La solución frente al coronavirus: en busca de la vacuna

En estos momentos el mundo está sumido en una crisis sanitaria sin precedentes. Por ello, los científicos se afanan en buscar una solución.
La solución frente al coronavirus: en busca de la vacuna
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 08 abril, 2020

El coronavirus sigue generando inquietud en todos, incluso en los tutores de mascotas, puesto que no desean que el bienestar de sus fieles compañeros también esté en jaque Recientemente se ha comentado que quizás muy pronto esté disponible una vacuna. Ahora bien, ¿será una vacuna la solución frente al coronavirus?

A continuación haremos un repaso sobre la historia de las vacunas y, por supuesto, su relación con el reino animal.

La historia de las vacunas

A menudo, los términos “peste”, “plaga” o “epidemia” se utilizan como sinónimos entre los especialistas para hacer referencia a la historia de las enfermedades especialmente contagiosas.

Muchas de estas enfermedades son causadas por partículas víricas, para las cuales no hay una gran diversidad de tratamientos, al contrario de lo que sucede con las enfermedades bacterianas.

Por ello, su gestión hace foco en el desarrollo de métodos que estimulen la inmunidad del individuo afectado, como es el caso de las vacunas. Y es esa la razón de que, dada la situación que vivimos en estos momentos, se plantee si una vacuna es la solución frente al coronavirus.

El porqué de la creación de la primera vacuna para humanos

Moscas en vacas.

La primera vacuna de la historia se creó en el siglo XVIII, cuando el investigador Edgard Jenner se cercioró de dos cosas: de que había gente que enfermaba de la viruela bovina –mucho más leve que la humana–; y que, tras pasar los síntomas de esta enfermedad, esas personas no enfermaban de la mortal viruela humana.

Con estos datos, Jenner procedió a realizar el experimento que dio con la primera vacuna. Así pues, administró viruela bovina a un niño, esperó a que se recuperara y posteriormente, le inyectó la viruela humana.

El niño no padeció la enfermedad puesto que su organismo, ya que al haber sufrido con anterioridad al virus, había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El siguiente paso: la atenuación del virus

El problema de las primeras vacunas era que el virus inoculado generaba una enfermedad en el individuo y, a veces, podía resultar peor el remedio que la enfermedad.

Por eso se desarrolló el concepto de la atenuación, que consiste en la reducción de la virulencia del patógeno antes de inoculárselo al paciente. Esta técnica se puso en marcha gracias a Pasteur y su equipo de investigadores, haciendo honor al descubrimiento de Jenner y finalmente acuñando el término “vacuna”.

Siempre es posible ir un paso más allá: la inactivación del virus

Las vacunas atenuadas mejoraron mucho la prevención de las enfermedades, pero arrastraron una serie de inconvenientes, como por ejemplo:

  • la atenuación se puede revertir repentinamente y el virus puede volverse infectante de nuevo.
  • las vacunas necesitan un proceso de conservación más riguroso, lo cual aumenta los costes.

En vista de ello, años más tarde, un equipo de investigación estadounidense descubrió la posibilidad de inactivar el virus, reduciendo los inconvenientes anteriores.

Las vacunas de nueva generación: ¿estará entre ellas la solución frente al coronavirus?

Desde el primer momento no se han dejado de buscar las mejores alternativas para optimizar los procesos de vacunación y evitar cualquier problema derivado. Gracias a los avances tecnológicos y científicos del último siglo, esto está siendo posible.

Las vacunas más modernas se obtienen mediante ingeniería genética en su mayoría. Así se consigue que activen la respuesta inmune, pero que no generen enfermedad.

Existen varios tipos de vacunas de nueva generación y en general se constituyen de:

  • el virus, al cual se le han retirado los genes que generan enfermedad.
  • el material genético del virus que codifica para los antígenos que activan el sistema inmune.
  • ese material genético, pero obtenido de forma sintética, es decir, sin necesidad de usar el microorganismo.
  • otro patógeno que actúa como vector de los antígenos frente a los que se quiere crear inmunidad.

¿Será verdaderamente una vacuna la solución frente al coronavirus?

Hoy en día se puede decir que existen numerosas enfermedades bajo control gracias a la vacunación. Este es el caso del sarampión o la varicela, las cuales, a pesar de seguir afectando a la población, se mantienen a raya.

Veterinario vacunando a un perro
Las vacunas son necesarias para cuidar la salud de las mascotas.

Sin embargo, otras muchas enfermedades están muy extendidas, son mortales y no tienen vacuna, bien porque aún no se ha descubierto, bien porque la enfermedad es muy nueva.

El 2020 será recordado como el año en que el mundo se vio paralizado por la pandemia del coronavirus COVID-19. Un virus que, si bien no muestra una elevadísima letalidad, ha demostrado poner en jaque incluso a países con sistemas sanitarios desarrollados. Todo por el simple hecho de que la transmisión se produce a velocidades sin parangón.

En estos momentos hay científicos por todo el mundo afanados en buscar una forma de frenar esta catástrofe mundial.

El coronavirus no puede tratarse con antibióticos, los antivíricos no suelen ser muy eficaces y además necesitamos que pare la cadena de contagios. Y para ello, la única solución que parece plausible es la vacunación. Activar el sistema inmune de la población mundial para que el organismo pueda rechazar al coronavirus nada más ser contagiado.


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