Enfermedades que transmiten los mosquitos a los perros

Los mosquitos utilizan su saliva como un anticoagulante para lograr succionar más sangre. Durante este momento se provocan los contagios, pues la saliva contiene a los patógenos que se adentran en el cuerpo del can.
Enfermedades que transmiten los mosquitos a los perros
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

Los mosquitos hematófagos son bastante conocidos y repudiados por la sociedad. Esto se debe a que sus piquetes no solo ocasionan inflamación, sino que también son capaces de transmitir patologías que ponen en riesgo la vida de las personas. Sin embargo, los humanos no son los únicos afectados por esto, ya que las mascotas como los perros también pueden sufrir dichas enfermedades.

El problema con los canes es la dificultad para diagnosticarlos, pues al no poder describir sus molestias se vuelve complejo conocer sus síntomas. Por ello, los tutores deben estar atentos a cualquier cambio en su comportamiento o su físico. Sigue leyendo y descubre cuáles son las enfermedades que transmiten los mosquitos a los perros.

¿Por qué los mosquitos transmiten enfermedades?

El término mosquito hace referencia a diferentes tipos de dípteros que pertenecen a las familias Culicidae y Psychodidae. Estos artrópodos voladores suelen alimentarse de la sangre (son hematófagos) y la obtienen a través de la picadura a diversos tipos de animales.

La picadura supone un contacto entre los fluidos corporales de ambos organismos. Por lo tanto, es un medio bastante útil para la proliferación de los patógenos. Un gran número de parásitos aprovechan esta situación y utilizan a los mosquitos como un medio de transporte (vectores) para llegar a su hospedero definitivo.

Un perro en verano con mosquitos.

Enfermedades de los perros que son provocados por los mosquitos

Es normal pensar que los mosquitos solo se alimentan de sangre humana. Sin embargo, muchos de estos organismos pueden picar a diferentes tipos de mamíferos. A pesar de esto, suelen tener preferencias por los que tienen una piel sin mucho pelo y fácil de perforar (como los humanos).

Esto significa que los mosquitos no suelen picar a los perros muy a menudo, pero tienen la capacidad de hacerlo si hace falta. Por ello, la mascota también se vuelve susceptible de contagiarse con algunas enfermedades transmitidas por estos invertebrados. A continuación, se describen las patologías más comunes en los canes derivadas de las picaduras.

Leishmaniosis canina

La leishmaniosis es una enfermedad ocasionada por distintos protozoarios del género Leishmania. Se considera que esta patología es una emergencia médica grave, pues en los caninos se tienen muchas restricciones para el diagnóstico y el tratamiento. De hecho, en las ciudades en las que el patógeno es muy abundante a veces se decide sacrificar a las mascotas si son infectadas.

La infección empieza con la picadura de los mosquitos flebotomos, que pertenecen a los géneros Lutzomyia o Phlebotomus. Gracias a ella, el parásito ingresa a la sangre de la mascota y comienza a multiplicarse dentro de las células. En este momento, la infección invade el cuerpo del can y migra a los diferentes órganos del cuerpo. La patología suele manifestarse con diversos síntomas y cuadros clínicos.

Los perros pueden presentar 2 variantes principales de la leishmaniosis: la cutánea y la visceral. La primera provoca lesiones leves a lo largo de la piel de la mascota con algunos nódulos o inflamaciones. La segunda, además de las lesiones en la piel, también ocasiona fiebre, pérdida de peso, insuficiencia renal, alopecia, lesiones oculares y atrofia muscular.

Riesgos de la leishmaniosis canina

La leishmaniosis no es una enfermedad que pueda ser curada, pues el tratamiento solo ayuda a controlar al parásito. Por lo tanto, el objetivo de los medicamentos es reducir la cantidad de patógenos en el cuerpo, restaurar la capacidad del sistema inmunitario, tratar los daños en la piel y mejorar la calidad de vida. No obstante, las recaídas son constantes y el protozoario suele desarrollar resistencia a los fármacos.

Esta patología es bastante peligrosa para los caninos si no se detecta a tiempo. El problema de esta situación es que en algunos países no se distribuye de manera comercial el medicamento principal para controlar la infección. En consecuencia, el pronóstico de la mascota no suele ser positivo en las regiones de bajo ingreso o con una infraestructura veterinaria deficiente.

Los humanos pueden contagiarse también de leishmaniosis, pero no directamente a través del perro. Esto significa que los mosquitos son los únicos que pueden diseminar la enfermedad. Sin embargo, los tutores no están exentos del peligro, pues si la mascota se contagia existe una mayor probabilidad de que en su entorno abunden flebotomos con el parásito en su interior.

Filariasis o gusano del corazón

Esta enfermedad es ocasionada por el nematodo Dirofilaria immitis. Este es un patógeno que se moviliza a través de los mosquitos de la familia Culicidae, los cuales tienen una distribución por casi todos los continentes. Por lo tanto, se ha convertido en una patología importante en la medicina veterinaria.

La filariasis se contrae mediante el piquete del vector, con el cual el nemátodo entra al torrente sanguíneo del perro. Después de 2 a 4 meses, el parásito se transporta al corazón para terminar su maduración y comenzar la infestación. Durante este momento, el músculo cardiaco comienza a dañarse y se manifiestan los síntomas más graves de la enfermedad.

Las complicaciones de esta patología son diversas y dependen de la gravedad del caso. Asimismo, los parásitos pueden migrar a otros órganos, lo cual ocasiona cuadros clínicos diferentes entre cada paciente. A pesar de ello, los signos de alerta más frecuentes son los siguientes:

  • Tos seca posterior al ejercicio.
  • Disnea (dificultad para respirar).
  • Intolerancia al ejercicio (rechazo a moverse).
  • Pérdida de peso.
  • Letargia.
  • Apatía.
  • Malestar abdominal (inflamación).

Riesgos de la filariosis

El riesgo de esta enfermedad se encuentra en el tiempo de incubación, ya que si la infestación se agrava el daño a los órganos del can puede ser fatal. El veterinario a cargo del paciente realizará los análisis necesarios para identificar el nivel de riesgo del can. Según los resultados, el tratamiento puede consistir en medicinas o en una intervención quirúrgica.

Es importante recordar que el nemátodo se aloja en el músculo cardiaco, por lo que existe una alta probabilidad de que el perro padezca una obstrucción cardiaca. En consecuencia, la intervención veterinaria debe ser rápida para evitar un desenlace fatal. El tratamiento ayuda a la eliminación de todos los parásitos del cuerpo, pero los daños a los órganos pueden dejar secuelas que deben seguir controlándose.

Recomendaciones para evitar las enfermedades provocadas por los mosquitos en los perros

Las patologías anteriores suelen tener una incidencia baja en la población canina, lo cual no significa que todos los perros estén exentos de padecerlas. Por ello, es mejor tomar ciertas medidas que ayuden a evitar las picaduras por mosquitos en todos los casos. A continuación, se listan algunas recomendaciones principales:

  1. Evita que el perro duerma al aire libre: el objetivo es que los canes tengan menos probabilidades de ser picados por los mosquitos en cualquier momento del día, pero sobre todo por la noche. Los invertebrados son más activos en los momentos de nocturnidad.
  2. Aplicar productos repelentes de mosquitos: tanto al perro como a las zonas en las que pasa mayor parte del tiempo. Para ello, existen varias marcas comerciales de collares antiparasitarios que ayudan a la mascota.
  3. Vacunar a tu perro: en algunos países ya se encuentran disponibles vacunas para la filariosis y la leishmaniosis. Ambas son recurrentes, por lo que es necesario ponérselas cada cierto tiempo al can.
  4. Una excelente calidad de vida: dieta, ejercicio y visitas al médico son necesarios para evitar que tu mascota tenga problemas de salud. Un perro con una buena condición inmunitaria tiene más oportunidad de resistir a la acción de diversas patologías.
  5. Evita la acumulación de agua estancada: los dípteros utilizan los cuerpos de agua para su ciclo de vida. Por ello, es mejor evitar que se formen y limpiar cualquier acumulación de agua cerca del hogar.
  6. Ten cuidado con la humedad y el calor: los mosquitos se reproducen más en los ambientes templados y cálidos, por lo que es mejor reforzar las medidas de prevención durante el verano.
¿Qué enfermedades transmiten los mosquitos a los perros?

No suele ser sencillo evitar el contagio en las mascotas. De hecho, incluso algunas presentaciones de las vacunas no son 100 % efectivas contra los parásitos. Por esta razón, pon mucha atención en la salud y el comportamiento de tu mascota, pues cualquier cambio podría significar que algo no anda bien con su cuerpo. Dale la atención que merece a tu can y no escatimes en gastos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Rodríguez, P. R., García, E., Santos, M. C., Burgos, B. P., Valladolid, G. O., Ruiz, P. H., & Ponce-Covarrubias, J. (2019). Prevalencia de Dirofilaria immitis en caninos domésticos de dos municipios del trópico de Guerrero, México. Abanico veterinario, 9(1), 15.
  • Carretón Gomez, E., Montoya Alonso, J. A., Falcón Cordón, Y., Falcón Cordón, S., Diosdado, A., Gómez, P. J., ... & Morchon Garcia, R. (2017). Sintomatología, diagnóstico, tratamiento y control de la dirofilariosis cardiopulmonar. Argos (Zaragoza).
  • Acero P, V., Ángel B, P., Fonseca B, E., Ferrer, L., & Roura, X. (2015). Canine Leishmaniosis: tools for diagnosis in veterinary practice in Colombia. Revista MVZ Córdoba, 20(3), 4822-4842.
  • Castrejón, O. V., Sánchez, B. R., Saldaña, A. M., & Hobart, O. (2009). Leihmaniasis cutánea de perros en México. Enfermedades Infecciosas y Microbiología, 29(4), 135-140.
  • Iniesta-Romero, M. G., Guzmán, L. F. D. J., Pérez-Enriquez, J. M., Castañeda-Corral, J. J., Mendez-Bernal, A., & Vazquez-Briones, D. B. (2019). Leishmaniasis canina: diagnóstico y manejo terapéutico. Clínica veterinaria: abordaje diagnóstico y terapéutico, 5.
  • Sánchez Klinge, M. E., Calvo Robayo, P., & Mutis Barreto, C. A. (2011). Dirofilaria immitis: a zoonoses present on a global level. Revista de Medicina Veterinaria, (22), 57-68.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.