Comida seca para perros: 4 razones para evitarla
La alimentación y el uso de comida seca para perros han evolucionado en el último siglo debido a varias razones. En primer lugar, antes de la Segunda Guerra Mundial, los alimentos comercializados para perros eran vendidos en botes de vidrio o metal.
Al llegar este momento histórico, ambas materias primas fueron destinadas a la creación de armamento. Por ello, la producción de comida enlatada para perros descendió, y fue sustituida por piensos balanceados y extrusionados.
Aquellos piensos eran de una calidad pésima, ya que sus ingredientes provenían de restos animales no aptos para el consumo humano. Por otro lado, solo en las grandes ciudades o zonas ganaderas era posible encontrar pienso para perros. En las zonas rurales, los canes eran alimentados con las sobras de los alimentos para humanos.
Esto se mantuvo en el tiempo hasta la llegada de los años 80 y 90. En aquel momento, la tenencia de perros y gatos como mascotas aumentó. Las exigencias y necesidades de sus tutores obligaron a la industria de comida para mascotas a mejorar.
La comida seca para perros, unas mejores que otras
No queremos decir que la comida seca para perros sea la peor forma de alimentar a nuestro peludo. Sin embargo, es un hecho que existen piensos de peor calidad que otros.
Un buen pienso suele tener un precio elevado, aunque no por ser más caro es mejor. Esto se debe a que existen marcas muy asentadas en el mercado cuya calidad es dudosa, pero gastan miles de euros en publicidad.
Alta concentración de cereales
El perro es un carnívoro facultativo. Esto quiere decir que su principal fuente de energía es la carne. No obstante, debido a su evolución y proceso de domesticación, los canes pueden tolerar otras fuentes de alimentos.
Generalmente, los piensos contienen altas concentraciones de trigo, maíz o soja como fuente de proteínas. En ocasiones, estos ingredientes pueden ser los más abundantes, ya que abaratan los precios y engañan al consumidor.
Este puede pensar que alimenta correctamente a su mascota porque en la parte principal del paquete anuncian ‘con pollo fresco’ y, sin embargo, la cantidad de pollo y sus partes son mínimas.
Esta gran cantidad de cereales puede aumentar el riesgo de que nuestra mascota sufra una dilatación gástrica, entre otras patologías.
El extrusionado afecta a los nutrientes
Los piensos comerciales, para mantener la correcta condición de los alimentos y alargar su vida útil, vienen extrusionados. Durante este proceso se comprime y se deshidrata el alimento a través de cambios en la presión y en la temperatura.
Este proceso afecta, en mayor o menor medida, a los diferentes nutrientes que contiene la comida seca para perros. A veces, los piensos deben llevar aditivos que permitan la correcta absorción de los nutrientes por parte del perro. Además, pueden contener mayor concentración de ciertos oligoelementos, ya que muchos se pierden en el extrusionado.
Todo esto hace que el pienso para perros sea, al fin y al cabo, un alimento ultraprocesado. Podemos encontrarlos de mejor o peor calidad, pero nunca puede ser comparado con una dieta equilibrada y basada en alimentos frescos y reales.
Salud dental y la comida seca para perros
Recientemente, se ha demostrado que una alimentación basada exclusivamente en comida seca puede afectar de forma negativa a la salud dental del perro.
A diferencia de lo que se pensaba, el uso de pienso no disminuye la acumulación de sarro en los dientes del perro. La única forma natural de eliminar la placa dental es a través del uso de huesos crudos.
Según varios estudios, ofrecer huesos de vaca crudos a tu mascota, una vez cada dos semanas durante unos 10 minutos, es suficiente para disminuir la placa dental.