Osteosarcoma en perros: causas, síntomas y tratamiento

El osteosarcoma es un cáncer relativamente poco común, pero se trata del primer tipo de neoplasia maligna que puede sufrir un can. Descúbrelo con nosotros.
Osteosarcoma en perros: causas, síntomas y tratamiento

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 27 agosto, 2021

El cáncer en perros es relativamente común, pues hasta 1 de cada 4 caninos lo padecerán en algún momento de su vida. Este riesgo se incrementa con la edad, ya que en sus etapas finales de vida la probabilidad de que crezca un tumor en su organismo es de casi el 50 %. El osteosarcoma en perros es un evento patológico poco frecuente, pero bastante letal y de pronóstico reservado.

Este tipo de cáncer afecta sobre todo a las patas y puede provocar síntomas difusos de difícil distinción. Si quieres aprender más sobre el osteosarcoma y cómo detectarlo antes de que sea demasiado tarde, te animamos a seguir leyendo.

¿Qué es el osteosarcoma en perros?

En primer lugar, es necesario definir que un “cáncer” es toda enfermedad que se manifiesta con un tumor maligno de expansión indefinida y que tiende a destruir los tejidos orgánicos circulantes. Este cuadro clínico ocurre por una mutación en un grupo de células, que crecen y se dividen a una tasa muy rápida y forman el temido tumor.

El osteosarcoma es un tipo de cáncer que aparece en el tejido óseo del animal, es decir, que se forma a partir de sus huesos. El tumor surge por la producción excesiva de células encargadas de modelar el esqueleto (osteoblastos y osteoclastos). Es el cáncer óseo más común en canes con diferencia, ya que representa más del 85 % de los tumores malignos de los huesos.

La prevalencia es baja y solo el 0,35 % de los caninos lo padecen en algún momento de su vida. De todas formas, el osteosarcoma es mucho más común en los canes de razas muy grandes (hasta el 2,27 % lo presentan), tal y como indican estudios. El lobero irlandés parece ser el más proclive al padecimiento, seguido del galgo inglés, del akbash y del San Bernardo.

El osteosarcoma también es el tumor de huesos más común en niños pequeños. De todas formas, en perros es 10 veces más común que en infantes.

El osteosarcoma de un perro visto en rayos x.
El osteosarcoma de un perro analizado con rayos X.

Tipos de osteosarcoma en perros

Los osteosarcomas son tumores malignos del esqueleto, pero pueden aparecer en distintas partes del cuerpo. Según su localización, se pueden englobar en estos dos grupos:

  1. Osteosarcoma apendicular: representa el 75-85 % de los casos y aparece en las patas delanteras o traseras del animal. Fomenta la aparición de fracturas patológicas en las extremidades, ya que debilita poco a poco la integridad de los huesos afectados y estos se rompen con más facilidad.
  2. Osteosarcoma axial: ocurre en el tronco del animal, incluyendo el cuello y la cabeza. Es mucho menos común que el apendicular y genera síntomas más diversos, dependiendo del lugar de su localización. Por ejemplo, si aparece en la boca puede producir mal aliento y dificultad para tragar, mientras que si se instaura en el cerebro desencadenará convulsiones.

Posibles causas

Hablar de causalidad en un cáncer es muy difícil, pues ni siquiera en humanos se encuentra un solo desencadenante claro en la mayoría de los casos. Como hemos dicho, su inicio se remonta a una mutación en una estirpe celular viva dentro de los huesos, pero se cree que factores como el ambiente, la salud general del can, su genética y su constitución física pueden tener mucho que ver.

Síntomas generales

Muchos tipos de cáncer se instauran sin causar dolor, pero el osteosarcoma no es uno de ellos. En la siguiente lista, te mostramos los signos clínicos característicos de los tumores óseos apendiculares (los más comunes):

  • Aparición de una masa palpable en las patas del animal, sobre todo al nivel del radio o la tibia.
  • Dolor extremo, que se manifiesta en forma de ladridos, quejidos y expresiones de sufrimiento, sobre todo al mover o apoyar la extremidad afectada.
  • Cojera y falta de movimiento en la pata en la que crece el tumor.
  • Letargia y pérdida de apetito.
  • Hinchazón evidente y zona caliente al tacto.
  • Reticencia a caminar e incapacidad para hacer ejercicio.

Como hemos dicho, si el tumor crece y no se atiende, es posible que el can se fracture una pata realizando una actividad que antes no le reportaba ningún problema. Por otro lado, los síntomas del osteosarcoma axial son muy difíciles de definir, ya que dependen en su totalidad de la parte del tronco o cabeza que se vea afectada.

Diagnóstico del osteosarcoma en perros

Un perro con un osteosarcoma suele llegar a la clínica con una pata débil, hinchada y muy poco móvil. Ante la sospecha del cuadro clínico que nos atañe, los profesionales veterinarios recurrirán en primera instancia al uso de rayos X, pues así se puede observar de forma directa la masa creciendo sobre el hueso. Por sí solo, este procedimiento confirma el diagnóstico en casi el 100 % de los casos.

Para asegurarse, es necesario que el veterinario recurra a una recogida del tejido óseo del animal, ya sea por biopsia (recogida quirúrgica) o por aspiración (mediante la inserción de una aguja). Según fuentes profesionales, las muestras se analizan en un laboratorio y se confirma que las células que las componen son cancerígenas.

Tratamiento

El osteosarcoma en perros es un tipo de cáncer muy agresivo, por lo que en el momento de diagnóstico se suele asumir lo peor. Cuando el tutor recibe la noticia, el 90-95 % de los pacientes caninos ya presentan micrometástasis, es decir, que el tumor ya se ha expandido a otras partes del cuerpo aunque esto no sea visible.

El primer paso del tratamiento en (casi) todos los casos es la amputación de la extremidad afectada al completo. Tras ello, se requieren ciclos de duración variable de quimioterapia, con el fin de eliminar cualquier célula cancerígena que se haya expandido más allá de la pata con el tumor. Por suerte, los caninos suelen tolerar muy bien este abordaje químico.

Durante la quimioterapia, lo más normal es que el perro sienta náuseas, vómitos, diarrea y cuadros anémicos. De todas formas, es una especie resistente que la aguanta bien.

Un perro con las patas amputadas.

Pronóstico y apuntes finales

Tal y como indican profesionales veterinarios, la esperanza de vida del paciente canino sin tratamiento quirúrgico es de apenas 2 meses. Si se amputa la pierna y se opta por la quimioterapia esta puede aumentar a unos 6 meses o un poco más, pero solo el 2 % de los perros con osteosarcoma continúan vivos 2 años después del diagnóstico.

Con estas cifras, por desgracia podemos asumir que es muy difícil que el tratamiento funcione del todo. Si el can es mayor y ha llevado una buena vida, quizá lo más sensato sea acompañarlo en sus últimos momentos y otorgarle cuidados paliativos para que no sufra. A veces, dejar ir es la opción más empática en los cuadros más agresivos.


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