Cinco consejos para hacer shampoo casero para perros

La piel de los perros es muy delicada y puede ser reactiva ante los productos del mercado. Por ello, una opción viable es hacer en casa su shampoo.
Cinco consejos para hacer shampoo casero para perros
Elsa M. de Arribas

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 08 febrero, 2022

La fabricación de ungüentos a mano está en boga actualmente, pero hay que seguir una serie de consejos para hacer shampoo casero para perros. Una de las ventajas de realizar el shampoo en casa es combatir síntomas derivados de alergias a componentes de los productos comerciales.

El shampoo tradicional para perros suele tener presentes las propiedades de eficacia y tolerancia local. Por ello, hay que seguir algunos de sus principios de fabricación, para obtener un compuesto apto para el uso canino.

Algunos consejos para hacer shampoo casero para perros

Debido a que el shampoo puede ser un tratamiento dérmico muy eficaz, es un elemento muy importante en numerosos procesos dermatológicos. Por ello, hay que seguir una serie de consejos para hacer shampoo casero para perros. A continuación, te los mostramos.

Una persona haciendo shampoo casero.

1. Saber que la piel canina es más sensible que la humana

Aunque pueda pensarse lo contrario, la realidad es que tanto la piel canina como la felina son más sensibles que la piel humana. En gran parte, se debe a sus diferencias anatómicas y fisiológicas, teniendo en cuenta los siguientes factores:

  • pH. Poseen un pH relativamente más alcalino que los humanos.
  • Espesor de la piel. El espesor del estrato córneo es más fino, penetrando más fácilmente los principios activos.
  • Densidad de los folículos pilosos. Su densidad es más alta que en humanos, por lo que puede resultar más sencilla la penetración del shampoo en la piel.

Todos estos factores son fundamentales a la hora de desarrollar un shampoo casero para perros. Si no se tienen en cuenta, pueden dar lugar a problemas dérmicos debido a irritaciones cutáneas o, incluso, reacciones alérgicas.

2. Informarse de los componentes

La mayoría de los shampoos tradicionales contienen los mismos componentes, cada uno de los cuales tiene una serie de propiedades concretas:

  • Agentes tensoactivos. Enfocados en la eliminación de la suciedad.
  • Espesantes. Como su nombre indica, se encargan de aportar espesor a la mezcla.
  • Suavizantes. Permiten que sea más sencillo peinar y manejar el pelo.
  • Agentes secuestradores.
  • Conservantes.
  • Otros. Pueden ser aditivos colorantes, para aportar color al shampoo. Otra opción es añadir agentes esenciales, pero algunos pueden ser tóxicos para el perro.

Dependiendo del objetivo del shampoo y del tipo del pelo y piel del animal, se combinarán concentraciones diferentes de estos componentes. Por ello, es indispensable conocer la función de cada uno de ellos.

3. Conocer las posibles alergias del animal

Cada shampoo casero está enfocado a la resolución de un determinado problema, por lo que sus componentes varían. Un detalle importante en estos casos es conocer si el animal es alérgico a alguno de los elementos necesarios para realizar el ungüento.

Es posible que se haya realizado previamente el shampoo y se pruebe posteriormente en el animal. Sin embargo, hay que estar atento a posibles reacciones alérgicas, con síntomas como prurito, aparición de eritema u otros.

Si se observa alguno de estos síntomas, hay que detener la administración del shampoo y consultar rápidamente a un veterinario. Este profesional podrá determinar cuál ha sido la causa y recomendar el tratamiento más adecuado para la situación.

4. Garantizar limpieza del pelo y la piel

Al igual que los shampoos para humanos, los de mascotas tienen que garantizar la limpieza tanto del pelo como de la piel. Sin embargo, en los shampoos para animales se recomienda que haya una mayor cantidad de agentes limpiadores.

Esto implica que, a la hora de fabricarlo, hay que mezclar adecuadamente los agentes tensoactivos. Así, podrán obtenerse combinaciones adecuadas de estos que permitan tener propiedades limpiadores apropiadas que sean tolerables para la piel.

Otro detalle a tener en cuenta es la facilidad de enjuague del shampoo durante su uso. Es importante que se pueda eliminar de la piel sin dejar restos, ya que si no, los agentes tensoactivos pueden generar irritación cutánea.

Asimismo, la mayoría de los shampoos caseros y tradicionales para mascotas, exceptuando algunos específicos, deben de controlar el pH. Esto implica que el pH del shampoo sea adecuado y tolerado por la piel de los canes.

5. Cuidado con las enfermedades bacterianas o fúngicas

El mercado ofrece shampoos especializados para el tratamiento de determinadas enfermedades bacterianas o fúngicas. Por este motivo, conviene acceder a los productos del mercado antes que aplicar tratamientos caseros que puedan provocar una infección o complicación.

Si aún así se quiere realizar un shampoo casero para perros con el objetivo de combatir estas enfermedades, se hace necesario consultar al veterinario. Podrá indicar si es posible el uso de remedios caseros o si es más recomendable un tratamiento profesional.

Un perro en la hora del baño.

Como ya se ha visto, el shampoo casero puede ser muy útil para combatir diferentes procesos dermatológicos. Pese a que la forma más conocida es el shampoo, hay otros formatos como geles, jabones, lociones, pomadas, cremas o sprays.

No obstante, a pesar de los consejos comentados para hacer shampoo casero para perros, conviene buscar información especializada. Puede que el perro no tolere alguno de los componentes o convenga utilizar otros que sean más eficaces.

 


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