Tratamiento de los gusanos en gatos

Los parásitos internos de los felinos pueden ser tan inofensivos como graves en función de cuánto se deje avanzar la infestación. Aprende aquí cuál es el tratamiento de los gusanos en gatos.
Tratamiento de los gusanos en gatos
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 09 diciembre, 2021

Los endoparásitos son relativamente comunes de encontrar en las mascotas del hogar, sobre todo si pueden acceder al exterior o son cachorros huérfanos rescatados. No obstante, no te preocupes si tu felino es diagnosticado con este tipo de infestación: el tratamiento de los gusanos en gatos es sencillo y eficaz.

A lo largo de estas líneas podrás explorar las causas, el tratamiento y la prevención de estos parásitos tan desagradables de ver. Es importante tratarlos a tiempo para que no aparezcan complicaciones serias, así que no te pierdas nada de lo que viene a continuación.

¿Qué son los gusanos o parásitos intestinales?

Los gusanos intestinales de los gatos reciben el nombre de nematodos ascáridos, siendo Toxocara cati y  Toxascaris leonina los más frecuentes en felinos. Su aspecto es alargado, blanco y tubular, con una longitud que puede llegar a los 50 centímetros. Aunque reciban el nombre de gusanos por su silueta vermiforme, no tienen nada que ver con larvas de insectos a nivel taxonómico.

Estos parásitos poseen una boca similar a un garfio que les permite anclarse a la pared intestinal para alimentarse de los nutrientes ingeridos por el gato. Una vez llegan a su periodo adulto, comienzan a soltar segmentos de sí mismos (llamados proglótides) que salen del cuerpo del félido a través de las heces o la leche materna.

La mayoría de endoparásitos pasan por una serie de estados larvarios en la misma o distintas partes del cuerpo del hospedador definitivo antes de cerrar su ciclo. Además, muchos requieren vectores antes de llegar al felino.

El granuloma eosinofílico en gatos requiere tratamiento especializado.

Tipos de gusanos que afectan a los gatos

Además de los parásitos intestinales ya mencionados, existen otros tipos de nematodos y cestodos (gusanos planos) que pueden afectar a los felinos domésticos. Los más comunes son estos:

  • Gusanos pulmonares: se les conoce como estróngilos y el más común es el Aelurostrongylus abstrusus. Coloniza los bronquios y los conductos alveolares.
  • Dirofilaria immitiseste parásito es el causante de la filariasis, dicho de otro modo, un tipo especial de infestación del tejido cardíaco.
  • Gusanos oculares: se pueden ver directamente en el ojo del gato. El parásito más común en este ámbito pertenece al género Thelazia.
  • Gusanos hepáticos o trematodosis: los parásitos Fasciola hepatica, Clonorchis sinensis y Opistorchis viverrini se alojan en los conductos biliares del hígado y llegan a producir síntomas de cirrosis.
  • Gusanos de la vejiga: Capillaria plica y Capillaria feliscati son los más comunes. A su infestación se la llama capilariasis y muchas veces no da signos visibles en el paciente hasta que está avanzada.

¿Cómo se infesta un gato con estos parásitos?

Para que un felino se infeste con estos parásitos tiene que entrar en contacto con las proglótides citadas con anterioridad, las cuales se encuentran activas en el medio. Por lo general, esto ocurre porque el animal camina sobre superficies contaminadas y después las ingiere durante el acicalamiento.

Los gatos que salen de casa y cazan pequeños animales también son susceptibles de infestarse, pues podrían llevar el parásito en su interior.

Una camada de gatitos que mamen de una madre con gusanos podrá contraerlos también. Esto ocurre porque las larvas del Toxocara cati son capaces de salir del intestino y alojarse en otros tejidos del cuerpo, como las glándulas mamarias.

Otra forma de transmisión es la convivencia con otras especies que pudieran estar infestadas, como los perros del hogar. No todos los parásitos son exclusivos de una especie: por ejemplo, Toxascaris leonina es capaz de infestar tanto a canes como a felinos. Algunos de los seres vivos infectados cursan la enfermedad y otros son meros vectores.

Síntomas de la infestación por nematodos ascáridos

Si la infestación no prolifera demasiado, es posible que el gato la pase asintomático (sin signos clínicos evidentes) y el cuerpo la elimine. No obstante, y si se trata de un caso más grave, los síntomas que vas a encontrar son los siguientes:

  • Heces blandas y diarrea líquida.
  • Estreñimiento.
  • Vómitos.
  • Molestias intestinales.
  • Abdomen hinchado.
  • Falta de apetito.
  • Pelaje con mal aspecto.
  • Adelgazamiento inexplicable.
  • Irritación anal.

En los peores casos, los parásitos podrían formar un ovillo y obstruir el intestino. Esto genera una impactación y desnutrición severa, ambas entidades potencialmente letales. Otra posibilidad es la anemia, en especial si se trata de cachorros, lo que pone en riesgo su vida y retrasa el crecimiento.

¿Cuál es el tratamiento de los gusanos en gatos?

El tratamiento más adecuado, rápido y eficaz para eliminar los parásitos intestinales en félidos es la desparasitación interna. Existen varios formatos para abordar este cuadro: comprimidos, jarabes e incluso pipetas que evitan que los insectos que transmiten patógenos se acerquen al animal.

Las pulgas (Ctenocephalides felis), por ejemplo, pueden transportar huevos de tenia en su interior y traspasárselos al gato si este se las come o le pican. Son vectores.

Los medicamentos más utilizados son los antihelmínticos de amplio espectro como el fenbendazol (Panacur) y el Drontal, que incluye una mezcla de pirantel, prazicuantel y fenbendazol. Es posible que el gato necesite varias dosis para librarse por completo de la infestación. Sigue las recomendaciones de tu veterinario al pie de la letra.

Si la infección proviene de un vector externo, como las pulgas, el veterinario pautará una desparasitación externa mensual a modo de prevención. Esto se alargará hasta que desaparezcan los agentes vectoriales del ambiente del gato.

Tratamiento de los gusanos en gatos cachorros

En las crías, los parásitos intestinales tienen un efecto mucho más dañino sobre el organismo del felino. Cuando los cachorros contraen esta parasitosis a través de la leche materna u otro medio, se pauta una desparasitación periódica cada 2-4 semanas y se van espaciando las dosis hasta que se complete el calendario de vacunaciones.

Los antihelmínticos que se utilizan en estos casos son los mismos que en el anterior, pero puede que las dosis sean más bajas y ajustadas al peso del animal. 

Un grupo de anquilostomas.

Los remedios caseros por sí solos no sirven

En internet es posible encontrar multitud de remedios caseros, baratos y aparentemente fáciles para acabar con los parásitos, así que puedes verte tentado a probarlos y así evitar una visita al veterinario. Sin embargo, su eficacia no está probada de forma científica y solo sirven como apoyos accesorios a la terapia farmacológica.

Si sospechas que tu felino podría estar infestado con gusanos, acude a la clínica sin falta, pues el tratamiento es sencillo y fácil de administrar. Y, por supuesto, no olvides que la mejor arma contra estas afecciones es la prevención mediante desparasitaciones periódicas y vacunas.


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