
Ya sea por una emergencia o por un viaje programado, siempre habrá algún momento en el que los dueños se vean abocados a dejar a su mascota en una residencia canina. Garantizar que se cubren una serie de requisitos en…
Por mucha conexión que tengamos con nuestras mascotas, no somos de la misma especie, por lo que las diferencias o los no entendimientos de conducta pueden surgir. Es importante conocer no solo lo que le gusta a nuestra mascota, sino también lo que la podría desequilibrar.Dicen que la convivencia es difícil, y es cierto. Por muy enamorados que estemos de nuestro perro o nuestro gato, hasta que nos adaptamos a nuestros caracteres y conductas, las cosas son un poco más complicadas.
Y eso no solo lo sentimos nosotros, también lo hacen los animales. Para entender a tu mascota y no hacer nada que los pueda desequilibrar, vamos a conocer lo que podría causar esto y cómo actuar.
Perros y gatos son diferentes, por tanto los motivos que los pueden llevar a desequilibrarse no son los mismos. Empecemos analizando a cada grupo.
Los gatos son animales de rutina, independientes y poco expresivos. Esto hace que si posiblemente ha sucedido algo a su alrededor que lo desequilibra, sea más difícil reconocerlo que en un perro.
Las causas del desequilibrio felino pueden ser:
Los cambios en la conducta de un gato que esté desequilibrado serán visibles. Por ejemplo, podría comenzar a tirar fuera la arena de su arenero, a perder el apetito o esparcir la comida por todos lados, a orinar o defecar en casa, a lamerse con fuerza hasta hacerse heridas o usar su rascador más de lo habitual.
Por otro lado, será fácil encontrar eczemas o calvas en su piel, un signo de estrés. ¿Qué hacer para ayudar a tu gato?
Los perros son diferentes a los gatos, pues la actitud que tienen frente a la vida es muy distinta, más positiva. Para ellos quizá sea más difícil desequilibrarse, pero también les sucede por estas causas:
Si tu perro está sufriendo por alguna de estas causas, tendrá comportamientos como la agresividad, ladridos compulsivos y movimientos que repite una y otra vez, como intentar morderse la cola o dar vueltas sobre él mismo.
Los mejor es:
La adaptación con una nueva mascota puede ser complicada al principio, pero sigue estos consejos y todo irá sobre ruedas.