¿Sabes lo que es la descosificación de los animales?

¿Sabes en qué consiste la descosificación de los animales? La modificación de las leyes sobre los seres vivos cada vez les otorga más derechos, por lo que no han de verse como bienes materiales.
¿Sabes lo que es la descosificación de los animales?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 26 junio, 2020

La descosificación de los animales es un proceso necesario para el efectivo reconocimiento legal de sus derechos. Aun así, las constituciones internacionales aún mantienen el tratamiento como bienes (u objetos) a los animales no humanos. La ausencia de una personalidad jurídica específica impide que se los reconozca como seres dotados de derechos naturalmente.

A todo lo anterior, hay que sumar que la calificación como bien aliena los animales de sus facultades cognitivas y emocionales. En consecuencia, sus intereses y su propia integridad terminan siendo determinados (y limitados) por los derechos reconocidos a sus propietarios. Para entender un poco mejor la importancia del proceso de descosificación de los animales, empecemos por diferenciar los derechos naturales de los legales.

Derechos naturales y descosificación de los animales

Los derechos naturales deberían (al menos teóricamente) otorgarse a todos los sujetos de intereses y seres vivos dotados de la capacidad de sentir. Generalmente, se reconoce como el derecho natural más fundamental el de vivir una vida libre de cualquier tortura física o psicológica.

Por sentido común, no dudaríamos en afirmar que los animales no humanos son dotados de sensibilidad. A continuación, también a ellos deberían reconocérseles los correspondientes derechos naturales, ¿cierto? Pero en la práctica, esto no resulta tan sencillo… ¿Por qué?

Básicamente, porque casi la totalidad de las leyes vigentes en diferentes países siguen considerando a los animales como bienes muebles. O peor aún, como recursos para la subsistencia humana (principalmente las especies creadas industrialmente para la producción de alimentos y bienes de consumo).

Como a los bienes no se les reconocen derechos naturales, a los animales tampoco. Entre muchas implicaciones negativas, esta cosificación en materia legal hace que la existencia del animal quede condicionada al dominio del ser humano.

Cuando hablamos de protección animal, los intereses económicos y personales de los humanos suelen ser los grandes obstáculos para la garantía concreta de una vida digna para las demás especies.

La decosificación de los animales es una tarea conjunta.

La modernización de las leyes permite ampliar los contextos en que los animales pueden ser considerados como sujetos de derecho legal. En consecuencia, es cada vez más viable y común emplear el Derecho para proteger la integridad física y mental del resto de seres vivos.

La ampliación del entendimiento jurídico sobre el maltrato animal y el endurecimiento de las sanciones aplicables a este delito, son pasos importantes en materia de Derecho Animal. Pero, por si solos, no resultan suficientes para cambiar el actual tratamiento jurídico.

La efectiva descosificación de los animales implica modificar el texto actual de las constituciones internacionales. Se hace necesario incluir una personalidad jurídica propia a los animales no humanos, que los diferencie y desvincule de los bienes, comprendiendo sus capacidades cognitivas, emocionales y sociales.

Solo así se vuelve posible trabajar en medidas efectivas para la protección de sus propias necesidades e intereses. No articuladas o dependientes de las necesidades e intereses humanos, sino derivadas de sus particularidades y requerimientos como seres vivientes y sensibles.

En definitiva, los derechos de los animales solo dejarán de ser un ideal, una utopía, y pasarán a ser una realidad mediante la descosificación legal.

Cambios legales

Una nueva personalidad jurídica para los animales de compañía en España: ¿por qué es problemática la proposición de ley? Desde 2017, está aprobada la Proposición de Ley de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, sobre el régimen jurídico de los animales de compañía.

La principal propuesta de esta ley es generar un estatus jurídico especial para los animales de compañía, reconociéndolos como seres sensibles que no pueden equipararse a bienes muebles.

Una de las modificaciones más significativas ocurriría en el artículo 333.1 del Código Civil español. El texto actual prevé que todas las cosas que pueden ser (o son) apropiadas por el ser humano deben considerarse como bienes muebles o inmuebles, según sus características.

Con la modificación, el fragmento provisorio pasaría a expresar lo siguiente:

“Los animales son seres vivos dotados de sensibilidad. Solo les será aplicable el régimen jurídico de los bienes en la medida en que sea compatible con su naturaleza y con las disposiciones destinadas a su protección.”

Aunque represente una iniciativa importante para la descosificación de los animales, la proposición trasparece algunas problemáticas antiguas. La principal de ellas es seguir persistiendo en la diferenciación de tratamiento entre los animales de compañía y las demás especies.

Mientras las mascotas ganarían una personalidad judicial específica, el texto deja abierta la posibilidad de que los demás animales sigan siendo manejados como recursos de subsistencia humana o bienes de sus propietarios.

Leyes de protección animal

El texto provisorio tampoco es meticuloso al detallar parámetros concretos para garantir la integridad física y emocional de estos animales. En consecuencia, podría también seguir dejando márgenes para interpretaciones subjetivas en materia de protección y bienestar de las mascotas.


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