Los parásitos intestinales en los perros
De todos los males que puede sufrir nuestro pequeño amigo de cuatro patas, uno de los más delicados son los parásitos intestinales. Y es que estos son lombrices cuyo daño ocasionado puede ser tan grave que muchas veces ocasionan la muerte del can.
Si bien este mal suele ser mucho más peligroso cuando le ocurre a los cachorros, los perros adultos también pueden verse seriamente afectados. Si no sabías sobre este caso, a continuación explicaremos todo lo que se necesita conocer.
Tipos de parásitos
De todos los que infectan a los perros, existen 7 que son los principales. Son los siguientes:
Anquilostomas
Se trata de los parásitos más comunes por los que puede contagiarse el can, tras consumir diferentes tipos de larvas o huevos. Estos permanecen en la grama tras ser expulsados por un animal que ya haya estado infectado por este parásito.
Los anquilostomas son microscópicos y subsisten en el intestino delgado. Asimismo, suelen ocasionar diarreas y una terrible anemia en los caninos, espacialmente cuando son cachorros de pocos meses.
Toxocara canis
Suelen infectar casi exclusivamente a hembras lactantes y a cachorros de pocos meses. Esto se debe al hecho de que las larvas se activan durante el tiempo de gestación.
Los síntomas de este tipo de parásitos son los siguientes:
- Debilitamiento
- Retraso en el crecimiento
- Tos
- Dolor abdominal
- Neumonía
- Bloqueo total del sistema digestivo
- Diarrea
Es importante señalar que estos parásitos son como pequeños fideos de color rosado blanquecino. Pueden alcanzar los 15 centímetros de altura.
Toxacaris leoninia
Tienen un aspecto casi idéntico al caso anterior, con la diferencia de que estos son completamente blancos y su estructura es redonda. Asimismo, son igual de peligrosos y dañínos.
Los síntomas que presentan los canes infectados son los siguientes:
- Diarréa
- Vómito
- Tos
- Debilitamiento
- Convulsiones
Como puedes ver, este es muy parecido a la Toxacaris canis.
Trichuris vulpis
Conocido por muchos veterinarios como tricocéfalos, estos parásitos habitan en el intestino ciego de los canes y pueden llegar a medir hasta 7 centímetros de largo.
La característica más peculiar de los Trichuris vulpis es que los canes que lo padecen no suelen presentar ningún tipo de sintomatología. Sin embargo, de vez en cuando suele causar irritación en el ano, lo que hace que el can arrastre esta parte de su cuerpo por el suelo para apaciguar la picazón.
Uncinaria stenocephala
Se trata de otra especie de anquilostoma, con la diferencia de que este parásito es redondo, puede alcanzar dos centímetros de largo y habita en el intestino delgado.
Una vez que invade la piel del perro, puede generarles una dermatitis aguda, principalemente entre los dedos. De igual forma, puede ocasionarle quistes interdigitales.
La mayor similitud con los casos anteriores es que también ocasionar fuertes cuadros de anemia y diarrea en el animal infectado.
Dipylidym caninum
Conocida por casi todos como la solitaria, este es un parásito cuya estructura se caracteriza por ser plana y por poder alcanzar los 305 centímetros de longitud.
Los síntomas más comunes del Dipylidym caninum son:
- Diarrea
- Debilidad
- Retraso del crecimiento en cachorros de pocos meses
Este parásito habita en el intestino delgado del perro y en muy pocas ocasiones se ha llegado a ver totalmente. Por lo general, el can suele expulsarlo por segmentos a través de sus heces, presentando una apariencia seca, como pequeños granos de arroz.
Echinococcus granulosus
A diferencia de la solitaria, este es uno de los parásitos intestinales más pequeños que existen, al llegar a medir tan solo 9 milímetros como la longitud máxima.
Este se caracteriza por ser plano y habitar en el intestino delgado del animal infectado. Por lo general, el Echinococcu granulosus ocasiona diarreas, quistes hidatídicos y pérdida de condición física.
Es importante resaltar que este parásito es muy común en el perro. Una vez que el veterinario lo ha detectado, la única solución será extirparlo por completo.
Para ello, se recomienda altamente el consumo periódico de antihelmínticos prescritos por el mismo especialista. Asimismo, se deberá evitar la ingesta de vísceras de animales, principalmente de los ovinos.
Como habrás podido notar, son muchos los diferentes tipos de parásitos intestinales que puede sufrir tu pequeño amigo de cuatro patas. Una vez que logres notar algún síntoma, deberás acudir al veterinario de inmediato.