¡Apoyo incondicional! Amante de los animales transforma su granja en un refugio para ángeles necesitados
Un hombre entregado a los animales convierte su granja, ubicada en Turquía, en un verdadero santuario para los más desamparados. Su nombre es Mert Akkök y queremos contarte su historia porque es un ejemplo de empatía que vale la pena conocerse en todo el mundo.
Usualmente, contamos historias de rescates muy hermosas, pero que se enfocan solo en perros y gatos. Pues bien, este hombre va más allá y rescata a todo tipo de animales, desde aves, hasta caballos. Sigue leyendo para conocer más detalles sobre su loable labor.
¿Cómo fue que este hombre convierte su granja en santuario?
Mert Akkök vive en Turquía, en una granja que luego convirtió en un santuario para todo tipo de animales. Allí no solo brinda cuidados y amor a perros y gatos abandonados, tiene también cabras, pájaros, caballos y burros. Específicamente, tiene en recuperación a 46 gaviotas discapacitadas.
“Los rescato de depósitos de chatarra, bosques, zonas rurales fuera de la ciudad. Intento encontrarles un hogar, pero algunos se quedan conmigo para siempre, especialmente los viejos y enfermos, ya que nadie quiere adoptarlos. La mayoría de ellos son ancianos o discapacitados”, contó a un medio de comunicación.
Fue así como pasó de tener una granja a un santuario, gracias a su empatía y solidaridad con los animales más necesitados. Esto es algo que hace desde que era un niño pequeño. “Nací con esto. No es algo que haya decidido o pensado. Es más como un instinto ensamblado en mí”, precisó.
Este hombre convierte su granja en santuario sin ninguna ayuda
Como el hombre lo explicó, convirtió su granja en santuario ante la creciente necesidad de brindarle apoyo a los animales desvalidos. Muchos han sido abandonados en Estambul, un país que tiene prohibido el sacrificio de los animales sin hogar, pero en donde las personas siguen dejando a sus mascotas.
Lo que más sorprende sobre la historia de Mert, el hombre que convirtió su granja en un santuario, es que logró hacer esto sin ningún tipo de ayuda o donación.
Ha logrado mantener este sitio en buenas condiciones gracias a los ingresos que obtiene de una pequeña empresa de consultoría que tiene y a la que dedica gran parte de su tiempo: “Soy una persona ocupada. Pero las veces que no estoy trabajando, dedico mi tiempo a ayudar a estos animales sin hogar”.
De hecho, antes vivía en la ciudad y dedicaba los fines de semana a apoyar y visitar diferentes causas. No obstante, todo cambió cuando empezó a adoptar a animales necesitados, fue ahí cuando entendió que necesitaba una granja para darles una mejor vida. Mientras Mert está en el trabajo, sus colaboradores del santuario son quienes se ocupan de los cuidados de los animales.
Sin embargo, sus ocupaciones las reparte muy bien. Al despertar, lleva a pasear a sus perros, luego les da de comer a la mayoría y le pone música a su caballo. Pasa al área de las gaviotas y de los gansos y también los alimenta. Posteriormente, sale rumbo al trabajo, no sin antes empacar alimento para los perros que ve durante su recorrido. Cuando encuentra a alguno que está necesitado, lo recoge y lleva al veterinario para brindarles atención.