Nunca le pegues a tu perro

Nunca le pegues a tu perro

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 junio, 2016

“La violencia solo engendra violencia”. Son sabias esas palabras y se pueden aplicar a distintos órdenes de la vida. Por eso, haz oídos sordos a aquellos que te aconsejen que para educar a los canes hay que aplicarles algún tipo de castigo físico y nunca le pegues a tu perro. El buen trato, el amor y la paciencia son las mejores herramientas para la convivencia. Y esto incluye también a las mascotas.

Razones por las que no debes pegarle a tu peludo

Un perro que recibe castigos físicos se vuelve huidizo y temeroso. Y eso no es lo que queremos de un animal de compañía, ¿verdad?  Y es que un can que se siente intimado por su dueño, jamás podrá asimilar correctamente una orden o entender qué pretende su propietario que haga.

Además, recuerda que los perros son muy sensibles y pe rcibirán claramente la ira.  Entonces, nunca le pegues a tu perro. Solo conseguirás que:

entrenar a tu mascota
  • Huya cuando lo quieras castigar.
  • Enfrente la situación e intente agredirte.
  • Exprese la frustración y la ansiedad que siente por la situación que vive con distintos comportamientos: rotura de objetos, lamido compulsivo de ciertas zonas de su cuerpo, micción en sitios inadecuados, etc.

Si esto ocurre, la solución no es aumentar los castigos físicos, obviamente, sino que pasa por buscar otra manera de enseñarle a tu perro cómo quieres que se comporte. Así, poco a poco, si irán resolviendo los problemas. Y si aún persisten, puedes buscar ayuda profesional. Pero asegúrate que sea alguien serio y responsable.

Cuando decides tener un peludo, una de tus responsabilidades es educarlo. Y este tema debes encararlo con amor, paciencia y respeto. Así que nunca le pegues a tu perro.

Edúcalo con amor: no le pegues a tu perro

La mejor forma de educar a un perro, sin duda, es con amor. Y el afecto se traduce en paciencia, persistencia y buen trato. Si utilizas el llamado refuerzo positivo, seguro que obtendrás mejores resultados que con el maltrato que, además, no te olvides que está penado por la ley.

Pero, ¿qué puedes hacer para que tu can aprenda reglas básicas de conducta? Básicamente, premia sus buenos comportamientos e ignora los malos. Es simple, cuando consigas que el peludo responda a una orden que le impartes:

  • Le das un alimento que sea de su agrado.
  • Lo acaricias.
  • Le expresas afectuosamente lo buen perro que es y el orgullo que sientes por él.

Recuerda que tu perro es un perro y que actúa como tal

Si decides compartir tu vida y tu hogar con una mascota, no está de mal recordar algunos detalles:

  • El animal no hace las cosas adrede o para enfadarte. Lo que tú consideras con tu vara humana un mal comportamiento puede que para el sea algo absolutamente normal. Por eso debes educarlo con paciencia para lograr una convivencia armoniosa.
  • De nada sirve retar a un perro por algo que hizo. La reprimenda solo sirve si lo encuentras in fraganti. Si no, no podrá entender el motivo de tu enojo y solo lograrás confundirlo.
  • Si el mal comportamiento de un perro persiste, ten por seguro que siempre hay un motivo. Debes encontrar la causa para resolverlo. Con castigos solo empeorarás las cosas.

Respeto, paciencia y amor a la hora de convivir con una mascota

educar a tu perro

No te olvides nunca que si eliges tener un animal de compañía, debes asumir la responsabilidad de cuidarlo en todo sentido. Y en el listado de cuidados ocupa un sitio de importancia el buen trato que se merece el peludo.

Empezamos este artículo citando una frase sobra la violencia. Usemos otra para cerrarla: “Se cosecha lo que se siembra”. Entonces, si tratas con amor a tu mascota, recibirás lo mismo de ella. En cambio, si le pegas, tendrás en tu casa un ser acobardado o agresivo. ¿Es eso lo que realmente quieres? Seguro que no.

Recuerda que tu peludo es un ser vivo y que como tal, merece ser tratado con mucho respeto. Así que mima mucho a tu perro y ten mucha paciencia con él. Sabrá retribuirte con creces. De eso no debe caber la mínima duda.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.