Riesgos y ventajas de los mosquitos modificados genéticamente
Las enfermedades transmitidas por vectores representan un gran dolor de cabeza a nivel mundial. En especial, en las regiones tropicales y subtropicales, en donde se encuentran las incidencias más altas. Buscar alternativas que permitan un mejor control y erradicación de todas estas afecciones es una necesidad urgente. Así, surgen herramientas novedosas como el empleo de mosquitos modificados genéticamente.
Sin embargo, como con todo lo nuevo, hay cierto temor y escepticismo ante su uso. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha salido al frente a aclarar aspectos relacionados con la utilización de estos mosquitos transgénicos o modificados. Este es el tema que detallamos aquí, así que te invitamos a leer hasta el final para que te enteres de todo.
¿Qué son los mosquitos modificados genéticamente?
Como su nombre lo indica, se trata de mosquitos que han sido alterados en cuanto a su genética, es decir, en su ADN (la molécula que contiene toda la información de un ser vivo). Para lograrlo, se emplea una tecnología llamada ADN recombinante, en la que se utiliza algún segmento o gen que posee una característica que se desea transmitir al organismo receptor, en este caso los mosquitos. También reciben el nombre de transgénicos.
Esta técnica innovadora se ha usado en diversos organismos, incluso en ejemplares destinados al consumo humano.
¿Por qué se emplean mosquitos transgénicos?
Quizás te parezca absurdo el uso de mosquitos modificados. No obstante, la idea surge de una gran necesidad en salud pública. Desde hace mucho tiempo, la población humana ha sido víctima de numerosos patógenos, que pueden encontrarse en todas partes y ser movilizados de un lado a otro por organismos que funcionan como vectores o vehículos transmisores.
Los vectores son muy variados e incluyen a los mosquitos, las moscas, los ácaros, las garrapatas, los piojos, los caracoles, entre otros. En el caso particular de los mosquitos, pueden trasmitir enfermedades relevantes. Entre ellas, el dengue, la fiebre amarilla, la malaria o paludismo, la filariasis, el chikunguña, la fiebre del Nilo occidental. Todas de gran impacto en la población.
Para poner un ejemplo de la problemática, en el año 2018, se registraron alrededor de 228 millones de casos de malaria en el mundo, con una cifra trágica de 405 mil muertes. Datos que evidencian la falta de control con el empleo de las técnicas actuales, y demuestra la necesidad de buscar alternativas de erradicación de estos vectores. Insectos que han expandido su distribución en los últimos años, lo que acrecienta la situación.
Así, surgió la iniciativa de emplear mosquitos modificados genéticamente para combatir la malaria y las diversas enfermedades que pueden transmitir.
¿Qué cualidades tienen los mosquitos producidos por biotecnología?
La idea de generar mosquitos modificados es combatir las enfermedades. Así, deben poseer algunas características que contribuyan con este fin práctico. En el caso de la especie Aedes aegypti (transmisor del dengue, el zika y el chikunguña), se ha empleado un gen auto limitante que genera la muerte antes de la adultez. De esta manera, se reducen las poblaciones de estos insectos.
También se utilizan otros genes marcadores que permiten la identificación de los mosquitos transgénicos. En particular, con capacidades fluorescentes, para que se detecten bajo la luz especial. Así, se pueden diferenciar de los individuos salvajes y tener un seguimiento de los organismos modificados.
¿Cuáles son los riesgos y ventajas de los mosquitos modificados genéticamente?
La idea de los mosquitos transgénicos es controversial entre los investigadores. Algunos apoyan su implementación, pero otros se oponen, alegando que son mayores los riesgos que los beneficios a obtener. Además, propicia choques culturales entre la población que desconoce el tema.
Si esta herramienta resulta exitosa, sin lugar a dudas, traería enormes ventajas sobre la prevalencia de las enfermedades asociadas a vectores. Afecciones que disminuyen al romperse la cadena de contagio, cuando se reducen los mosquitos transmisores en la naturaleza. Los riesgos a evaluar con este tipo de herramientas se relacionan con la seguridad ambiental, la biodiversidad y la salud, tanto humana como animal.
Una de las principales empresas dedicadas a la producción de estos transgénicos es Oxitec. Algunos estudios realizados en lugares como Panamá, Brasil y las islas Caimán han determinado que los transgénicos no poseen un impacto significativo sobre el hombre, el entorno, otras especies de mosquitos o incluso depredadores animales. Además, arrojan reducción de las poblaciones salvajes de estos insectos.
Sin embargo, todavía continúan las investigaciones. La OMS ratifica la necesidad de evaluación a través de un enfoque gradual y con participación de las comunidades para garantizar la seguridad, la calidad y la eficacia.
Conclusiones
Debido a la incidencia mundial de las enfermedades transmitidas por vectores, la OMS fija posición frente a la urgencia de desarrollar y probar herramientas que contribuyan a su control y su erradicación. Una de las tecnologías puesta en marcha en los últimos años, es el empleo de mosquitos modificados genéticamente. Por lo tanto, destaca la importancia de un enfoque gradual para ponerlos a prueba.
Una visión en la que también tienen que estar involucradas las comunidades, incluyendo las poblaciones indígenas. Y es que en esta tarea colosal, de años de lucha con diferentes metodologías, sin éxito, hay que dejar los escepticismos y dar un vistazo objetivo a las alternativas existentes. Siempre que los resultados garanticen la efectividad y la seguridad de la salud humana, animal y del ecosistema.
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