¿Por qué las cabras se suben a los árboles en Marruecos?
Si nunca has oído hablar de ello, puede que el hecho de que existan cabras que se suben a los árboles te parezca inverosímil. Por muy ágiles que sean, las ramas bamboleantes no parecen lugar para un animal con pezuñas, ¿verdad?.
Sin embargo, en Marruecos hace años que se observa este mismo fenómeno: cabras subidas en árboles de hasta 10 metros de alto. ¿Cómo es eso posible? ¿Qué ventaja evolutiva supone esta conducta? Descubre aquí el secreto.
¿Son diferentes las cabras de Marruecos?
Podrías pensar que las cabras de esta región son una especie diferente que ha desarrollado algún tipo de mecanismo evolutivo que las hace capaces de trepar a los árboles, pero no es así. Las cabras de Marruecos son cabras domésticas (Capra hircus), ni más ni menos.
La cabra es un mamífero pequeño que habita en casi todo el mundo, principalmente en zonas montañosas. Estos bóvidos existen tanto en estado salvaje como domesticados por el humano y, aunque hay multitud de razas según la explotación que se les quiera dar, todas pertenecen a la misma especie.
En cuanto a su alimentación, prefieren los pastos, pero no le hacen ascos a cualquier vegetación que se encuentre más abundante en ese momento, pues pasan de 5 a 9 horas diarias alimentándose. Ser una especie que se adapta fácilmente a condiciones climáticas y geográficas extremas les facilita a las cabras la obtención de alimento en zonas de difícil acceso.
Las cabras son animales gregarios que viven en grandes grupos y además son bastante prolíficas, puesto que pueden criar durante todo el año. Alcanzan la madurez sexual a los 2 años de edad y los chivos maman hasta las 4-6 semanas de vida.
Entonces, ¿por qué las cabras se suben a los árboles en Marruecos?
En la estación seca del suroeste de Marruecos, los pastos escasean —si no desaparecen directamente en algunas zonas—. De todas formas, a pesar de las dificultades climáticas, hay un árbol preparado para este periodo del año, que se arma de espinas y gruesas hojas para sobrevivir: el árbol del argán (Argania spinosa).
Por eso, los pastores de cabras han enseñado a sus ejemplares a subir por las ramas bajas y desordenadas de este árbol, para que puedan alimentarse de los brotes y los frutos. Las cabras, por muy ágiles que sean, no están preparadas para trepar a los árboles, pero el hambre apremia en la estación seca.
Esto es beneficioso tanto para las cabras como para los humanos. Ellas obtienen alimento y los ganaderos los frutos del argán. En las siguientes líneas, puedes leer por qué estos árboles y no otros han sido seleccionados para esta curiosa simbiosis.
Las cabras de Marruecos se suben a los árboles por una simbiosis tanto alimenticia como utilitaria.
¿Qué tiene de especial el árbol del argán?
Si conoces —aunque sea superficialmente— el mundo de la cosmética y la perfumería, habrás oído hablar del aceite de argán. El árbol de argán produce un fruto de cuya semilla se extrae este aceite, que tiene un gran contenido de vitamina E y un 80 % de ácidos grasos insaturados. Esto es muy beneficioso para la piel y el cabello.
Este fruto, similar a una oliva arrugada, es una delicia para las cabras. Sin embargo, tras comer la pulpa, normalmente escupen la semilla o la expulsan intacta con las heces si se la tragan. Una vez se retira la cáscara, se puede extraer este codiciado aceite.
La recolección de los huesos de argán da trabajo a multitud de cooperativas de mujeres marroquíes, que lo recolectan para vender el aceite. Estas mismas mujeres organizan incluso visitas turísticas para mostrar la curiosa estampa de las cabras trepadoras.
El auge que supuso incorporar el aceite de argán a la cosmética ha disparado su demanda, por lo que cada vez más pastores y recolectoras aumentan sus rebaños para seguir creciendo en el negocio. Es por esto que en los últimos años se presiona para controlar la cría de cabras domésticas, ya que hay tantas que el equilibrio con el medio ambiente empieza a desajustarse.
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