¿Se puede bañar a un gato?

Dicen que los gatos son animales bastante independientes y no hay nada errado en ello, pues una de las actividades que pueden hacer por sí mismos es bañarse.
¿Se puede bañar a un gato?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 agosto, 2022

Si alguna vez te preguntaste si se puede bañar a un gato, la respuesta corta es sí. Sin embargo, no lo necesitan con el mismo fin ni la misma periodicidad que un perro, ya que a ellos debemos bañarlos con agua y champú especial para caninos mínimo una vez cada dos meses.

En el caso de los gatos, son animales que cuidan todos los días de su propio pelaje. Su lengua tiene una superficie bastante particular, cubierta con papilas gustativas cónicas que le proporcionan una textura áspera muy útil para ingerir sus alimentos, cazar y asearse.

Aunque a veces para referirnos a que debemos darnos un baño breve decimos que vamos a “darnos un baño como los gatos”, lo cierto es que los felinos dedican varias horas del día a acicalarse, de este modo mantienen su pelaje libre de suciedad y parásitos, además de eliminar el pelo caído.

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Entonces, ¿nunca se debe bañar a un gato?

En ocasiones, los gatos requieren de ayuda humana para asearse. Por ejemplo, si se llenan de barro o cualquier sustancia difícil o peligrosa de eliminar ingiriéndola. Otro ejemplo son los gatos de pelaje largo, a quienes más que ayudar a bañarse, debemos facilitarles el desenredo del pelaje peinándolos seguido.

Además, un gato se puede enfermar al punto de no querer acicalarse por sí mismo, e incluso pudiera caer en un estado de depresión del que podemos ayudarlo a salir si lo bañamos con agua y champú.

Si acostumbramos a bañar a nuestro gato, lo ideal es no hacerlo tan seguido. Bastará con que sea una vez por mes o una vez cada dos meses, de manera que no se retire tan a menudo la capa sebácea que naturalmente se forma y protege su cuerpo.

Cómo se debe bañar a un gato en casa

Si deseas bañar a un gato en casa, es muy importante estar preparado con anticipación. Lo ideal es que sea en un espacio amplio porque si se asusta con el agua, ya que tratará de escapar. Antes de empezar, coloca una mota de algodón en cada uno de sus oídos para que no ingrese agua en esta zona.

El agua que se utilice debe estar a temperatura media, ni fría ni muy caliente, sino tibia. En cuanto a la forma más amigable de bañarlos es sumergiéndolos hasta la mitad en una tina donde los frotamos con suavidad y, con ayuda de un recipiente o ducha manual, retiramos el producto aplicado. 

Un gato selkirk rex.

Nunca se debe utilizar un champú que no sea especialmente para gatos, pues pudiera lastimar su piel y su pelaje. Además, tener una toalla grande será de gran ayuda para secarlo lo máximo posible de manera manual. Un secador de cabello a temperatura ambiente también puede facilitar el trabajo. Lo importante es que el gato no quede mojado para evitar la propagación de hongos en su piel.

Por último, nunca se debe bañar a un gato si el ambiente en el que se encuentra está a baja temperatura. Lo más indicado es hacerlo cuando haga un día soleado para que no se enferme. Y como última recomendación, una manera infalible de calmarlos durante el baño es colocar música relajante de fondo y hacer cada movimiento con seguridad pero mucha suavidad. Nunca es buena idea que el felino sienta tensión o podría arañarte de gravedad.


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