del aparato ocular en los animales, ya que protege a los tejidos citados y ayuda a focalizar el haz de luz hacia la retina, estructura que contiene los fotorreceptores necesarios para transmitir la información recogida al cerebro. Por desgracia, esta delicada estructura puede verse dañada por fenómenos como el entropión.

Tal y como indica el portal veterinario VCA Hospitals, el entropión en perros es una anormalidad en los párpados que hace que estos se curven hacia adentro. El cuadro provoca que las pestañas y otros tipos de vello rocen la córnea y produzcan dolor, ulceraciones corneales, perforaciones o desarrollos pigmentarios que interfieren con la visión.

Aunque el entropión es un problema que se origina en los párpados, puede llegar a provocar ceguera.

Causas del entropión en perros

El entropión puede tener varias causas, pero se trata de una patología eminentemente hereditaria. A continuación, te mostramos algunos eventos que suelen propiciarla.

Genética

Tal y como indica el portal Veterinary Partner, el entropión suele ser congénito. En estos casos, el can afectado comenzará a presentar signos clínicos antes de cumplir el año de edad. No se sabe exáctamente qué gen puede predisponer a la condición, pero sí que se ha detectado que ciertas razas son mucho más proclives a padecerla.

Alguna de las razas con más probabilidades de presentar entropión congénito son el akita, el staffordshire terrier, el basset hound, el bloodhound, el bulldog, el Chesapeake Bay retriever, el clumber spaniel, el cocker spaniel y el labrador retriever, entre otros. Los ojos prominentes y los párpados caídos parecen jugar un papel importante en la predisposición, pero no explican la condición por sí solos.

Dolor o malformaciones oculares

Los ojos que se ven afectados por una condición previa suelen meterse “hacia dentro” de las órbitas, lo cual posibilita que los párpados queden colgantes y se doblen sobre sí mismos. El defecto ocular que causa este entropión puede ser congénito o adquirirse a lo largo de la vida.

Problemas de la piel

Algunas condiciones dermatológicas provocan la queratinización y el engrosamiento de la piel, algo que también afecta a los ojos y los párpados. Así pues, el cambio fisiológico de los párpados puede provocar que estos se “doblen” hacia adentro y se produzca el entropión.

Edad

La edad hace que la piel de los perros se vuelva flácida. Esto es especialmente vigente en razas que ya tienen los párpados caídos de por sí, como puede ser el cocker spaniel. El entropión asociado a la vejez en estos y otros tantos canes de raza pura es bastante común.

Heridas y lesiones

Las heridas y lesiones en los ojos a veces provocan daños en los párpados, los cuales cicatrizan mal si las atenciones por parte del tutor no son las adecuadas. Por ello, un golpe durante el juego o el paseo puede derivar en un entropión.

Síntomas

Los síntomas del entropión en perros se producen por el roce de los párpados y las pestañas contra la córnea y el globo ocular en general. Algunos de los signos más prevalentes en este cuadro son los siguientes:

• Ojos entrecerrados de forma constante. 
• Exceso de lagrimeo.
• Descarga purulenta en la zona afectada, algo que indica una infección bacteriana.
• Enrojecimiento e hinchazón aparentes alrededor del ojo afectado (o de ambos).
• Conjuntivitis, es decir, inflamación de la capa conjuntiva del globo ocular.
• Exceso de pestañeo.
• Blefaroespasmos o espasmos en los músculos del párpado.
• Signos de úlcera corneal

En la mayoría de los casos, ambos ojos se ven afectados a la vez (aunque uno esté más dañado que el otro). Cabe destacar que la inmensa mayoría de los canes presentan los síntomas antes del primer año de edad, pues casi siempre se trata de una condición congénita.

Diagnóstico

Ante cualquier anormalidad ocular, debes acudir con tu perro al veterinario. Ten en cuenta que una herida derivada del entropión puede infectarse y provocar cuadros muy graves en el can, así que no pases por alto los signos clínicos citados. 

Una vez en la clínica, el entropión en perros suele diagnosticarse solo con un análisis ocular externo. Si el diagnóstico es positivo, el veterinario realizará en tu can una prueba de tinción con fluoresceína para detectar el posible daño corneal. Este paso es muy importante, pues los pacientes con heridas en la córnea requieren tratamiento adicional.

Los signos clínicos suelen aparecer antes de que el entropión sea grave. Por ello, muchos canes reciben el diagnóstico en un análisis rutinario.

Tratamiento del entropión en perros

El veterinario puede recetar antibióticos preventivos tras el diagnóstico para evitar que la córnea se infecte (o para luchar contra una infección ya establecida), pero esto no curará el entropión en sí mismo. La única solución posible en todos los casos es la cirugía.

El procedimiento quirúrgico es sencillo: retirar el exceso de piel del párpado y recolocarlo mediante una blefaroplastia. La zona de resección se debe coser y los puntos se extraen de 10 a 14 días tras la intervención, por lo que el perro tendrá que volver a la clínica en poco tiempo. Cabe destacar que a veces se divide la corrección quirúrgica en 2 sesiones, una mayor y otra menor.

Si el animal tiene una úlcera corneal, esta deberá abordarse una vez la blefaroplastia ha sido realizada. Esto incluye la aplicación de pomadas oftálmicas y la higienización del globo ocular del perro hasta que la estructura mejore.

La blefaroplastia no suele realizarse en perros de 6 meses de edad o menos. Se puede tomar un abordaje conservador hasta que crezcan, pues nunca se sabe cómo va a ser la estructura craneal de los caninos en su edad adulta.

Pronóstico del entropión en perros

El pronóstico es excelente en casi todos los casos. Si la blefaroplastia se realiza a tiempo, el perro recuperará la normalidad fisiológica en cuestión de semanas. De todas formas, el daño corneal a veces es irreversible y en los casos más graves es posible que el animal no vuelva a presentar una agudeza visual completa. Además, no se descarta que el perro requiera más de una cirugía.

Se recomienda a todos los dueños de perros con entropión que no los crucen bajo ninguna circunstancia. Al tratarse de una condición genética, la reproducción posibilita que futuras camadas también la presenten y sufran complicaciones derivadas.