¿El último panda de América Latina?

En México, traer o no nuevos pandas al zoológico de Chapultepec está pendiente de un hilo. Descubre aquí por qué.
¿El último panda de América Latina?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 01 febrero, 2023

Los osos panda son, probablemente, uno de los ejemplos más famosos de los esfuerzos de conservación de un país, en este caso, China. Sin embargo, la política de este programa de cría en cautividad podría ser la clave para que Xin Xin sea el último panda que viva en América Latina.

Para saber cómo hemos llegado hasta aquí, debes conocer la historia de los pandas del zoológico de Chapultepec. Aquí te la contamos para que comprendas la relevancia de que esta hembra de panda pueda ser la última que albergue este zoo. Vamos con ello.

La diplomacia panda

Un oso panda común en peligro de extinción.

En la actualidad hay 26 zoológicos en 21 países distintos que albergan un panda en sus instalaciones. Este número coincide con el programa internacional que China puso en marcha en la década de los 70 para recuperar la especie, conocido popularmente como la diplomacia panda.

No obstante, este no ha sido el primer intento de utilizar a los pandas como obsequio diplomático. Antes de centrarse en la conservación per se, se capturaban de su medio y se regalaban a otros países como gestos de buena voluntad o reconciliación, como en 1941, cuando Soong Mei-Lin (Madame Chiang) envió a Estados Unidos 2 ejemplares para exhibirlos en el zoológico del Bronx.

En la década de los 70 y los 80 esto cambió. Además del éxito diplomático, se puso en marcha un programa de cría en cautividad en el que los zoológicos se beneficiarían de tener un panda en sus instalaciones a cambio de enviar todas las crías que nacieran a China. El objetivo era preparar a dichos pandas para reintroducirlos en la naturaleza y salvar a la especie de la extinción.

El cambio de la política y el zoo de Chapultepec

Esta diplomacia basada en el envío de animales se modificó en 1984, convirtiendo los regalos en alquileres. Más tarde, en 1991, comenzó una política de arrendamiento a largo plazo, de forma que los países que tuvieran pandas en cautividad pudieran quedárselos y aprovecharse de los beneficios económicos y diplomáticos que supone su presencia en los zoológicos.

De esta manera, en todo el mundo contribuían a la conservación del panda gigante, al mismo tiempo que obtenían beneficios económicos.

En el caso del zoo de Chapultepec, donde vive actualmente Xin Xin, la supervisión china sobre la especie no es efectiva. Además, existe la circunstancia de que esta panda no ha tenido hijos en toda su vida y ya ha alcanzado la menopausia. Vamos a ver por qué, entonces, ella podría ser el último panda de Latinoamérica.

Xin Xin, ¿el último panda?

En Chapultepec, México, vive Xin Xin, una hembra de panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) de segunda generación. Esto es, que nació en cautividad y llegó a la adultez en el zoológico de la ciudad, sin llegar a viajar a China para su liberación. Debido a la política de alquileres de panda puesta en marcha en 1984, los cachorros de esta especie podrían quedarse si el país seguía pagando la cuota.

Sin embargo, Xin Xin no ha tenido crías en toda su vida. Tiene 32 años, todo un récord teniendo en cuenta la esperanza de vida media de estos animales en libertad, unas 2 décadas. Por eso, para que el zoo de Chapultepec siga albergando pandas, tendrían que alquilar uno nuevo.

El linaje de esta panda se remonta a los regalos diplomáticos de 1974, con Pe Pe y Ying Ying. No obstante, ante esta nueva circunstancia, el gobierno de México se plantea no pagar por nuevos ejemplares. Por tanto, Xin Xin podría ser el último panda que alberga Latinoamérica.

El debate sobre los zoológicos

Cualquier persona amante de los animales ha acudido a un zoo y ha visto las miradas apagadas, las estereotipias y los humanos perjudicando sus vidas. Sin embargo, algunas especies se han beneficiado de los programas en zoológicos, como es el propio caso del panda gigante. El debate, por tanto, está servido.

No se puede negar que imposible recrear unas condiciones similares a las de la naturaleza para los animales que viven en los zoológicos. Además, estas organizaciones, a pesar de tener obligaciones legales como centros de educación ambiental y de conservación, son empresas privadas (en su mayoría). Como resultado, su prioridad será siempre la ganancia económica.

En la actualidad, casos como el del último panda de Latinoamérica, Xin Xin, traen a colación este debate en la población. ¿Es necesario encerrar a un panda y exhibirlo? ¿Existen otras formas de seguir reflotando esta especie en China? ¿Es viable un modelo de zoológico donde el maltrato animal no exista en ninguna de sus formas? El tiempo nos lo dirá y las personas seremos quienes transformemos este panorama. Y tú, ¿qué opinas?


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  • Cerda Dueñas, C. (2019). La diplomacia panda y el caso de México. México y la cuenca del pacífico8(23), 49-66.

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