Consejos para proteger a tu perro de las picaduras de insectos

Parecen inofensivos, pero algunos mosquitos pueden producir gusanos en el corazón y, con ello, la muerte del perro

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 23 agosto, 2019

La primavera y el verano son las estaciones en las que las mascotas están más expuestas a las picaduras de insectos. Conocer las medidas preventivas, así como los tratamientos específicos para cada lesión, harán que tu perro goce de mayor salud sin renunciar a la naturaleza.

A pesar de su pequeño tamaño, los insectos pueden suponer una gran amenaza para las mascotas que pasan tiempo al aire libre. Además, el riesgo es todavía mayor dada la gran diversidad de insectos existentes y los diferentes síntomas que provoca el ataque de cada uno de ellos.

Antes de llevar a cabo cualquiera de las recomendaciones veterinarias, conviene revisar unos aspectos de higiene básicos importantes.

• Lavado adecuado. La frecuencia de los baños depende de factores atmosféricos, del tiempo que el perro pase en la calle e incluso de la raza. Así, aquellos que presenten un pelaje más denso o piel con pliegues donde se pueda acumular suciedad necesitarán una limpieza más profunda. Asimismo, hay que revisar las almohadillas o la zona de las orejas que tienen mayor tendencia a presentar garrapatas.
• Higiene del hogar. Al igual que es importante el cuidado corporal del animal, también hay que velar por las condiciones que lo rodean. En este aspecto cabe realzar tanto las propias pertenencias del perro como el resto de la casa. Disponer de mosquiteras o llevar a cabo una correcta ventilación contribuirán a evitar las picaduras de insectos.

• Evitar posibles focos. A pesar de que puede ser difícil controlar el rumbo de un perro en plena naturaleza, hay que intentar evitar charcas, barro o lugares con un exceso de humedad. Por ello, en caso de disponer de jardín es importante el mantenimiento adecuado de este, sobre todo si es el lugar habitual del animal.

Medidas específicas frente a las picaduras de insectos

Una vez garantizadas las hábitos de higiene internos y externos, es fundamental conocer las medidas preventivas y paliativas específicas de cada insecto. Entre las más comunes se encuentran:

• Garrapatas. Aunque su frecuencia es mayor en entornos rurales, los parques o el contacto con otros perros puede propiciar el contagio en la ciudad. Son fáciles de reconocer por su forma y tamaño, pero para extraerlas es necesario seguir un protocolo adecuado. Para evitarlas conviene usar sprays, collares antiparasitarios, pipetas u otro tipo de farmacología veterinaria.
• Pulgas, piojos y ácaros. Son los insectos más comunes y su presencia está relacionada con la escasa higiene y la ausencia de cepillado para retirar el polvo. La sintomatología es evidente, pues provocan un picor excesivo del animal. Al igual que con las garrapatas, los collares y los tratamientos tópicos son las medidas más efectivas.

• Mosquitos. Como ocurre con los humanos, sus picaduras son más frecuentes durante el verano o en sitios con humedad. Los trastornos más habituales son el enrojecimiento, la hinchazón y la urticaria. A pesar de que puedan parecer inofensivos, pueden causar unas de las enfermedades más peligrosas producidas por las picaduras de insectos, que causan los denominados gusanos en el corazón. Para dicha afección hay medicamentos y dosis en función del tamaño y la exposición del animal.
• Abejas y avispas. Además del dolor y el picor intenso que generan sus mordidas, pueden ser muy peligrosas en el caso de perros alérgicos. Cuando hay una reacción alérgica, pueden darse diarreas, vómitos o incluso paros cardíacos. Por ello, si se sospecha de una sintomatología extrema, es necesario acudir al veterinario lo más rápido posible.

La diversidad de insectos hace que la mejor medida sea la prevención. Y, para ello, la higiene y la atención veterinaria son fundamentales.