Nadie lo detuvo: perrito sin hogar se dio un festín de croquetas afuera de una tienda
Los perritos no conocen de malicia ni malas intensiones. Lo que a nuestros ojos se vería como un robo, para un perrito hambriento fue como darse un festín al encontrar una comida servida en frente de una tienda de mascotas.
Un usuario decidió compartir en su cuenta de titktok el tierno momento en el que un perrito callejero decide alimentarse de varios costales de comida para perros que estaban en exhibición en la entrada de una tienda.
Varias personas evidenciaron el momento y soltaron una leve risa al notar la naturalidad con la que el perrito buscaba cuál era su comida favorita. Entre diferentes marcas, el perrito fue paseando hasta que decidió quedarse en uno de los costales que le pareció más apetecible.
Todos fueron cómplices
Seguramente lo más razonable hubiera sido tratar de ahuyentarlo. Pero todos en la tienda parecían empatizar con el perrito que se veía muy confiado y, vamos, un poco hambriento.
Así que, aunque el perrito parece pasar desapercibido, más de uno decidió mirar de reojo el tierno momento y guardar silencio para que su travesura se completara. Al final, luego de darse todo un festín, el cachorro decide marcharse con la pancita llena y varios amigos en secreto.
La persona que subió el video decidió hacerlo meme y dejó a todos enamorados. Cientos de mensajes llegaron para aplaudir la osadía del perrito. Muchos afirmaban que solo se trataba de un tierno chequeo de calidad por parte de sus usuarios: los perritos.
Aunque seguramente al dueño de la tienda no le haya causado demasiada risa, le perdonamos la travesura a esta criatura que solo buscaba saciar un poco su hambre. Además se puede ver en el video la delicadeza con la que se alimenta, llevando consigo solo le necesario para seguir por su camino.
De cualquier forma aplaudimos la iniciativa del dueño en dejar algo de comida en su exterior porque les brinda ayuda a estos animalitos que vagan por las calles. Muchos usuarios dijeron que la tienda incluso suele dejar un poco de agua por si pasa algún perrito sediento.
¡Una historia digna de compartir!