La estrecha amistad entre un lobo y un perro

La estrecha amistad entre un lobo y un perro

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Las amistades entre animales de distintas especies siempre nos sorprenden. Y cuando estas aparecen de la forma más inesperada, resultan aún más curiosas y divertidas. Se puede entender que dos mascotas que viven juntas, aun cuando no se llevan muy bien al principio, puedan forjar una amistad. Pero cuando esta surge entre desconocidos, es más sorprendente. Descubre la estrecha amistad entre un lobo y un perro.

Esto mismo fue exactamente lo que sucedió entre un lobo y un perro. Pero pasó de la forma más extraña y sorprendente.

La hermosa amistad entre un lobo y un perro

Jans, quien vive en la montaña con su perro, tuvo una visita muy especial un día como otro cualquiera. Mientras ambos, Jans y su can, estaban juntos en el porche, un lobo apareció del bosque. Se quedó parado mientras los miraba.

Su perro, valiente y sin pensarlo, se fue hacia el intruso para ver quién era y qué hacía ahí mientras lo olisqueaba. Jans tuvo miedo por la vida de su can. Sin embargo, la reacción de los animales fue muy contraria a la que él esperaba.

Los dos se pusieron a jugar y fue el comienzo de una hermosa amistad entre un lobo y un perro. Desde aquel día, el lobo aparecía constantemente por casa de Jans. Este llegó a quererlo tanto que hasta decidió ponerle un nombre: Romeo.

No parece tarea sencilla encontrar un animal salvaje como un lobo que sea simpático y agradable con personas y otros animales. Pero Romeo era eso y mucho más. Causó un gran impacto en el pueblo de Jans, llamado Juneau. Tanto que hasta se ha convertido en un icono del turismo. Todos los visitantes quieren conocerlo.

Es más, tanto los vecinos del pueblo como los visitantes que tienen perro los llevan para que juegue con Romeo. De ese modo logran obtener fotos excepcionales que luego se harán virales en Internet. Aunque al principio se sienten intimidados por la presencia regia y elegante de Romeo, pronto se dan cuenta de que es como un cachorrito que quiere jugar.

Jugando con Romeo, el lobo

Además, el juego que Romeo busca no es solo con perro, ¡también con personas! Le gusta hacerlas correr, saltar alrededor de ellas y recibir sus mimos. Gracias a esta actitud se ha ganado el cariño de todos.

Y es que un lobo no es más que un perro no domesticado. De hecho, Jans recuerda una experiencia:

“Un día Romeo le quitó el flotador a mi amigo y se lo llevó para esconderlo. El chico primero se asustó, pero más tarde se dio cuenta de que la forma en la que Romeo se comportaba no era muy diferente de la de los perros”.

Por otro lado, aun habiendo vivido siempre en su hábitat natural, inexplicablemente Romeo es capaz de entender lo que los humanos le dicen y obedecer órdenes. Según Jans, ha sido capaz “de unir tres especies muy distintas: los lobos, los perros y los humanos, creado una fusión única y muy muy especial”.

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Fuente: es.newsner.com

Ya hace 6 años desde que Romeo apareció por primera vez en el porche de Jans y su comportamiento siempre ha sido el mismo, derribando prejuicios hacia su raza y su persona.

Si nos detenemos a pensar en esta historia, los únicos que mostraron prejuicios hacia Romeo fueron las personas, primero Jans y luego los vecinos. Sin embargo, ni el perro de Jans ni ninguno de los de los visitantes o vecinos se retrajeron de jugar con el lobo simpático.

Y es que los animales siempre nos enseñan lecciones valiosas, como en el caso de Romeo, de quien los perros no miraron su apariencia o procedencia sino la profundidad de su corazón.

Si los humanos imitáramos a los animales en este y otros aspectos, el mundo sería diferente, ¿no crees?

Fuente de las imágenes: es.newsner.com


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