Conoce una perrita cariñosa que les regala abrazos a extraños en la calle

Conoce una perrita cariñosa que les regala abrazos a extraños en la calle
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 17 octubre, 2022

En Nueva York hay una perrita cariñosa que va regalando abrazos a quienes se cruzan en su camino. Se trata de una preciosa Golden Retriever. Turistas y ciudadanos locales se han ido enamorando de Louboutina o “Loubie”, la perrita cariñosa que no duda en mostrar bondad a todo tipo de desconocidos.

El nombre de esta perrita cariñosa se debe al diseñador de zapatos Christian Louboutin. Él es una de las personas que más admira César Fernández Chávez. Él es el dueño de este adorable animal, que asegura que ya no hay paseo en el que la gente no le pida un abrazo “canino”.

El propietario de Louboutina afirma que “Es un paseo con abrazos, mucha gente asegura que les alegramos el día”.

El comienzo de los abrazos de la perrita cariñosa

Todo surgió en el día de San Valentín en 2014. Fue en el momento en que Loubie empezó a tomarse de las manos con su dueño justo después de que él había acabado con una relación. Él asegura que la perrita comenzó a agarrar sus manos con sus patas, y a continuación cruzó una pata sobre la otra, consiguiendo el abrazo.

Loubie no ha recibido nunca adiestramiento para abrazar a la gente.

El abrazo de un perro

Quienes tenemos en casa un perro sabemos muy bien la sensación que podemos experimentar al recibir un abrazo de nuestra mascota. Es conmovedor e inspirador de una energía muy positiva.

Suele decirse que acariciar el lomo de un perro es una excelente forma de luchar contra el estrés, de relajarnos, de olvidar los momentos tristes.

Todavía es mucho más positivo recibir un abrazo repentino, sin un motivo aparente. Hay perros, como es el caso de Loubie, que lo saben muy bien. Por ello suelen abrazar con frecuencia a sus dueños, para demostrarles fidelidad, admiración y cariño.

El abrazo del dueño

Para los perros, los abrazos se consideran un acto de dominación de su propietario. Sean cual sean las intenciones que tengamos cuando les demos un abrazo, el animal lo asociará con un acto en que los dueños hacemos valer nuestro poder hacia ellos.

A pesar de algunos perros toleran bien los abrazos y se sienten tranquilos con ellos, otros pueden sentirse como si estuvieran amenazados o asustados. También están los animales que no se dejan abrazar. Hay incluso quienes se defienden con gruñidos o intentos de morder.

Un dato muy curioso es que el mismo perro puede llegar a disfrutar de los abrazos de un miembro de la familia. Pero por otro lado, a la vez reaccionar de forma distinta con otra persona del mismo hogar. Un signo claro de que a nuestro amigo no le hace demasiada gracia el abrazo es que se quede con el cuerpo muy tieso, o bien que agache su cabeza, pero sin demasiada ilusión.

Caricias a nuestro perro

Acariciar o tocar a nuestro perro es algo en apariencia muy sencillo, pero muchas veces no lo hacemos de la forma más adecuada. La respuesta por parte de nuestro amigo canino puede ser un poco imprevisible.

Como medida de prevención, es importante que siempre que vayamos a acariciar un perro que no sea nuestro preguntemos a su dueño si lo podemos hacer para evitarnos alguna sorpresa.

Hay muchas formas de tocar a un perro, y cada una de ellas tendrá una respuesta distinta por parte de ellos.

Las caricias mejor recibidas por los canes son las que se llevan a cabo en su pecho o en el hombro. Las respuestas más negativas las obtendremos si pretendemos acariciar o tapar su hocico con las manos. Tampoco debemos tocar una de sus patas.

Una gran tolerancia

Los perros son animales muy tolerantes. N o es fácil que protesten ante una caricia mal dada. A no ser que se realice de una forma muy insistente. En muchas ocasiones, el can se quedará parado, sin reaccionar. Si notamos que el perro es reticente o incluso que va retrocediendo cuando le acariciamos de una forma determinada, con toda seguridad será porque no le ha gustado.

El truco que siempre funciona es decir a nuestro amigo palabras cariñosas y alegres. De esa forma iremos viendo que el animal interactúa cada vez más con nosotros. Veremos que se inclina hacia delante. Si mueve su cola continuamente o se tumba con las piernas hacia arriba, será genial.

Fuente: www.ultimahora.com

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