12 signos de que eres un cat lover

Un buen cat lover es aquella persona que tiene un rincón relevante para los gatos en su vida y en su afecto. ¿Quieres saber si eres uno de ellos?
12 signos de que eres un cat lover
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 15 enero, 2022

Ser un cat lover o amante de los gatos es una denominación que mucha gente ostenta, y no en vano: los felinos domésticos son de las mejores compañías que alguien podría pedir. Sus ojos cristalinos, su cola en constante movimiento y sus pasos inaudibles son cualidades que enamoran a cualquiera.

Si crees que perteneces a esta categoría, debes saber que el término cat lover engloba requisitos más allá del amor por los animales. Aquí podrás descubrir cuáles son y si los cumples. No es que nadie vaya a darte o quitarte un carné, pero es divertido saber hasta dónde llega la afición de muchas personas por estos félidos, así que no te pierdas nada.

12 signos de que eres un cat lover

Si eres un cat lover, los gatos no tienen misterios para ti, y no solo porque tengas conocimientos sobre su biología y cuidados, sino porque convives con más de uno (y puede que más de 2). Es muy posible, por tanto, que veas tu propio reflejo en alguna de las afirmaciones que vienen a continuación.

1. El merchandising de gatos es el disparador de tu vena consumista

Tazas, ropa, papelería (y en general todo aquello que contenga la imagen de un gato) amenaza la salud de tu bolsillo. Aprovechas cada oportunidad para dejar claro que los gatos te gustan, sea con el producto que sea. Puede que tengas una funda del móvil con el dibujo de un felino o la cara de tu gato impresa en un cojín del salón. Las posibilidades son infinitas.

2. Te entretienes viendo vídeos de gatos

Internet es, con gran probabilidad, el mayor repositorio de la etología felina. Todo el mundo ha visto algún vídeo con gatos haciendo algo gracioso, pero tú has dominado el arte de encontrar los mejores de ellos, disfrutarlos y difundirlos.

Además, sabes seleccionar aquellos vídeos en los que el gato no sufre y no se fomentan las malas prácticas o el maltrato animal. Conoces lo suficiente a un felino como para saber qué es lo que le molesta o le hace daño. 

¿Los gatos echan de menos a las personas?

3. Quieres acariciar a cada gato que te encuentras

Un cat lover siempre tiene hueco para acariciar a un gato. No importa que los felinos vivan en la calle, en casa de un amigo o en el propio hogar: la ternura que despiertan en ti no tiene fin. Además, sabes perfectamente cuándo debes tocarlos y cuándo no, pues respetas las necesidades y los miedos de estos animales.

4. Tus conocimientos sobre esta especie no tienen fin

A pesar de que es una de las especies más estudiadas y que más tiempo lleva al lado del humano, los gatos siempre nos sorprenden. A lo largo de tu experiencia con ellos has adquirido conocimientos extensos sobre su biología, cuidados, comportamiento y curiosidades.

5. Alguna vez te han llamado “loco/a de los gatos”

Ya sea por la cantidad de horas que puedes pasar hablando de gatos o por el número de ellos que viven en tu casa, alguien se ha referido a ti con este calificativo. Además, aunque tiene una connotación peyorativa según quién lo diga, a ti siempre te parece un elogio (porque lo es).

Amar a un animal con todo tu corazón no es locura, sino un gesto de empatía y humanidad.

6. La mejor parte de tu día es el tiempo que pasas con tus gatos

Llegar a casa y saludarlos, jugar con ellos o echarse una siesta bajo una montaña de pelo es el mejor momento del día para ti. Como buen cat lover, sabes que cada minuto que pasas con los félidos es un recuerdo a atesorar con amor.

7. Toda tu ropa está cubierta de pelos

No importa cuánto uses el aspirador y los rodillos adhesivos, pues en tu ropa siempre asoma algún cabello de gato. O bien has renunciado a la ropa negra o bien te has resignado a utilizar el quitapelos todos los días, pero ese aspecto de la convivencia con felinos ya no te molesta.

8. Entre un humano y el gato, siempre el gato

Un felino doméstico es una responsabilidad que adquieres voluntariamente y que llevas a término todos los días de tu vida. Si alguien te hace elegir entre sí mismo y tus gatos, la respuesta está clara: uno no adopta un animal para después deshacerse de él.

9. Alguna vez te has imaginado siendo un gato

¿A quién no le gustaría ser capaz de ver en condiciones de poca luz, trepar con facilidad a sitios altos o caminar sin hacer ruido? Por no hablar de la capacidad de caer desde grandes alturas sin morir. En realidad, no es necesario ser un cat lover de pura cepa para imaginar cómo sería estar en el cuerpo de un felino.

10. Siempre tienes la cámara a mano para documentar a tu felino

Los gatos son una fuente inagotable de momentos que atesorar y, si te mueves bien en redes sociales, un imán para los likes. Por eso, grabar o fotografiar a tu félido es una de tus actividades favoritas y ni siquiera hace falta enseñárselo después a otro: podrías pasar horas revisando los documentos gráficos de tu felino solo para admirar sus capacidades.

11. Tus gatos son parte de tu soporte emocional

A veces no es posible expresar con palabras lo que uno siente. Para esos momentos, un animal que simplemente te mira a los ojos y se enrosca en tu regazo es todo lo que se necesita. Los gatos son una compañía silenciosa, empática e incluso terapéutica para algunas personas.

12. Colaboras con asociaciones de rescate de felinos

Algunas personas son amantes de los gatos, pero no se pueden permitir cuidar uno en casa. Eso no detiene a un cat lover, sino que le motiva a buscar otras formas de ayudar a los ejemplares más desfavorecidos. Muchas personas gestionan colonias, colaboran como voluntarias o se dedican a la difusión de contenido animalista.

Ten por seguro que un centro de cuidados animales agradecerá infinitamente tu ayuda.

Una chica con su gato.

Al final del día, un cat lover no es una persona a la que le gustan mucho los gatos, sino aquella que comprende la naturaleza de estos seres, la aprecia y la protege. Además, quien empieza por los gatos acaba por generalizar su cariño al resto de los animales no humanos, pues no hay ningún ser vivo en este mundo que no sea capaz de albergar belleza en cualquiera de sus formas.


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