Hallan el tiburón luminoso más grande del mundo

La bioluminiscencia es un fenómeno tan espectacular como poco frecuente, mediante el que los animales son capaces de producir luz propia.
Hallan el tiburón luminoso más grande del mundo
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 14 marzo, 2021

Un nuevo estudio científico publicado en Frontiers in Marine Science ha descrito cómo 3 especies de tiburón son capaces de emitir luz propia. Una de ellas, el carocho o Dalatias licha, es el tiburón luminoso más grande del mundo.

Con 1,80 metros de longitud, este animal no solo es el mayor tiburón, sino el vertebrado más grande con esta capacidad, que recibe el nombre de bioluminiscencia. Junto con las otras 2 especies —Etmopterus lucifer y Etmopterus granulosus—, este tiburón puede encontrarse en los océanos que rodean Nueva Zelanda.

Si quieres aprender más sobre este fascinante animal y cómo produce luz —así como sobre la bioluminiscencia en general—, te invitamos a seguir leyendo este artículo.

La bioluminiscencia en el reino animal

La bioluminiscencia es un fenómeno muy poco común en el medio terrestre. Tan solo algunos invertebrados tienen esta capacidad, la inmensa mayoría de ellos artrópodos. Los más famosos son las luciérnagas, término que comprende a varias especies de insecto que emiten luz por el abdomen.

Por el contrario, este fenómeno está extendido en el medio marino. Aunque la inmensa mayoría de animales bioluminiscentes siguen siendo invertebrados, también se conocen un número creciente de vertebrados acuáticos luminosos.

Curiosamente, la cantidad de animales bioluminiscentes aumenta a medida que se desciende en los océanos. La mayoría de estos seres vivos pueden encontrarse en aguas muy profundas, donde no llega la luz solar.

En estas zonas, además, las capacidades lumínicas de los animales están mucho más desarrolladas. Juegan un papel central en su ecología y son utilizadas para comunicarse, camuflarse, cazar y muchas más funciones.

Más de un tiburón luminoso

Los tiburones se asocian normalmente con enormes superdepredadores que acechan bajo la superficie oceánica. Sin embargo, esta es solo una pequeña fracción de su biodiversidad. Estos animales llevan existiendo millones de años y han sabido adaptarse y colonizar medios acuáticos muy distintos.

De hecho, 2/3 de los tiburones no alcanzan un metro de longitud y tan solo el 20 % de las especies supera el metro y medio. Además, más de la mitad de los tiburones viven a más de 200 metros de profundidad.

La mayoría de ellos habitan entre los 200 y 1000 metros, en la zona crepuscular o mesopelágica. En este intervalo aún penetra algo de luz, pero es tan escasa que impide la fotosíntesis. Para el ojo humano, la zona crepuscular está completamente a oscuras.

Precisamente aquí se encuentran los tiburones bioluminiscentes. Pertenecen a tres familias diferentes —Dalatiidae, Etmopteridae y Somniosidaeque suponen 57 de las 540 especies de tiburón conocidas. Los ejemplares de estos taxones pueden encontrarse en las aguas profundas de todo el planeta.

Un detalle de los dientes del tiburón luminoso.
Un detalle de los dientes del tiburón luminoso.

¿Cómo es el tiburón carocho?

El aspecto de Dalatias licha es muy diferente al del elasmobranquio habitual, como ocurre con otras especies de tiburón luminoso. Su cuerpo es largo y delgado y sus aletas y cola pequeñas y romas. Además, la cabeza del carocho es pequeña, con un hocico corto y redondeado y grandes ojos adaptados a la penumbra.

Los dientes son diferentes en la mandíbula superior e inferior. Los superiores son pequeños, delgados y con forma de púa, mientras que los inferiores son grandes, triangulares y forman una superficie cortante continua.

Esta dentición está adaptada para arrancar pedazos de carne de animales más grandes de forma parasítica —como hace también el tiburón cigarro—, así como para depredar sobre otros tiburones, peces, cefalópodos y crustáceos.

La coloración es uniforme y varía de pardo oscuro a gris o negro. Aunque el tamaño del carocho no puede compararse con gigantes como el tiburón blanco o el de Groenlandia, sus 1,80 metros hacen palidecer al resto de tiburones luminosos, que no suelen alcanzar los 60 centímetros.

¿Cómo produce luz este animal?

La piel de D. licha está cubierta de fotóforos, pequeños órganos con una estructura sorprendentemente similar a la de un ojo, ya que cuentan con iris, lente, una capa pigmentada y una célula productora de luz: el fotocito.

Gracias a estos órganos, el tiburón luminoso es capaz de producir una luz azul-verdosa que es especialmente intensa en la parte ventral del animal, donde hay una mayor concentración de fotóforos.

Por ello, se cree que la bioluminiscencia del carocho le serviría para camuflarse. Visto desde abajo, la silueta iluminada del tiburón lo ayudaría a desaparecer, al igualarse con la luz proveniente de la superficie. También podría servir para iluminar el fondo marino en busca de presas.

A día de hoy, se desconoce el mecanismo que estos condrictios utilizan para generar luz, ya que no se han encontrado luciferina y luciferasa, las moléculas responsables de ello en otros animales, ni bacterias que pudiesen producirla.

A pesar de ello, este nuevo estudio ha comprobado que la hormona melatonina está involucrada en el control de la luz. En los humanos, esta hormona regula los ciclos de sueño y el desarrollo.

Un dibujo de un tiburón luminoso.

Las criaturas de las profundidades oceánicas viven en un ambiente muy distinto al de los humanos, por lo que a menudo son pasadas por alto. No por ello son menos fascinantes, pues aún ocultan en su interior muchos misterios para la ciencia.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.