Nunca humanices a tu mascota

Nunca humanices a tu mascota

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Entre las tantas formas de maltrato animal, tratarlos como si fueran personas se está transformando en una de las opciones más difundidas en este siglo. Así que si en realidad quieres a tu peludo tanto como dices, empieza por respetar su naturaleza. Una vez más lo decimos desde Mis Animales: nunca humanices a tu mascota.

Tratar a las mascotas como seres humanos, otra forma de crueldad hacia los animales

Mirarse el ombligo y no ver más allá de sus narices es una característica de muchas personas. Por eso les cuesta entender que lo que es bueno para ellas no tiene por qué serlo para su animalito de compañía.

Pero además, consideran que tratándolo como humano le hacen un bien a sus peludos. Sin embargo, resulta siempre lo contrario y las mascotas empiezan a desarrollar serios problemas físicos o de comportamiento.

Y lo que es peor, sus dueños se preguntan cómo es posible que sus mimados o consentidos hayan llegado a esa situación, si es que viven para ellos y les brindan siempre lo mejor.

Desde Mis Animales insistimos una vez más en que nunca humanices a tu mascota. Respetar la naturaleza de tu peludo es lo mejor que puedes hacer para que tanto tú como el animalito conviváis sanos y felices.

Humanizar mascotas, un problema de estos tiempos

Convengamos que la vida no es fácil para nadie en estas épocas virtuales donde las personas tienen cada vez menos contacto real con sus pares.

La soledad y la falta de comunicación, sobre todo en las grandes urbes, suelen hacer estragos en la gente. Pero de ahí a que se quieran suplir esas carencias con las mascota, hay un abismo.

Los perros, los gatos y otras mascotas suelen ser una gran y amorosa compañía para mucha gente. Y eso es genial, qué duda cabe.

El problema está en confundir los tantos. Nuestros queridos peludos no son seres humanos. No se pueden mezclar las cosas. No respetar las características de cada especie no es bueno ni para las personas ni para los peludines.

Si en verdad lo quieres, no le hagas esto a tu peludo

Hay distintas maneras de humanizar a las mascotas. Por ejemplo:

  • Darles alimentos pensado para personas.
  • Sentarlas a la mesa a la hora de la comida.
  • Vestirlas o disfrazarlas con distintas ropas y accesorios a la moda, o exclusivamente diseñadas para ellas
  • Festejarles los cumpleaños con globos, tarta y velitas incluidas.
  • Organizar y celebrar bodas entre ellas, en donde el esmoquin y el velo no pueden faltar, qué te piensas.
  • Considerarlas como si fueran hijos pequeños, o peor aún, bebés humanos.

Consecuencias de la humanización de los animales de compañía

Si lo piensas bien, una mascota tratada como un ser humano no puede tardar demasiado tiempo en mostrar señales de que algo no anda bien en su vida. Y esos signos aparecerán tanto de forma física como de comportamiento, no te quepa duda. Entre ellos:

  • Obesidad y otros problemas de nutrición
  • Agresividad
  • Rotura de muebles y otros objetos
  • Que hagan sus necesidades en cualquier sitio
  • Ladridos compulsivos
  • Conductas estereotipadas (perseguir sus cola, lamidos constantes, automutilaciones, etc.)

Beneficios de que nunca humanices a tu mascota

Hay tantas formas de pasarlo bien con los peludos. Son seres maravillosos que quieren brindarnos todo su amor. Y la mejor manera de retribuirles todo el cariño que nos dan es tratándolos con respeto y cuidándolos con responsabilidad.

Así nos aseguraremos que estén sanos y felices dejándolos ser lo que son: perros, gatos, hurones, etc. Y nosotros no debemos dejar pasar la oportunidad de ser lo que somos: humanos que también deben relacionarse de forma real con sus congéneres.

Y pasear a tu perro por el parque o llevar a tu minino el veterinario pueden ser ocasiones geniales para que tu vida social se amplíe. Ya lo verás.

Breguemos por muchos dueños y mascotas felices

De manera que fíjate bien cómo te estás manejando con tu animalito de compañía. Repetimos: nunca humanices a tu mascota. Respeta su naturaleza. Entonces:

  • Dale la comida adecuada según su especie, tamaño, edad, características particulares, etc.
  • Juega con ella. Estimula su inteligencia.
  • Asegúrale un nivel apropiado de actividad física.
  • Permítele ser lo que es: que explore, que olfatee basura y colas ajenas, que rasque, que excave, que ladre, que maúlle, que persiga hojas y mariposas, etc.

 

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