El perro cantor de Nueva Guinea no se ha extinguido

Cuando una especie es declarada extinta se ha perdido una batalla. Por eso, que especies aparentemente extintas como esta se recuperen es una de las mejores noticias posibles.
El perro cantor de Nueva Guinea no se ha extinguido
Elsa M. de Arribas

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 16 octubre, 2020

Durante décadas hemos oído hablar de animales curiosos que terminan extinguiéndose, como era el caso —hasta ahora— del perro cantor de Nueva Guinea. Por suerte, en septiembre del año 2020 se ha documentado que esta especie no estaba extinta, tal y como se creía en un principio.

¿Conoces algún dato sobre el perro que canta? ¿sabes cómo ha escapado de la extinción? Si la respuesta es no, no hay problema. A continuación hablaremos sobre este peculiar animal y su don.

El perro cantor de Nueva Guinea resiste

Según una noticia publicada el 3 de septiembre del año 2020, se ha reencontrado al perro cantor de Nueva Guinea. Estamos ante un evento de importancia ecosistémica vital, pues se creía que esta especie se había extinguido en la naturaleza a principios del siglo XX.

Sin embargo, las fuentes citan que ejemplares salvajes de esta raza de perros fueron avistados en el año 2016 en su hábitat. En concreto, se localizaron 15 individuos en el este de Nueva Guinea, en Indonesia.

Esto es una gran noticia para el resto de descendientes de la especie presentes en zoológicos o centros de conservación, ya que al haberse encontrado nuevos individuos silvestres, podrá contrarrestarse la endogamia de los ejemplares en cautividad.

No obstante, fue necesaria una segunda expedición en el 2018 para recolectar muestras biológicas de los animales. El objetivo era analizar genéticamente a los animales y confirmar si la especie encontrada correspondía realmente al taxón del perro cantor.

Pese a que la respuesta fue afirmativa, debemos resaltar el hecho de que su genoma solo coincide en un 70 % con la especie salvaje original. Expertos sospechan que esto debe a un cruce con ocho tipos de perros estadounidenses durante varias generaciones.

Un perro cantor asustado.

Asimismo, la expedición de 2018 permitió realizar un informe sobre las medidas fisiológicas de los perros. Gracias a este seguimiento continuado, los investigadores han podido recabar información sobre el estado de salud y condición corporal de los ejemplares salvajes.

La tarea de los expertos no acabó aquí, ya que también añadieron localizadores GPS a dos animales para poder conocer sus movimientos y hábitos. Desde luego, la monitorización de estos perros salvajes en todos los sentidos fue esencial para evitar su desaparición nuevamente.

Gracias a la investigación, se espera poder generar una verdadera población de perros cantores de Nueva Guinea. Con el cuidado y la aplicación de medidas pertinentes, se espera que se pueda disfrutar de este animal tan exótico —así como de su sonido particular— en el medio silvestre en unos años.

Curiosidades sobre el perro cantor de Nueva Guinea

Una vez te hemos mostrado la noticia de interés, vemos adecuado recoger algunas características típicas de este fascinante cánido.

Origen

El perro cantor de Nueva Guinea recibe el nombre científico de Canis lupus hallstromi o Canis familiaris hallstromi. Este cánido es nativo de Nueva Guinea, como bien indica su nombre común.

En concreto, este cánido se encuentra presente en la mitad occidental de Nueva Guinea, que pertenece a Indonesia. Esta mitad recibe el nombre de Papúa y en ella fueron registrados ejemplares de la especie por escrito por primera vez en el año 1897.

El descubrimiento de individuos de esta especie supone una alegría para la población de la isla, ya que se temía que la raza del perro cantor de Nueva Guinea se hubiese extinguido debido a:

  • La pérdida de hábitat.
  • Cruces con los perros salvajes de las aldeas.

En cuanto a su posición filogenética, parece ser que estos canes están relacionados con el dingo. Esto implica que, a nivel evolutivo, aparecieron en el árbol de la vida antes que los perros actuales.

Conocer las particularidades de estas especies más «ancestrales» es una manera de poder completar el conocimiento actual sobre los antiguos precursores de los perros domésticos, y por consiguiente, de las distintas razas de canes que habitan en los hogares de todo el mundo en la actualidad.

Comportamiento

Tras estudiar sus costumbres, se ha llegado a la conclusión de que estos perros son extremadamente inteligentes, pues han sido capaces de adaptarse a los cambios que ha sufrido su hábitat a lo largo de las décadas.

Otro rasgo llamativo de este animal es su aprecio por los lugares elevados, ya que posee buenas capacidades para la escalada. Asimismo, resulta curioso conocer que estos canes realizan un giro de cabeza concreto para comunicarse entre ellos.

No solo utilizan la cabeza para esto, pues sus colas largas, curvas y móviles intervienen en la comunicación. Gracias también a su pelaje y patronaje, son capaces de identificarse desde lejos.

¿Realmente cantan?

Aunque este animal reciba el nombre de perro cantor de Nueva Guinea, tenemos que explicar el porqué de este curioso mote. El aullido de este perro es similar al de los lobos, pero tiene una característica única.

En dicha característica reside su autenticidad, pues estos canes tienen la capacidad de modular su propio aullido. Al poder controlar el tono de sus vocalizaciones, parece que el animal canta cuando aúlla.

Por ello, aunque tendamos a humanizar los rasgos llamativos de algunos animales, no se pueden tomar sus denominaciones de forma literal. No obstante, en comparación con el resto de integrantes del género Canis, esta especie sí que canta de algún modo.

Al analizar su canto a través de sonogramas, parece ser que este método de comunicación entre los perros cantores se asemeja al de las ballenas jorobadas.

Un perro cantor sentado.

Como hemos podido ver, algunos animales que se creían extintos pueden no estarlo realmente. Este ha sido el caso del perro cantor de Nueva Guinea, que se consideraba desaparecido desde mediados del siglo XX.

Por suerte, a día de hoy siguen encontrándose poblaciones genéticamente estables en la naturaleza en lo que a esta especie se refiere. Ahora nos toca a nosotros actuar, pues hay que evitar su desaparición.


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