El triste adiós del perro policía que se hizo famoso por comer asado al cumplir 15 años
Rocko es un perrito policía que se hizo famoso cuando su dueño le preparó una deliciosa cena, al poco tiempo fue necesario darle un triste adiós, pues su vida se apagó.
La fotografía suya comiendo asado para celebrar sus 15 años de vida fue increíble y se viralizó. Muchas personas se conmovieron al verlo tan feliz, pero las lágrimas se intensificaron cuando el can cruzó el arcoíris. Conoce toda la historia a continuación.
Así se conocieron Rocko y su tutor
El tutor de Rocko se llama Fausto Valenzuela, el mismo que le hizo un asado para celebrar sus 15 años de edad. Este mismo hombre fue el encargado de darle el triste adiós cuando su momento de partir llegó.
Su historia de amistad es hermosa. Resulta que a Rocko lo abandonaron porque era “muy agresivo“. No obstante, Fausto, que era un policía, se encariñó con él y decidió adoptarlo, fue desde ese momento que se volvieron inseparables.
En total fueron 16 los años que este par de amigos estuvieron compartiendo su vida.
El triste adiós de Rocko llegó
Fausto comprendía que el final de Rocko estaba cerca, así que venía planeando su triste adiós. No obstante, solo le pedía al can sobrevivir hasta conocer a su hijo. Aunque parece increíble, el peludo anciano resistió para conocer al niño y compartir con él durante todo un año.
Tristemente, la salud de Rocko empeoró y tuvo que ser chequeado por un veterinario. En ese momento, Fausto comentó lo siguiente en su perfil de Facebook: “Con el hermano que me acompañó tantos años, quizás tu última vuelta en auto con aire acondicionado como a ti te gusta… Eres tan hermoso”.
Este fue el increíble mensaje que le dejó a su perrito
Al identificar que el día final de Rocko había llegado, Fausto decidió darle un triste, pero conmovedor adiós, a la altura de un gran amigo. En su perfil publicó lo siguiente: “APLAUSOS, APLAUSOS Y MÁS APLAUSOS. Un guerrero alcanzó la inmortalidad, a las 10:23 de la mañana tu cuerpo dijo basta, GRACIAS HERMANO PASAJERO DE LA VIDA”.
“No te podías mover, pero igual me cuidaste hasta el final, pasamos toda la tarde y toda la noche juntos con un televisor prendido con el volumen bajo, los dos sabíamos que no nos quedaba mucho tiempo juntos, así que hicimos un trato: por cada vez que te acariciaba tú lamías mi mano”, continúo el afectado tutor.
Hablé todo el rato imaginándome que me entendías, de las cosas que pasamos en las comisarías, del lío que armamos con el asado que te comiste… Tu habitación está vacía y mientras escribo tiro tus sales, tus medicamentos, cosas que ya no vas a usar amigo; tengo una pelea constante en mi interior por no haber hecho algo más por ti, pero te juro que te di todo lo que estuvo a mi alcance, sé que hay que salir adelante”, acotó.
“Te fuiste mi perro policial, sí te fuiste, ya no caminarás entre borceguíes lustrados, ya no mirarás las luces de las patrullas, ya no subirás a la moto para ir a la comisaría, ya nunca jamás harás imaginaria en la puerta de ninguna dependencia, ya está, tu final ha llegado. ¡AL COMISARIO GENERAL ROCKO!!! SALUDO !!! HERMANO INGRESA A SECTOR CERO. ¡TU TAREA YA ESTÁ CUMPLIDA!“, concluyó.
Siéntete libre de dejar fluir tus lágrimas, vale la pena. Historias como estas llegan al alma y se quedan para siempre.